chapter twenty two

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– Los cuidas como si fueran tus hijos, ¿Entendido?

– Es un pedazo de papel, James–

– ¡Lily! Cuídalo, Jaeden, si pierdes ese mapa o esa capa pierdes cualquier tipo de relación con mí hermana– Lily rodó los ojos.

– Deja a Jaeden...

– Lo cuidare, James, tranquilo. Muchas gracias por confiar en mí, prometo traerlo como me lo diste... Y les traeré a ambos dulces de Honeydukes– dicho esto, salió de la sala común. James y Lily se miraron, algo sorprendidos.

– Es un buen chico...

– ¡Nos traerá dulces! No importa si pierde el mapa, con un par de dulces para ambos estará bien– Lily se rió de aquello que estaba diciendo el Potter.

Marlene bajo las escaleras riendo, mientras Olivia y Peter bajaban detrás de ella.

– ¿Qué hacían?– pregunto James.

– Nada– Olivia seguía riendo, mientras Peter sonreía como bobo.

– Ese olor...– James negó con la cabeza–. Ahora entiendo porque te gusta Jaeden.

– No me gusta por eso– Olivia frunció entrecejo.

– Es resistente a... Ya sabes, aguanta mucho– dijo Marlene, riendo–. No como otros...– miro a Peter, quien se reía de las llamas que desprendía la chimenea.

|~•~|

Jaeden estaba nervioso. Por más que había hablado con Dorcas y Remus (las personas más sabias que conocía) seguía sintiendose inseguro. Había conseguido unos cuantos dulces y rosas para la cita que le estaba preparando a Olivia. Así, de una vez por todas, se declararía.

Jack le indicaba a uno de los elfos como debía ser el pastel. Una vez que el elfo se fue, Jaeden le habló a su amigo.

– ¿Por qué no me dijiste?

– ¿El qué?

– Que te gustaba Finn... Yo te dije cuando me gustaba Olivia.

– No lo hiciste, lo diste a entender. Y no soy tan tonto como tú para no entenderlo. También intente decirte, pero Finn siempre estaba ahí... Creí que era obvio. Ya sabes, los tratos, las palabras... Esos gestos.

– Para mí no lo fueron– el castaño parecía triste, como esos perritos en adopción que nadie elige. 

– Lo siento, Jae... Ahora lo sabes. Me gusta Finn, ¿Si? Y también le gustó, así que somos una pareja. Cuando nos casemos, serás el cura– Jaeden estallo en carcajadas.

– No creo servir como cura...

– ¡Seguro que si! Aunque pecas mucho, tendrías que dejar a Olivia para casar a tus dos mejores amigos.

– No me gusta tanto la idea...

– ¡Todo por una chica! ¡Dejando a tus amigos por una chica, Martell, así quería agarrarte!– se rió Jack. Una vez las risas de ambos cesaron, el de rulos carraspeo–. Hoy todo saldrá bien, tenlo por hecho, ella está tan enamorada como tú lo estás.

– Eso espero– Jaeden vió al elfo que hace segundos estaba hablando con  Jack preparando un pastel de fresas. Esperaba que enserio le guste todo eso.

OLIVIA ;; Jaeden MartellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora