028. San Valentín

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14 de febrero, una fecha especial para las parejas y este año sería el primero que no pasaría sola pues ahora tenía a Caleb.

En la mañana me dio un enorme ramo de rosas y girasoles seguido de una caja de chocolates y me preparó el desayuno, luego lo invité a almorzar y como el día estaba lindo decidimos ir a tirarnos en el césped del parque.

El cachorro andaba dando vueltas alrededor nuestro mientras Caleb le sostiene la correa, hoy todo ha sido perfecto y aunque estoy exhausta prefiero no decírselo, para evitar una discusión en la que él me quiere llevar al hospital y yo me niego.

—¿Cuándo tienes chequeos? —inquirió Caleb

—Mañana— le informé y lo miré— no faltarás al entrenamiento, le diré a Ross que me lleve

La relación con mis padres y mi hermano mejoró después de una charla que Caleb nos obligó a tener y puedo decir que todo volvió a la normalidad incluso mejoró mi relación con Ross.

Caleb me miró con desaprobación pero no dijo nada sobre el tema —Tengo una sorpresa para ti— musitó

—¿Otra? — inquirí

—Si, vamos

Caleb se levantó de un salto y me tendió la mano para ayudarme, agarré al cachorro en brazos y caminamos un par de pasos hasta la motocicleta, cubrí a Roger con mi chaqueta mientras el rubio me ponía el casco y nos fuimos.

Dejamos a Roger en el apartamento, al cuidado del tío Ryker y luego Caleb vendó mis ojos y nos llevamos el carro del pelirrojo, no supe absolutamente nada de a donde me llevaría y por muchas preguntas que yo le hiciera no obtenía ningún tipo de respuesta.

De repente el carro se detuvo por completo y escuché el sonido de las llaves, Caleb se bajó del carro y escuche como abría mi puerta, me ayudó a bajar y la cerró detrás de mi.

De la mano empezamos a caminar, yo seguía sin ver nada, nuevamente sentí ruido de llaves y posteriormente otra puerta se abrió para volver a cerrarse una vez la atravesamos.

—Bueno, Puchini... te descubriré los ojos

—De acuerdo—dije

Caleb se posicionó detrás de mi y desarmó el nudo de la venda dejándola caer, abrí mis ojos y seguía sin ver nada porque todo estaba oscuro hasta que sin previo aviso luces tanto de colores como blancas se encendieron iluminando la biblioteca.

—En este lugar me viste por primera vez hace siete meses y en lo que seguro es poco para muchos para mi fue una odisea porque enamorarme de ti ha sido la aventura mas alocada y hermosa de todas

No sabía que decir, me quedé observándolo como una tonta, el besó mis nudillos uno por uno —Eres mi más maravillosa aventura— añadió

—Y tu mi más grandiosa experiencia

Caleb sonrió y tiró de mi hacia una de las mesitas, nos sentamos y él trajo chocolate caliente que gritaba Agnes por donde lo vieras pero me sorprendió cuando trajo una cajita rosada pastel con un corazón anatómico pintado en la tapa.

Al intentar abrirla me di cuenta que tenía un candado cerrado, por un momento creí que Caleb me daría la llave pero esa idea fue desestimada al instante.

—La llave no la tengo yo, la tiene alguien que te la dará cuando lo crea correcto.

— ¿Okey?

Caleb tomó su celular y con un toque empezó a sonar una canción lenta, si no me equivoco es conversations in the dark de John Legend, uno de sus cantantes favoritos.

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