PROLOGO

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Primera parte





Las gotas de agua caían una después de otra tras mi ventana, el cielo era gris y se tiño de mi humor, al parecer, estaba recostada sobre mi cama una vez más susurrándome

Todo estará bien-

Mientras que mis lagrima caían una después de otra. No llore en su funeral, no fue hasta que después encontré algunas de sus prendas y el olor de su perfume me invadió. Me di cuenta que nunca más lo volvería a abrazar ni volvería a verlo, fue cuando me quebré.

Por que no importa lo que hagas, no puedes regresar el tiempo, jamás podrás hacerlo, y solo existe una sola razón.

Es que apreciamos los momentos cuando ya solo quedan recuerdos

Recuerdos de lugares que disfrutamos....
De comidas que apreciamos ........
Y de personas que extrañaremos......

Jack y yo nos conocimos, de una manera no tan casual, el sufría de una enfermedad incurable al igual que yo, el por su lado tenía su maldición y yo la mía

El sufría de VIH

Mientras que yo sufría de egocentrismo agudo

24 de marzo

Todo transcurría de manera calmada y serena hasta que Lian se abrió paso entre todos mis cuadernos con su manta cubriendo todo su cuerpo me percate de su presencia gracias al rabillo de mis ojos.

-April...... -

-dime Lian-respondí-

-no me siento muy bien- gire para verlo y dejar de lado mis cuadernos, mi hermanito Lian, el cual extrañamente es muy cercano a mí, ¿no se supone que los hermanos deben odiarse?, aunque ese no es el caso, sus cabellos color miel, gracias a los rasgos de mi padre, estaban alborotados y apuntando hacia todos los lados, su piel blanca, la cual estaba roja en ese momento, hacia que sus ojos negros resaltaran con un brillo que le entregaba las pequeñas lagrimas formadas por la congestión nasal que tenía en ese momento y la verdad estando enfermó se veía igual de tierno, toque su frente la cual estaba ardiendo-

-tienes razón-susurre- bien guardián llamare a Mamá para que nos lleve al hospital-

Llame a mi madre la cual estaba con mi padre llegando de hacer las compras.

-Lian no se siente bien-hable en un tono neutral-

-cariño que tienes- pregunto la señora Stone con su larga cabellera negra echa un lio en un moño sobre su cabeza, giro hacia mi posando sus ojos negros en mi para luego desatarse el pelo y hacer que caiga por sus hombros, era algo impresionante lo bien cuidada que era mi madre, tenía una anatomía exageradamente perfecta para ser alguien que esta pisando los treintena y seis, y es que no entendía lo perfectos que eran mis padres físicamente, ambos parecían ser salidos de una revista- te sientes mal corazón- dejo su bolso sobre uno de los estantes y se dirigió hacia Lian poniéndose de rodillas mientras lo veía-

-deberíamos llevar a mi campeón con su tía, después de todo no podemos llamar a nuestro doctor esta fuera del país- la voz de mi padre se escuchó desde la puerta el cual al llegar se quitó el sombrero que traía haciendo que su cabellera color miel saliera a relucir junto con su peinado perfecto el cual se unía en las patillas con una barba ligera que estaba comenzando a crecerle, comenzó a quitarse el saco que dejo ver parte de su piel ligeramente bronceada sus ojos color avellana se posaron en mí y me sonrieron de una manera tierna- ven princesa acompáñanos estoy seguro de que a tu hermano le gustaría-

-sabes muy bien que no me gustan los hospitales-

Y haci pasamos de estar en la casa a estar en la sala de espera, decidí no entrar y quedarme escribiendo un poco, y fue cuando lo vi un chico con piel blanca con ojos color azul, y su pelo castaño casi rubio, con zapatos color blancos pantalones azules una playera blanca con letras negras que decían "NASA" y con una camisa a cuadros roja, una bufanda roja y una chaqueta de cuero negra, pasaba por el pasillo hasta llegar al puesto de información y sala de espera, comencé a seguirlo con la mirada luego reaccione y aparte la vista de él para volver a mi cuaderno para seguir escribiendo mis historias.

Ocean Eyes 💙💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora