12. Mal Presentimiento.

180 20 17
                                    

Narra Daniel.

Miré a Rubén salir de la cocina, no le presté tanta atención y seguí con la limpieza, una vez terminé  con los platos me dispuse también a limpiar la mesa, tomé un trapo, lo mojé un poco y limpié aquella superficie.

Me había sumergido en mis pensamientos cuando escuché a Max y después a Rubén hablando con cierto sobresalto.

Dejé el trapo y salí de la cocina dirigiéndome lentamente hacia la sala, escuché un poco de la conversación y después vi como el pequeño oso salió disparado hacia las escaleras.

《Apenas lo conozco y no le agrado》

Ante las palabras de su hermano menor sentí algo de tristeza, vi como Rubén se volvía a mi viendo mi rostro de aparente confusión y comenzó a caminar hacia mi.

Tomó de mi mano y me llevó hacia afuera, cerró la puerta, se dirigió al garaje, me entregó el casco que había usado el día anterior y finalmente sacó su motocicleta.

Podía notar cierta molestia en su rostro, no sabía si tenía que decir algo o hacer algo, estaba muy confundido ante la situación.

Se subió a su motocicleta y me miró esperando a que yo subiera tras de él.

—Vamos, sube —dijo él.

Me quedé ahí con los brazos cruzados sin hacerle caso y lanzando una mirada de enojo y tristeza hacia él.

Giró a verme quizá dándose cuenta de lo que estaba haciendo.

Dio un suspiro.

—Perdón por esto en verdad, me dejé llevar por el enojo y no es justo que lo esté descargando contigo —bajó de la moto y caminó hacia mi— Sabes que te amo mucho y no me gusta verte de esa manera; molesto por algo de lo que no tienes la culpa.

Me abrazó con firmeza.

—Sabes que puedes confiar en mi y que estoy para ti, para escucharte, Rubén —dije mirándolo a los ojos.
—Lo sé Dani y en verdad agradezco esa disposición tuya —dijo y me volvió a besar.

De reojo miré al hermano de Rubén observando desde el segundo piso, una vez que se percato que lo estaba viendo, él volvió a esconderse.

—¿Te sientes mejor? —pregunté.

Él asintió y acarició gentilmente mi cabello.

Ambos subimos entonces a su motocicleta y partimos hacia mi departamento. 
Traté de concentrarme en el camino aunque no podía sacarme de la cabeza aquella discusión que Rubén había tenido con su hermano.

《¿Y sí él menciona algo de eso a su padres?, y ¿sí esto nos trae problemas más adelante?》

Sabía que independientemente de lo que pasara no tendría porque haber problemas, traté de mentalizarme con eso y simplemente me centré en el paisaje de regreso a casa.

Una vez estuvimos fuera de mi edificio me bajé y le entregué el casco a Rubén.

—Me la pasé muy bien estando contigo —dije con una sonrisa.
—Yo también, fue la velada más hermosa de mi vida y mejor junto a ti; mi noviecito lindo —dijo y acarició mi mejilla.

Ante eso no pude evitar sonrojarme, traté de cubrir mi rostro.

—Oh vamos jajaja, no tienes porque avergonzarte, solamente digo la verdad —dijo sonriente.
—Gracias por todo Rubén, de verdad —dije muy sonriente.
—Ven aquí —dijo y abrió los brazos.

Casi por pura inercia me abalancé sobre él y correspondí a su abrazo hundiéndome en su pecho.

Me sentía muy bien, seguro, podía sentir esa calidez en mi corazón, era todo lo que necesitaba.

Me estaba acostumbrando al olor y a la cómoda sensación que él me daba.

—Esto... Disculpa Dani, pero tengo que irme al trabajo —comentó Rubén sacándome de aquel transe en el que estaba.

Subí la mirada lentamente hasta encontrarme en sus ojos, él me miraba algo confundido pero a la vez con una sonrisa.

Le sonreí avergonzado.

—Perdón, creo que me perdí por un momento —dije.
—No te preocupes, pero en verdad, tengo que irme, hablamos más tarde, ¿te parece? —me preguntó.

Asentí, él me dio un rápido beso, se despidió agitando la mano y lo siguiente fue él alejándose por la calle, perdiéndose en el horizonte.

Me quedé ahí mirando un rato, me sentí muy extraño, quizás me había acostumbrado a estar con él y el volver a alejarnos me hizo sentir un hueco.

Suspiré y miré el edificio que se cernía sobre mi, para la hora Matty ya tenía que estar en mi apartamento, entré, tomé el ascensor y una vez estuve en la planta alta me dirigí a mi habitación, saqué mis llaves y abrí lentamente la puerta. 

Pude escuchar un par de pasos apresurados caminando hacia mi dirección, Matt no se hizo esperar y apareció doblando la esquina.

—Sí, sí, te contaré que pasó, solo dame un momento —dije entrando en la habitación y cerrando la puerta tras de mi.

Él parecía emocionado y no hizo más que seguirme en mi trayecto hasta mi estudio.

Encendí mi ordenador, mi tableta de dibujo y me senté.

—¿Entonces? —insistió Matt.

Di un suspiro, lo miré y le empecé a contar como había ido todo, desde la cena a la luz de la ciudad, hasta aquella situación que había tenido con su hermano menor, pude ver como solo hacia gestos conforme le iba contando.

—En conclusión tu cuñadito te odia —mencionó en tono burlesco.
—Podría decirse, sí —dije riendo levemente.
—Pero mira, al menos ya formalizaste algo con Rubén, ¿no era eso lo que querías? —preguntó dándome unas palmadas al hombro.
—Sí, era lo que quería desde que lo conocí, pero ahora que sucedió todo esto... No lo sé, tengo un presentimiento —dije.
—¿Un mal presentimiento? —preguntó Matt.
—No lo sé —contesté.

Hubo un breve silencio y ambos suspiramos queriendo alivianar un poco de la tensión del momento.

—Bueno, aún hay mucho que hacer, así que pongámonos manos a la obra —dije esbozando una sonrisa.
—Sí, aunque quisiera que vinieras a revisar unos cuantos escenarios que hice antier —comentó Matt.
—Si los revisé, la habitación del hospital te quedó genial al igual que el pasillo donde estaría Daven espiando a Aitor —comenté.
—Oh, menos mal jeje, ¿Cómo vas con la animación? —preguntó.

Le mostré a Matt la escena en la que un lobo llamado Álex llegaba a entregar una pizza a la casa del protagonista, se le veía leyendo la nota y entregando la pizza.

—Uy, Álex, uno de los amores más duraderos de él que terminó en desgracia, recuerdo bien esa parte de la historia —dijo Matt.
—Sí, es algo triste, al final él le creyó más en la mentira que en su propia pareja —comenté.
—Eso debe ser una traición muy dolorosa —comentó Matt.

Ambos nos quedamos ahí viendo como se repetía la escena en un bucle de seis segundos hasta que Matt bostezó.

—Bueno, aún hay cosas que hacer, te veo a la hora de la comida —dijo caminando a su estudio.

Reí un poco mientras lo veía alejarse, pero aún había algo en mi cabeza que hacía eco, ese presentimiento... Un mal presentimiento.

__________________________________________________________________________________

Hasta aquí el capítulo de hoy, ciertamente me siento un poco más animado a seguir con esta historia y nuevamente agradecer a todos los que siguen apoyando esta y mis demás historia.

¡Feliz año 2022!

—MadSoul345.

Atypical Days (Furry - Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora