¿Se podrán contener en la sala de cine?

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-Amor, ¿Qué tal si nos despejamos un rato?, que llevamos toda la semana cargada y estoy hasta los cojones de trabajar- le dijo Horacio al mayor dándole un pico.

Después de una semana cargada de papeleo, cambios en la sede y varios códigos 2, Horacio tenía ganas de relajarse junto a su amado Volkov. Ese día afortunadamente no había nada que atender, ya que tenían todo al día, por lo que se permitieron salir más temprano.

Horacio mandó al mayor a sacar un vehículo en lo que él salía de servicios, pues lo menos que él quería era que en medio de una salida con él le salieran avisos. Ya se encargarían los de la LSPD o los Sheriffs.

En el trayecto a su casa, Horacio se dedicó a picar al mayor. Le acariciaba el muslo, se tocaba el mismo y en los semáforos se besaban como si no hubiera un mañana.

—mhm- gimió el mayor.

-¿Qué pasa rusito? ¿Ya estás duro?, que poco aguantas- dijo el menor en tono juguetón.

-Ya veremos si eso vas a decir cuando te folle- dijo Volkov acariciando la erección de Horacio por encima de la ropa.

-¿Q-quieres ir al c-cine?- dijo el menor respirando hondo al sentir como su polla era torturada.

Aunque el mayor no era muy de ir al cine sabía cuánta ilusión le haría a Horacio y más cuando tenía claro que quería hacer. Volkov aunque mostrara ser una persona seria, en su interior tenía muchas fantasías y estaba por cumplir una de tantas.

Al cabo de unos minutos llegaron a su gran casa. Ambos bajaron del auto entre miradas coquetas y pensamientos impuros. Cenaron algo liviano y fueron a tomar una ducha con agua fría para bajar las calenturas.

Llegaron al cine y encontraron una película llamada Red Notice la cual la próxima entrada era para las 9:00 de la noche. Fueron a jugar a las maquinitas por opción del menor. Se tomaron fotos y al no estar tan llena disfrutaron esos 20 minutos que faltaban para que la película empezara.

Llegado a la sala donde les tocaba para ver la película, se percataron que solo había 6 personas en la sala. Horacio se quedó al final de los asientos esperando a Volkov que fue por las palomitas de maíz y los refrescos.

Ambos estaban sentados en las respectivas sillas y el menor de vez en cuando le robaba un beso a Volkov. De nuevo había empezado a excitarlo a tocarlo descaradamente, temiendo que los atrapasen en plenos actos delictivos.

El mayor cansado de que el menor lo dejara con las ganas, procedió a arrodillarse delante de Horacio y con sumo cuidado le desabrochó el pantalón bajándolo a su vez con el bóxer. Con la poca iluminación echa por la misma película aun así, se podía observar como el falo reposaba en el abdomen del susodicho.

El ruso con suavidad fue masturbando al menor y veía como este se retorcía con cada uno de sus toques.

-Aah Vik, me estás volviendo loco- gimió.

-Calla que nos van a escuchar- dijo Volkov tapándole la boca con su mano izquierda.

Volkov tomo el pene de Horacio y acto seguido se lo llevo a la boca dando suaves mamadas, este podía saborear las gotas pre seminales que desprendían del falo del anterior mencionado.

Volkov se levantó y volvió a su silla, dejando al de cresta con ganas de más. Horacio se subió los pantalones acto seguido se levantó de su silla silenciosamente y se sentó en el regazo del mayor. Empezó a moverse para crear fricción contra el miembro del peliplata.

Volkov lo cogió por la cadera y lo trajo más hacia él para tener más contacto. El mayor desesperado se bajó los pantalones torpemente y Horacio escupió su mano para dirigirla hacia el falo del mayor y lubricar más de lo que ya estaba. Volkov gemía bajito y eso ponía al menor loco.

-Por favor Vik, fóllame ya te lo suplico- rogaba el menor.

El ruso sin decir nada llevó 3 de sus dedos a la boca del menor, este chupó como si se tratase del miembro del mayor.

Volkov llevó un dedo hasta la entrada del menor para dilatarla. Horacio jadeó ante tal acto.

-Vengaaa Vik, avanza- expresó el menor con desespero.

El soviético introdujo un segundo dedo y el menor soltó un sonroso gemido, por último introdujo el tercer dedo.

-Mmmh que rico, fóllame duro- eso último intentó decirlo más bajo para no ser escuchado, bastaba con el gemido.

Una vez dilatada la entrada porque lo que menos quería Volkov era lastimarlo, procedió a introducir su pene poco a poco en lo que el de cresta se acostumbraba. Horacio se acostumbró rápido por lo que empezó a dar saltitos.

-D-dios Pérez usted me pone muy cachondo- dijo el peliplata tomando a Horacio de las caderas para aumentar las estocadas. Horacio se paró del regazo del ruso y se aguantó de la silla que estaba al frente dejándole todo a la vista al peliplata. Volkov se acercó por detrás y empezó a embestirlo como nunca antes.

Lo único que se escuchaba en la sala era la película y los sonorosos gemidos que provenían de ambos. Volkov de vez en cuando le tapaba la boca al menor porque temía ser descubierto.

El de la cresta mientras era embestido se masturbaba sin parar.

-V-viik, creo que me voy a correr- eso último fue interrumpido por un gemido.

Volkov empezó a acelerar los movimientos y Horacio se corrió. Minutos después sintió como su entrada era llenada por los fluidos del mayor.

Como pudieron se arreglaron la ropa, se besaron y terminaron de observar la película.

-¿Entendiste algo de la película?- dijo Horacio con una risa burlona.

-Ehhh si sí, estuvo buena- dijo Volkov conteniendo la risa.

Estaba claro que no habían visto una mierda.

-Disculpe- dijo una mujer con una sonrisa en su cara.

-Si, ¿dígame?- dijeron al unísono.

-Emmm para la próxima hagan sus cochinadas en otro lado por favor- dijo esta en tono burlón.

FIN.

Fantasías Volkacio +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora