Era en un día de lluvia, pero en aquel preciso momento no llovía. La niña del vestido rojo se balanceaba en el columpio, a pesar de estar rodeada de charcos ella seguía allí sin inmutarse. Como estos días eran lluviosos no había nadie en el parque, pero ella había insistido a su madre para que fueran al menos un rato.
No paso ni media hora cuando de repente las gotas de agua comenzaron a caer del oscuro cielo. La mano de la madre cogió a la de la niña, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban en casa.
La pequeña, se fue a dibujar nada más llegar, y así su madre le dio su cuaderno y su estuche de lápices. Y en la blanca hoja, lo primero que dibujo fue una nube, después la lluvia, y por último, encima de la nube un bebe llorando.
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Una nana para la lluvia
Short StorySimplemente es un pequeño relato que no podía quitarme de la cabeza, y al escribirlo me pareció bonito. Lo único que puedo decir es que se me ocurrió un día que estaba lloviendo...