Capitulo Cuatro

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“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.”

- Albert Einstein

-... Y esa es mi patética existencia - digo finalizando mi deprimente relato, me sorbo los mocos y limpio unas cuantas lágrimas que escurren por mis mejillas - ¿Diras algo?

- Lamento muchísimo que hayas vivido todo eso, Laura.- al parecer, me esta siendo sincero.

- Lau - lo miro a los ojos. - ¿Podrias solo llamarme Lau?. Laura me hace sentir vieja.- siempre que me llaman Laura se que algo malo pasará.

-¿Cuantos años tienes?

- Quince - agacho la mirada y me sonrojo.

- ¿Y vas en último año de Preparatoria?

- Sip, soy una cerebrito - sonrió tratando de aliviar la tensión que siento. Por mucho que “confie” en él esto sigue siendo nuevo para mi, no estoy acostumbrada a hablar como la gente normal, solo lo estoy a recibir golpes, humillaciones e insultos. - Estoy dos años adelantada.

Se que dije que no era sobresaliente. Entre los alumnos de tercer año no lo soy, pero entre uno de segundo o primero la cosa cambia.

- Guau - sonríe ¿orgulloso? - Ahora me siento patético e insignificante a tu lado.

- Tal vez lo eres - él hace un puchero fingiendo estar ofendido- Dijiste que necesitabas a alguien en quien confiar al igual que yo, y que nos ayudariamos mutuamente. Yo ya te conte todo sobre mi o por lo menos la mayoría. ¿Qué hay de ti?-

- Bueno mi primer nombre es Erick y lo odio con todo mi ser. Algún día me lo cambiare. Tengo diecisiete años y soy británico - le da una mordida a su emparedado, mastica y traga - el día que tome el vuelo para acá mi novia decidió terminar nuestra relación y la extraño demasiado. Mi infancia no fue fácil, mis padres no sabían hacer otra cosa mas que pelear y yo solo consolaba a mi hermanita, cuidaba de ella. Generalmente el apoyo lo teníamos en nuestra nana o cualquier empleado de casa. (Mis padres eran muy ricos por lo que habían muchos sirvientes en la casa) pero eso no lleno el vacío que teníamos, yo era un chico problema, tal vez solo lo hacia para llamar la atención, no lo sé. Un buen día mis padres se dieron cuenta de su error y se volvieron unas increíbles personas.- sonríe tristemente y yo espero a que continúe - pero dos años después murieron en un accidente automovilístico. Tenia once para ese día. Las deudas de mis padres acabaron con todo lo que teníamos y prácticamente quedamos de patitas en la calle, mi abuela nos acogió, estaba muy dolido por todo y en un intento de olvidarme de todos comenze a consumir drogas. El único endeudado ahora era yo. A los trece. Mi hermana Nathalie me ayudo demasiado gracias a ella hoy no soy tan del asco como antes. Pero todos tenemos defectos y el mayor en nosotros es la ambicion... Deseamos el poder... el dinero... Y nos metimos en una mierda.- suspira con pezades - es todo lo que puedo decirte.

Asiento confundida. Esperaba algo más horrible.

« Cada persona lucha contra sus propios demonios algunos peores que otros »

Mi madre, antes de ser alcohólica decía mucho esa frase.

- He notado que eres muy tímida en el colegio -

- Si... Eso implica todo lo que te conté -

- Pues deberías defenderte, no esta bien que esas chicas tontas te traten así.-

- No puedo, de verdad, lo he intentado pero el pánico me atrapa.-

- ¿Has pensado en ir a un sicólogo? o buscar ayuda en cualquier otra parte.-

Genial, me ha llamado loca.

«Estas loca, no trates de negarlo»

Maldita conciencia.

Fallen Angels: The band (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora