Cuento de niños.

1.1K 151 23
                                    

Los pueblerinos cada noche, antes de dormir contaban una historia a sus niños, el romance de un vampiro enamorado de una despiadada bruja, donde aquella mujer se aprovechaba del amor del hombre para conseguir lo que era imposible de encontrar, el vampiro podía transformarse en cualquier alimaña e ir durante semanas, con tal de encontrar todo lo que necesite su querida para sus pócimas, el amor lo cegaba y en un amor unilateral, ambos iban a permanecer juntos para la eternidad. 

Esa historia estaba distorsionada, sí hubo un vampiro, pero la persona de la cual se enamoró no era una mujer, era un bello hombre que podría ser confundido con una, aunque tuviera las herramientas para cambiar su sexo y complacer a sus oyentes, no lo hacía porque no le importaba lo que pensaran de el, solo disfrutaba de crear pociones, de aumentar su inteligencia y talento para la magia, ahora también estaba aprendiendo un poco de como invocar runas gracias a los libros que le traía ese vampiro enamorado, su existencia fue cada vez más popular gracias a ese hombre, no entendía como, ni el porqué, pero desde que apareció ese esbelto hombre de cabellera larga y negra, pidiendo oportunidades para estar a su lado, su vida mejoró un poco y era reconocido por países lejanos. 

Hasta fue reconocido por el Rey del territorio en donde vivía, sin duda ese vampiro le trajo beneficios pero también dificultades.

—Regrésate, no tengo tiempo para jugar contigo.— Habló mientras mantenía toda su atención en los frascos y libros que tenía en su mesa de preparación, tenía un pedido hecho por el Rey. 

El vampiro había llegado al castillo abandonado sigilosamente, caminando hacia la habitación donde el brujo hacía sus pociones, creyó que fue silencioso, pero como siempre, era descubierto por el contrario, se sentó en una de las sillas volteando esta para apoyar sus brazos en el respaldo, tenía ganas de pasar el rato con él, dio un gran suspiro resignándose a verlo trabajar. 

—Con verte me es suficiente. 

Se mantuvo positivo esbozando una sonrisa relajada, apoyó su mentón en sus antebrazos, verlo tan concentrado, moviendo inteligentemente los frascos y mezclándolos por los libros que consiguió, hacía que sus mejillas se tornaran rojizas por el calor, en todos los siglos de vida, se sentía afortunado por encontrar a una persona que lo hiciera sentir vivo y experimentar sentimientos humanos, por su cuenta había descubierto que aquel brujo también llevaba siglos existiendo entre las sombras, fue una gran sorpresa encontrar a otra persona con su misma condición.

Desde que lo encontró en ese bosque, lanzando hechizos al azar como práctica, no iba a negar que su belleza fue lo primero que llamó su atención, pero ver tal potencial en un simple ser, fue tan impresionante, creyó que era un humano dotado, pero era más que eso, desde esa vez no lo dejó solo, estar a su lado hacía que su corazón latiera con fuerza, el dolor en su pecho le recordaba que había motivos por el cual mantenerse vivo, tan cálido y cegador, que ignoraba el hecho de ser usado, el castillo abandonado, los libros con conocimientos que enriquecían la inteligencia del brujo, los objetos que necesitaba para sus pociones, todo eso consiguió para que estuviera satisfecho el de penetrantes ojos ámbar, ver su sonrisa complacida era suficiente para el, tampoco negaba su amor cuando merodeaba por los pueblos en busca de lo que podría servirle a su querido, sin darse cuenta, los pueblerinos comenzaron hacer rumores, llegando hasta los oídos del Rey. 

Al comienzo estaba irritado por las personas que rumoreaban, no quería que nadie supiera de la persona que amaba, pero cuando volvió a visitarlo, y el brujo estaba orgulloso de que su inteligencia fuera reconocida, calmó su ira y se resignó a celebrar también su felicidad.

Y ahí se encontraban, el vampiro viendo como su amado estuvo todo un día despierto, sin dormir, preparando esa pócima a pedido del Rey. 

—¡Perfecto! Lo terminé.— Gritó victorioso sin dejar de sonreír por su logro, escuchó un quejido por parte del pelinegro, estaba sobándose su rostro tras haber chocado contra su campo de protección. —Te vuelvo a repetir, avísame antes de querer acercarte a mi. 

El vampiro maldijo, algo que no le gustaba era que el brujo tenía un hechizo de protección alrededor de su cuerpo, si este no lo desactivaba, era imposible tocarlo, como un cachorro regañado se mantuvo viendo el suelo aún sobando su nariz herida.

El brujo a veces veía al pelinegro como un pequeño niño, que necesitaba cariño y caricias, desactivando el hechizo se acercó a él y acarició su cabeza, dando algunas palmadas y hundiendo un poco la yema de sus dedos para sobar las hebras de su cabello. 

Ruborizado, recibía gustoso los mimos, sin duda estaba enamorado de ese brujo. 





☁️☁️☀️☁️☁️
Vi el fanart que esta de portada y quise escribir algo con temática de fantasía, también el tigre que acompaña a Kazutora me hizo escribir esto jwksja.

Espero que les gusté. <3

Tendrá capítulos cortos y algunos largos, depende.

El Vampiro Embrujado. || 「BajiTora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora