El día de hoy el pequeño Doyoung había llegado al colegio demasiado temprano, ya que su padre le había dicho que tenia que hacer un trabajo desde temprano. Al omega no le molestaba, pero para ser honesto, no le gustaba estar solito.
Después de un rato, escucho como la puerta del salón se abría y fue ahí donde su omega inmediatamente se levanto al sentir un aroma que le gustaba y le llamaba la atención. Y con eso, claramente sabia quien había entrado. Era su delta.
A Doyoung no le gustaba ser posesivo pero su omega así había decidido decirle, y cuando este se decidía por algo, nadie lo hacia cambiar.
Yedam se detuvo unos segundos antes de entrar y sentarse en su respectivo lugar, sin decir ni una sola palabra.
El pequeño Kim podía sentir como su omega meneaba su colita de un lado a otro, con una obvia alegría.
- Deberías hablarle. - habla el omega de Doyoung haciendo que este comience a ponerse nervioso.
- N-no p-puedo.
- Claro que puedes, debes de. Tenemos que empezar a hacer nuestros movimientos si queremos tener a ese delta con nosotros, ¿acaso no te gusta? - su omega, trataba de darle confianza.
- S-Si...
-¿Entonces?
- Pero, no s-se que d-decir.
- Inicia con algo normal, dale los buenos días.
Kim miró hacia donde estaba Yedam, el cual escribiendo algo en su libreta, al parecer alguien no había hecho su tarea. El pequeño coreano estaba muy nervioso, sentía como sus manos empezaban a sudar y ya podía imaginarse sus mejillas coloradas, coloradas cual tomates. El coreano limpió sus manos para después dar un suspiro. Tuvo que sacar valentía de hasta donde no la tenía. Hasta que finalmente, decidió hablar.
- B-buenos d-días. - esa oración se escuchó casi como un susurro, pero al parecer alguien lo había escuchado, por que aquel alto chico dirigió su mirada hacia él.
Cuando ambas miradas chocaron, Doyoung podía sentir como su omega se desmayaba de la emoción ante tremenda mirada. Su cuerpo comenzó a temblar, no sabía si era por nervios, por la emoción o por miedo.
Yedam regresó su atención hacia su libreta para volver a escribir. Kim bajó su mirada sintiéndose un poco triste al no recibir respuesta alguna por parte del delta que tanto quería.
Unos segundos de silencio pasaron cuando una voz que no era la del omega sonó.
- Buenos días. - si de por si el omega de Doyoung estaba más que feliz con solo tener su atención, ahora que Yedam le había respondido, este se sentía en el cielo.
Era tanta la felicidad del pequeño omega, que inconscientemente comenzó a desprender mucho más su aroma a cereza.
El joven Bang detuvo su acción de escribir. Desde el primer día que entró a ese salón de clase un aroma en específico le encantaba. Sabía que aquel adictivo aroma era de algún omega, pues era algo dulce. Sin embargo, no le empalagaba en lo absoluto, al contrario, lo disfrutaba y le tranquilizaba.
El corazón de aquel delta comenzó a latir más rápido de lo normal.
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Ya estoy de vacaciones, así que ahora esperen actualización cada martes y jueves 💗
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ᴅᴇʟᴛᴀ | ᴅᴏᴅᴀᴍ
Фанфик❝ - Di-Digo que m-mi aroma n-no es agradable, h-huelo horrible y- No pudo seguir hablando ya que el omega había puesto su dedito en sus labios. ❞ ❝ - ¿Quién dice que no nos gusta? ❞ ❝ - B-bueno... ❞ ❝ - ¡A Doyoung y a mí nos encanta! ❞ ❝ Donde Doyou...