¿Que Hacer?

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Este One-Shot participa de el concurso de la señorita Mia_gnzlz💜
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¿Que haces cuando la persona que te gusta no le gustas?

¿Que haces cuando viven coqueteando entre bromas y besos en uno a otro, pero sabes que no siente más que amistad por ti?

¿Que haces cuando lo que comenzó siendo una broma ahora es algo real para ti?

¿Que haces para dejarte de ilusionarte con una persona que sabes que no siente lo mismo que tu?

¿Que haces solo quieres ver a esa persona sonreír?

A veces, Meliodas se odiaba a si mismo por ello, por ser tan estúpido como para enamorarse de su mejor amiga, la chica con la que solía seguido bromear sobre ser pareja, la chica que siempre le sacaba sonrisas y suspiros, la chica que con solo su presencia le alegraba el día, la chica que con un simple mensaje le aceleraba el corazón, la chica que sin darse cuenta había logrado lo que muchas no, enamorarlo. Pero, ¿De qué servía eso? Si al final, el único enamorado allí era él.

A veces, lo único que él deseaba era que ella lo tratara mal, para así ya no sentir nada por ella. Sólo quería que aunque fuera por un momento ella lo tratara como la peor escoria que pueda existir. Que lo mirará mal. Que lo ignorará. Que lo insultara con odio. Que lo hiriera con sus palabras. Que lo dejara de lado por estar con alguien más. Que no lo tratara, ni le sonriera más. Porque lo único que deseaba era olvidar, no sentir aquello que sentía por ella, dejar de verla de otra forma que no fuera amorosa.

A veces, Meliodas se preguntaba, de tantas que habían, ¿Por qué de ella? ¿Por qué su mejor amiga? ¿Por qué Elizabeth? ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser su sonrisa la que despertara aquellos sentimientos? ¿Por qué siendo tan grande el mundo tuvo que terminar enamorado de ella? ¿Por qué debía saludarse de beso cada vez que se veían? ¿Por qué tenían que tener aquellos juegos de coqueteo donde fingían que eran pareja? Sabiendo que eso sólo lo ilusionaba más.

A veces, Meliodas deseaba que todo fuera como antes. Antes de sentir eso que sería por ella. Sólo deseaba volver a aquellas bromas pesadas, tardes de salir juntos, ver películas en su casa o solo hacer cosas raras porque ellos ya eran raros. Deseaba volver a aquellas locas mañanas donde ambos llegaban en la bicicleta del rubio a la escuela casi cayendo al suelo. Deseaba volver a esos días cuando solía quedarse bajo un árbol en la plaza a hablar, jugar, dibujar, comer, mirar a las personas y burlarse de ellas, bromear o simplemente estar allí, juntos. Deseaba volver a aquellos días cuando hacían pijamadas y podía ver la película tranquilo con ella, no como ahora que solía verla a ella a cada segundo, solo para admirarla.

A veces, Meliodas se hundía en alcohol cuando no sabía que hacer con sus sentimientos, hoy, era una de esas. Estaba completamente ebrio y a punto de tomar una decisión de lo cual muy seguramente terminaría arrepentido, pero en momentos como este, lo único que quería era despejar sus dudas, saber si debía seguir allí, sufriendo o si solo debía esperar, si eso era o no lo correcto. Lo único que deseaba era saber que sentía ella, si solo era un juego o también sentía lo mismo que él. Así que tomó el teléfono local y se pego a la pared esperando a que le contestarán.

—¿Meliodas?

—Ellie... —Susurró, mientras sollozaba un poco y remojaba sus labios buscando una forma de decir lo que quería decir— Yo...

—¿Mel? ¿Estás bien? Suenas raro...

—Estoy... Estoy bien yo... Quería decirte algo —Él sabía que ella no era boba, sabía que se había dado cuenta de que estaba borracho cuando la oyó tomar aire al otro lado del teléfono. Ella lo había cuidado tantas veces estando ebrio que sabía perfectamente como se escuchaba cuando lo estaba. Meliodas quería decir lo que durante tanto tiempo lo había estado torturando pero no lograba decir nada, no podía, dolía.

—Meliodas, estás borracho, ¿Cierto?

—Yo...

—Lo estás, ve a dormir, descansa, me hablas mañana cuando estés mejor, ¿Si? —Pero no, él quería hablar con ella en ese momento, le dolía tanto que dormir o descansar no era un opción, no podía. Una vez que tocaba la cama siempre terminaba pensando en ella y sin poder dormir, torturandose. Meliodas paso su mano por sus cabellos y se dejó deslizar hasta caer sentado en el suelo. No encontraba las palabras y estaba llorando— Mel... Ve a descansar, ¿Si? Estas ebrio...

—Te amo —Dijo, fuerte y claro, lo suficiente para que Elizabeth lo escuchara y se quedara unos segundos en silencio. Las lágrimas del rubio aumentaron. Le dolía todo, le dolía lo que sentía por ella, le dolía que ella no sintiera lo mismo.

—Mel... Estás ebrio... Vuelve a llamarme cuando no estés así por favor y hablaremos de esto, ¿Si?

—Te amo... —Volvió a decir, pero esta vez con la voz rota. Tenía un nudo en la garganta que cada vez dolía más. Aquel silencio de ella le dolía cada vez más, sus lágrimas no dejaban de bajar, su corazón no dejaba de romperse. Sólo quería una respuesta de ella, pero seguramente no sentía lo mismo que él, ¿O si? ¿Entonces por qué se quedaba callada? ¿Por qué sabiendo lo mal que estaba se quedaba callada? ¿Por qué no decía nada? ¿Por qué no lo rechazaba? ¿Por qué lo tenía así? ¿Acaso no se daba cuenta de lo mal que estaba por ella?

—Lo sé...

—Te amo, Ellie...

—Meliodas...

—Pero ya lo sabias, ¿No? Sabes lo que siento por ti y aun así sigues jugando conmigo... —El alcohol lo ayudaba a hablar, a ser más valiente, a decir aquello que por miedo nunca pudo decir. Porque en un momento como este era cuando más apoyo necesitaba. Porque en momento como este, cuando lo que quería que ella le dijera lo que sentía, simplemente lo dejaba allí, destrozado. Porque ahora, en ese momento él lo único que quería ahogarse en alcohol.

—No, no es así. Estás ebrio y no pienso responder a nada de lo que me digas mientras sigas así.

—¿Me amas, Ellie?

Un suspiro sonó al otro lado del teléfono. Un sollozo y jadeo lo hizo sentirse mal, pero... Si él estaba llorando, estaba destrozado, y a ella no le importaba, ¿Por qué debía preocuparse él por oírla sollozar? Ambos estaban mal, a ambos le dolía, ambos querían que esto parara, ambos necesitaban parar. A veces, debes ocultar ciertas cosas para no seguir hiriendo a la otra persona, por que a veces, la verdad duele.

—Hablaremos de esto luego —Y colgó, dejando a un Meliodas recostado de la pared, el suelo, con el corazón roto y las lágrimas bajando por su mejilla sin parar. ¿Le dolía? Por supuesto que lo hacía, pero, ¿Que podía hacer? Además de esperar, ¿Esperar que? No lo sabía, lo único que quería era quedarse en ese mismo lugar, no se quería mover, no quería nada, solo a ella, solo dejar de amarla. ¿Por qué el amor dolía tanto?

¿Que haces cuando la persona a la que amas probablemente no siente lo mismo?

¿Que haces cuando te dejan un corazón roto?

¿Que haces cuando quieres dejar de amar, pero no puedes?

¿Que haces cuando solo quieres llorar hasta morir?

¿Que haces cuando solo quieres estar solo hasta que esos estúpidos sentimientos se vayan?

¿Que haces cuando sabes que esos sentimientos probablemente nunca se irán por más lastimado que estés?

¿Que hacer?

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—Te amo, Mel... —Susurró tirada en el suelo con las lágrimas cayendo por sus mejillas. Lo hacía, de verdad lo amaba y siempre lo haría, porque tal vez nunca amaría a alguien de la forma en que lo amaba a él. Pero a pesar de eso no todas las historias de amor se hacen realidad, no todas tienen un final feliz, algunas simplemente... Terminan.


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Algo corto y triste, como yo :)

Es la primera vez que decido realmente participar en un concurso, así que deseenme suerte <3

Little_Star

¿Que Hacer? - Melizabeth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora