El perfume de tu piel (Owen Joyner) (FINALIZADA)

V e i n t i c i n c o

V e i n t i c i n c o : L a  A n e s t e s i a.

Una risa descontrolada sale de mí. Parece que no estoy teniendo filtro y que yo recuerde tampoco una razón para reírme así. Un doctor muy joven está frente a mí y parece que intenta decirme algo, solo que mi risa no lo deja.

—Doctor, me gusta brócoli. —Suspiro aun riéndome un poco. —¿Por qué a la gente no le gusta? Puede ser por el olor, pero también puede ser que mienten. Recuerdo cuando Liam de One Direction tenía el cabello de brócoli y yo pensaba que era el más sexy.

—No lo sé Neft, no a todos les gusta lo mismo. —Dice realmente pensando en mi pregunta. —Y creo que el más sexy siempre fue Harry.

—¡Oh por Dios! ¿Qué cosas dice doctor? Claramente era Zayn, el misteeeriosooo. —Intento imitar la voz de Danny De Vito en el video de Steal My Girl. El doctor entiende bien de lo que hablo.

—We want the same things, we dream the same dreams, alright. —Él baila la canción con gracia y pasea cerca de mí sin dejar de mirarme, como si me fuera a perder. —Muy bien Neft, es hora de que dejemos de hablar de esto y que...

—Doctoooor usted es maaaaaaravilloso y huele tan bien. Como mi mejor amigo. Es que amo los aromas. ¿Lo sabía? Mi papá tiene una perfumería y... —Me interrumpo y le acaricio el bigote al doctor y estoy notando que es un señor altísimo, que tiene la cara de Charlie pero que no puede ser Charlie porque Charlie no tiene bigote. Supongo que ya dije muchas veces Charlie, el nombre es familiar en mi cabeza y suena genial. —Charlie, Charlie, Charlie.

—Déjame ya Nef, por favor. No soy un doctor y no debes decir mi nombre tantas veces, dejará de tener sentido y tu más que nadie sabe eso.

Entiendo lo que dice, porque es algo que detesto hacer cuando me pongo nerviosa, repetir una palabra tantas veces hasta que desconozco su significado. Claro que ahorita es algo que no me importa, así que le muestro mi lengua y la agito de arriba a abajo. Se da la vuelta con singular gracia, no lo puedo evitar y me rio.

—Charlie, Charlie, Charlie, Chaaaarlie. —Comienzo a cantar su nombre y sé que es cansado para él, pero no puedo detenerme. Las palabras solo salen de mi sin control. Noto como rueda los ojos cansados y una risilla se me escapa de nuevo. —¿Charlie?

Pregunto una última vez, pero ahora con lágrimas en los ojos. Creo que lo estoy asustando y a mí también aunque ahorita hay una voz dentro de mí dice que no importa y es que no sé qué causó esto, siento como las emociones van y vienen.

—¿Qué pasa luna del oriente? —Se acerca para darme un abrazo, sollozo en su hombro por un buen rato mientras me acaricia el cabello. —Nef, háblame por favor. ¿Qué está sucediendo en esa cabecita loca?

—¿Dónde está Owen? ¿Me abandonó? Extraño su aroma es tan masculino, no le digas, pero me tiene completamente. Lo quiero tanto. Y hablando de aromas. ¿Dónde está papá? —Sigo llorando mares, es bastante extraño para mí.

—Claro que no, tu papá está en Canadá ¿recuerdas? —Un vago recuerdo llega a mí. Suspiro aliviada de saber que papá está bien. —Y el idiota de Owen está consiguiéndote tus medicinas, pero parece que las está fabricando él mismo. Owen no te va a abandonar.

Espero que lo que dice sea cierto y quiero expresarlo en voz alta, pero alguien me interrumpe antes de que yo siga diciendo tonterías.

Gracias al cielo. Uh. Dios ¿estás ahí arriba? ¿Holaaaaa? ¿Por qué nunca me respondes? ¿Me haces la ley del hielo por robarme unos dulces del supermercado? Es que son muy caros y la marca se lo merece. ¿Ho-laaaaa? Respóndemeeeee.

—¿Y cómo está la paciente? —Madison va llegando con un vaso de agua, cuando cruza la puerta es cuando descubro que estoy en casa de Charlie. Ella me ve llorando y corre para abrazarme. —¿Te sientes mal cariño?