Narra la narradora:
Después de la reconciliación de la pareja solo quedaba un pequeño problema, bueno era más grande de lo que parecía.
-Tranquilo Takato san ya traje lo necesario! - avisó Junta entrando en la habitación con un paquete de fresas y chocolates.
-Ahhh gracias - Takato abrió cuidadosamente la caja y comenzó a comer.
-Takato san eres muy lindo con tus antojos - sonrió Junta - Me encantaría verte comer y tocar tu vientre pero para ser sincero ya no puedo mantenerme de pie.
El cuerpo de Junta cayó a la cama muy cansado, como cualquier persona le agotaba tener que trabajar, cuidar a Takato san y acudir a la tienda a las tres de la mañana cuando el azabache tenía antojos.
-Perdón Chunta - se disculpó Takato - A veces puedo ser... emmm una carga.
Eso fue suficiente para que el castaño se alarmara y se abalanzara a su pareja.
-Takato san no eres una carga - besó los finos dedos de su pareja y lo abrazó - Tanto tú como el bebé son los mayores tesoros que tengo no sé que haría sin ustedes.
Takato sintió la calidez de Junta y soltó algunas feromonas para apoyarlo a lo que el castaño reaccionó rápidamente y puso a su azabache debajo de él acorralándolo con sus brazos y besando su cuello cuidadosamente.
El azabache inmediatamente se sorprendió y intentó con algunas dificultades apartarlo.
-Hey Chunta p-prometiste que s-si estaba en mi embarazo n-no lo haríamos ah - tartamudeó Takato al sentir que Junta metía una mano debajo de su camisa y jugaba con sus pezones que estaban muy sensibles debido al embarazo.
-Lo sé Takato san pero - dio una lamida a su cuello pálido - Escuché que el sexo puede ayudar un poco al ánimo de la madre.
-¿¡Qué clase de consejo es ese!?
-Hehe vamos déjame hacerlo. Seré gentil lo prometo.
-Ajá como también prometiste no tocarme - Takato volteó hacia un lado incrédulo pero luego vio las ojeras del castaño y sintió tristeza por él - B-bien pero si te digo que pares lo harás ¿Ok?
-Bien Takato san!
Junta se quitó cuidadosamente la camisa dejando ver su cuerpo tan bien formado y tan bien visto, a Takato le encantaba ver como se quitaba la camisa lentamente, a veces sentía celos de que su pareja tuviera músculos y un buen cuerpo pero eso pasó a segundo plano cuando vio que el castaño comenzó a besarlo lentamente.
-Takato san - separó sus labios dejando un hilo de saliva - Puedo verlo?
-V-ver qué? - preguntó.
-Tu vientre hehe.
-E-está bien.
Junta levantó un poco la pijama suave que tenía el azabache y comenzó a tocar y ver el vientre del pelinegro quien temblaba ante la respiración agitada del contrario.
-Ahhh Takato san~ - suspiró - Te ves tan hermoso con ese vientre tuyo que ya se nota más~ Se ve tan lindo esa bella curvita ¿Sientes aquí? - sobó el vientre del pelinegro - Jaja que lindo.
-C-chunta a-ah.
-Y ahora ¿Sientes aquí? - pellizcó sus pezones - El doctor dijo que durante este tiempo tus pechos se inflaman para que puedas darle leche a nuestro tesoro.
Takato sabía de eso y aunque lo hacía sentir algo incómodo se sentía también muy feliz de poder tener a su pequeño o pequeña en sus brazos y poder alimentarlo o alimentarla.
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Unidos
RomanceSaijo Takato ha sido un omega que ha obtenido el puesto de ''el más deseado'' hasta que alguien se cruza en su camino alguien que le cambiará la vida. Es una historia omegaverse.