(You can do) Everything - Perdiendo la cordura.

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Advertencia: Escenas violentas, se les recomienda a los menores de 16 años no leer. Si leen el capitulo, es bajo su responsabilidad.

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Tomoya se encontraba recostado en su cama, mirando al techo con algo de desesperación. Ya era de noche, estaba solo, sus amigos se encontraban fuera, así que él disfrutaba de una paz inigualable. SILENCIO TOTAL.

Pero esa paz era corrompida por sus pensamientos...y ¿quién era dueño de esos pensamientos?, su querida Arisa "Ariana". El juicio sería cerrado el día de mañana por la tarde, el jurado se había encargado de que las pruebas y testigos dejarán toda la evidencia posible y lo que proseguía era la investigación final de cierre.

Arisa había estado muy mal désde la demanda, recibiendo regaños por parte de sus superiores y constantes reclamos de sus compañeros. Los pocos que la ayudaban eran su familia, algunos amigos de la agencia que no la culpaban del incidente, amigos de fuera del trabajo y él correspondientemente.

Pero la situación provocaba en la joven una depresión que Tomoya nunca antes le había visto, y le preocupaba. Ahora, con la gira que harían tendría nada de tiempo para estár al tanto de su estado actual en Japón, si la chica necesitaba algo o tenía algún cambió o problema, él estaría a muchos kilómetros de distancia sin poder hacer nada. Inútil, tal vez así llegaba a sentirse aquello; no quería experimentarlo, quería ayudar a su novia lo más que pudiera. No quería llegar mal a la sorpresa que le preparaba, no quería iniciar las cosas así.

Miro su mano derecha, donde un objeto en especial y muy emotivo para él reposaba en su palma, provocándole una sonrisa indescriptible, que él solo pensar en lo que haría le hacía ponerse nervioso.

-Pronto Arisa...-Susurro al silenció, mientras miraba por la ventana la ciudad teñirse de negro y luces para recibir la noche.

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-Oh no querída, no te voy a violar-Dijo Saichi soltándola. Caminó alejándose de ella, pasando justo a su lado izquierdo y jugando con la pistola. Le divertía.

-¿Qué me harás?-Pregunto Misora, con voz temblorosa.

-A través de los años que han pasado desde nuestra separación, no te niego que tuve algunas aventuras muy gratas de placer. Pronto dejo de divertirme, así que empecé a emocionarme por otras cosas...extrañamente, cada que las hacía, me recordaba, a tí...-Dijo con un deje de placer, mientras miraba de lejos a la joven-...Cada acto era una representación viva de tu imagen en mi cabeza, y pronto lo comprendí: Te quería para mi solo...-

-No puedes hacer eso, soy una persona que tiene derechos y nada te ha dado el poder para retenerme-Ataco Misora.

-En realidad me importaba un carajo lo que hicieras, siempre y cuando tu cuerpo fuera solo mío, y eso al inició. Ya después de meditarlo, supe enseguida que las circunstancias futuras no me llevarían a una estadía tranquila al verte con otros hombres, así que fué cuando actué. Dime Misora, ¿Crees que el encontrarte aquel día en la cafetería, por primera vez en tantos años, fué una coincidencia?-Dijo ahora de manera seria. El aspecto de Saichi le daba seguridad y ego, sus palabras proponían que éste chico había manejado el tablero todo el tiempo.

-¿A qué te refieres?-Pregunto Misora mientras le veía acercarse a ella, y por ende, la chica retrocedía.

-Désde qué Takayama cumplió seis años comencé a seguirte la pista, sabía perfectamente donde vivían tus hermanos, así que les hacía unas visitas a escondidas mientras estaban fuera de sus residencias. Contactos, libretas, cartas, buscaba de todo para dar con tu paradero, y fué tan fácil encontrarte, que las mismísimas ideas en como atraparte se me escapaban en gritos de desesperación...-Relataba con un deje sádico, que provocaba en la chica un miedo infernal-...Al ver a Takayama supe que era mi hijo, fué simple el entender los hechos y quererlo conmigo. Pero no esperaba que todo se complicará a raíz del estúpido de Taka-Dijo enojado.

♥ One Ok Rock - One Ok Heart ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora