El romance del dragón [ZhanYi]

🐲2°: ni en tu segunda vida

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La cara sonriente y los ojos relucientes de Chang'e, le daban más paz a Jade, jamás había sonreído así, no desde que murió Houyi.
Por ello se esfuerza en buscar una solución para que pueda bajar a la tierra y estar cerca de lo que añora.

Su cabello largo es tan suave como la misma seda, las ondas como un océano, su tonalidad castaña, con las orquídeas de diversos colores aferrados a sus hebras. Danza con los pies descalzos, su ropa se agita, las estrellas se alinean ante su esencia.

Frena su movimiento cuando ve que el sol alumbra la tierra y Xiao Zhan ha despertado para un nuevo día de clases. Es uno de los mejores en su clase, todos quieren ser sus amigos, con esos ojos de ciervo y trato tan dulce, es imposible que uno no caiga ante él.

Las puntas de sus pies están rosadas, la sensación del pasto fresco en esa zona es calmante, Jade se posa en sus muslos con un grueso libro para seguir estudiando. Sus dedos acarician las felpas orejas, sus labios carmín le besan o sopla un poquito para hacerle cosquillas a su compañero.

Continúa observando a Zhan, está junto a una compañera de otra clase llevar una fila de libros pesados, él es tan servicial que le ayuda a la chica con la mitad de los libros, encantándola con sus modales.

—Interesante —la palabra salió tan nítida de sus labios, Jade lo observó curioso— Hey, no le voy a hacer nada malo, no soy tan celoso. Lo dije para romper el silencio.

Las patitas de Jade se posan en sus mejillas, el puchero de Chang'e le hace provoca culpa, su nariz humedita se junta con la contraria en un beso esquimal.

—Perdonado —le dice Chang'e. Salta a sus muslos otra vez y se estremece de alegría por las caricias parsimonias de su dios. Retoma su tarea de seguir mirando que nada malo le suceda a Xiao Zhan.— ¿Te puedo decir algo Jade? —el conejo asintió con sus orejitas despegó su mirada del libro para darle toda la atención que merece Chang'e.— Te ha puesto cinco tartas de zanahoria a que esa chica se le va a confesar a Xiao Zhan.

La apuesta agarró por sorpresa a Jade, su dios acaba de decir eso con completa tranquilidad y por más que le haga cuestionar su comportamiento, no todos los días recibe tartas de zanahoria. Sonríe y muestra sus dientes, agarra una pluma y escribe lo que apostará.

"Si yo gano, usaré un traje de gallina toda la semana"

—Solo eso —arqueo sus cejas y frunció los labios con altanería. Jade se quedó congelado pensando, a su dios eso no le ha convencido totalmente, debería hacer algo atrevido.— Ja, ja,ja es broma, acepto con la condición de que me prepares galletas como las que le gustan a Xiao Zhan. —Su mano sostuvo la patita felpa para sellar su trato.

Bastó un día para que Shui, la chica que gustaba de Zhan hiciera una carta, uso varios plumones, realizó una tipografía cursiva y fácil de entender, le puso varias pegatinas y lo metió en un sobre color rosa suave.

Las piernas de Chang'e estaban descubiertas, y entre sus muslos un tazón con palomitas, podía comer o usar lo que quiera con su poder, mientras Jade estaba a su lado con un trajecito de gallinita, en su cabeza un gorro en forma de cresta y pico amarillo.

—Te lo dije, oh vamos, no me mires así y come palomitas, esto se pondrá bueno.

La jovencita estaba detrás de los casilleros, exactamente donde se encontraba el de Xiao Zhan, tenía las mejillas rojo vivo, hasta que se asomó y pudo ver al azabache llegando.
Zhan abrió su casillero, metió su mochila y sacó unos libros para su primera clase, estaba por irse, hasta que sintió un tacto tan suave en su hombro.

Se volteó para ver a la chica que hace unos días ayudó. Estaba algo temblorosa y su miraba brillosa, tal vez a punto de llorar.

—¡Por favor, acepta mis sentimientos! —casi gritó, afortunadamente no llamo la atención de los demás, sería muy difícil para Xiao Zhan tomar una decisión con tanto espectador.

—Yo no puedo hacerlo.

Ella alzó la vista desconcertada, es hermosa que cualquier chico la invitaría a salir, ¿acaso tenía algo en la cara?. —No lo entiendo, ¿por qué?.

Xiao Zhan se rascó la nuca, un acto reflejo de nerviosismo o incomodidad, Chang'e ya había aprendido sus gestos. —Es porque ni siquiera sé tu nombre, hablamos por primera vez hace tres días, no puedes estar enamorada de mí.

Shui estaba plasmada, nadie la había rechazado, pero Xiao Zhan tenía razón, está siendo muy superficial, se enfocó en el esculpido rostro de Zhan y muy poco en su personalidad, lo puso en un pedestal de su tipo ideal por sus facciones.

—Pero, yo podría llegarte a gustar, ¿no?. Por favor —estaba empezando a rogar, puede que tenga una pequeña oportunidad, tener salidas con Xiao Zhan y conocerlo.

—No digo que esté mal hablarme, podemos hacer amigos si quieres, pero te digo de una vez que no podría llegar a amarte como quieres. —el tono de su voz es delicado, no está siendo grosero, pero sus palabras golpean el corazón de Shui.

—Y-yo, —sus labios pequeños estaban secos— honestamente no me conformaría con tener una sola amistad. —se inclinó disculpándose— Gracias, por escucharme Xiao Zhan.

—Mmm, sí. Lo siento.

—No te preocupes, todo está bien. —se retiró del lugar, vio el bote de basura y tiró la carta ahí.

Xiao Zhan suspiro, se sentía mal por rechazarla, pero no podía aceptar sus sentimientos, más cuando estos son pasajeros y principalmente por otra razón.

—Hey, Xiao Zhan, —Haoxuan sacude sus hombros, había visto un poco de lo que pasó, pero no escuchó mucho— ¿qué sucedió? —abrió su casillero que estaba a un metro de distancia.

—Um, ella es una chica que ayude la otra vez y dijo que le gustaba, pero la rechacé.

—¿Y eso?, ¿es mala persona?, ¿muy bajita para tu gusto? —sacó sus libros.

—Nada de eso, —se encogió de hombros y la punta de sus orejas se sonrojaron— es porque, ya sabes...

—¿Ya sé qué? —la comisura de su boca se alzó, sus cejas se arquean, y sus ojos reflejan burla.

Se encorva y desvía la mirada de su amigo— Demonios, tú sabes que las chicas… no son lo mío.

—¿Y qué es lo tuyo?, Mmm, vamos Zhan no seas tímido —recargo su cabeza en el hombro de su amigo— algo me dice que compartimos el mismo gusto.

—L-los chicos —admitió entre dientes.

—Ja, ja, ja —estalló en una risa, el rubor de Xiao Zhan se extendió hasta su delgado cuello. —No te culpo, tenemos buen gusto.

Los pómulos de Chang'e estaban rosaditos, sus labios algo mojaditos y con migajas de las palomitas. Su mirada burbujeante por Xiao Zhan.

—Ni en tu segunda vida se gustan las chicas. Por la Santa Luna, espera un poco más.

Jade que tenía los brazos cruzados desde el principio, avergonzado por su atuendo, también había reído y le dio la razón a su dios. Tal vez Xiao Zhan no sabía usar el arco, o no tenía el cabello largo hasta la cintura como en su primera vida, pero, aún tiene algo de esa esencia, esa amabilidad y determinación.

Chang'e siente pena por Shui, es una persona agradable, pero a su Xiao Zhan no le gustan las chicas, no hay como ayudar en esa situación.
Espera que encuentre alguien que le guste y no siga siendo muy superficial.

Cierra un ojo al captar un tirón de su cabello, se gira y ve a Jade con un peine tratando cepillarlo, una flor blanca se desliza por su lagrimal, eso dolió. Jade sigue su trabajo y hace una gran trenza, coloca unos broches.

En los diecisiete años de Xiao Zhan, Jade prepara su bolso y la lista para lo que necesitan, él ya no puede estar al pendiente. Es por eso que en el último día cuando Xiao Zhan está pasado por un sendero de cerezos manda un viento refrescante que agitan las ramas y los pétalos rodean a Zhan.

Con Jade a su lado se hunden en la sombra de la Luna, Chang'e aparece un faro en la mano, un sombrero amplio con velo rojo de encaje, el pelaje de Jade brilla en la oscuridad, será un largo recorrido.
El suelo lunar se estremece y emergen ranas gigantes, trepan a una, como primer ingrediente de la lista, "anémonas de luz" decreta.

Su esbelto cuello se curva para ver detrás, pero solo hay oscuridad, algunos pétalos brotan de sus ojos y son llevados por el viento lunar hasta abajo.

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