𝐄𝐩𝐢𝐩𝐡𝐚𝐧𝐲 ╰ํ⃝̸〭∙۬·𖤃 𝐤𝐚𝐤𝐮𝐢𝐳𝐚

𝐈

((NA: Recomiendo leerlo escuchando la canción, ya que están ligadas, podría leer la traducción de la misma.))

⭝

¿Por qué debía sentirse así? El vacío en su pecho se hacia grande, con cada paso que daba en aquella oscuridad sentia como sus ser se desgarraba, no sabía dónde se encontraba, la melodía desconocida tomaba más fuerza con el mínimo movimiento que daba y eso le asustaba, el miedo invadía su pequeña anatomía y junto al sonido cayó.

Descendía con fuerza, la oscuridad quedaba en un plano ajeno, su alrededor parecía el cielo en sus tiempos de crepúsculo, el dorado, las nubes y la humedad en sus mejillas...estaba más que agitado, no entendía el porqué de esto, pensaba en un sueño...en su imaginación o una ilusión creada por su subconsciente para evitar nuevamente la triste realidad, llevo su diestra a su pecho sintiendo el fuerte latido de su corazón para después intentar abrazarse a si mismo entre aquella caída infinita.

La realidad era difícil de ser explicada, al estar ligada con diferentes planos, su imaginación y pensamientos le dificultaba sacar una conclusión coherente de las situaciones que estaba experimentando, sumando su terror al tener que caer y lastimarse hasta el punto de perder la vida, pedía una explicación, suplicaba por una ayuda divina...entre lagrimas y balbuceos pudo gritar, gritó hasta quedarse sin aire.

Los sollozos eran más fuertes, el dolor en su pecho se veía consumido por el vacío de su pecho y al ver cómo la ayuda que anhelaba no aparecía, su desesperanza se hizo presente de la mano al negativo pensamiento.

¿Qué había hecho?

¿Era por su tristeza?

¿Su miedo constante?

¿Su llanto?

Sentia como su rol no había sido cumplido, no todo tenía que ser perfecto y el era su ejemplo pero...no lo había hecho, el recuerdo que dejaban diversos momentos en su mente no servían separados, estaban sin un sentimiento, sin amor, sin su alegría. Para el albino era costumbre mantener esos pedazos juntos, los tenía unidos tan fuertemente para sentir un significado...necesitaba cuidarlo, aquella flor, tenía la obligación de proteger eso que lo mantenía vivo, eso que tenía entre sus brazos hasta caer en un profundo sueño.

Es triste y lo sabía.

Estaba solo con la compañía de recuerdos fragmentados vuelto uno por la fuerza.

-¡No mires a bajo!

Aquellas palabras lo obligaron a salir de su trance, fue rodeado por unos brazos desconocidos y posteriormente estrechado con fuerza hacia un desconocido, los ojos del albino fueron inundados por gruesas lágrimas, mismas que deslizaron hasta ser elevadas por el viento, sin dudarlo se aferró con fuerza al contrario pensando en que el era lo que tanto añoraba.

Como si de una cuerda se tratase la caída se tensó, las manos ajenas se aferraron más a su cuerpo negándose a soltar al albino, estaban colgando de algo invisible, estaban juntos y eso quizás hacia la diferencia. Entre tontos intentos por relajar al de descoloridas hebras, lo escondió en su pecho quebrando aquel agarre que los mantenía.

Pensaba en una caída más fuerte, más dolorosa.

La caída había sido un transporte directo al suelo, con lentitud ambos cuerpos fueron recostados en el pasto dejando al castaño totalmente confundido.

Con cuidado, se acomodó e hizo un esfuerzo por no aplastar al pequeño, sin soltarlo se separó para ver su rostro, facciones delicadas, lágrimas deslizándose por sus regordetas mejillas y dos rojizos detalles en las mismas. Los ojos del albino hicieron contacto con los del azabache, fue una conexión dolorosa, una súplica de ayuda.

El azabache al entender su dolor no evitó el capricho de abrazar al contrario, estrecho su cuerpo con el ajeno y se levantó empezando a correr con este en brazos.

-Vendrán, ellos vendrán y te irás como los demás han hecho a lo largo de mi estadía, por favor no me dejes... no te separes, no quiero tenerte como un recuerdo -en un tono tembloroso el albino se aferró más al azabache, sintiendo una extraña sensación de familiar solo se dejó llevar por las palabras que escuchaba en su mente- No me dejes.

Y el azabache no lo haría, sin responderle apretó su cuerpo y siguió corriendo olvidando el miedo que hora antes de conocer al chico, lo estaba consumiendo. Algo le decía que no lo dejara, si la caída había parado por un simple abrazo el destino decía que no podía hacerle más daño a un ser tan roto.

Habia sentido el dolor del chico a través de una simple mirada, unos ojos tan vacíos y a la vez llenos de dolor.

-Me niego a dejarte aquí, aunque me cueste el recuerdo, voy a llevarte conmigo sea como sea no te dejaré atrás. -Lo apretó un poco más y miro a su alrededor tomando el camino izquierdo, notando como a su derecha el contenido se desplomaba con facilidad.- te mantendré conmigo hasta el final.

Sintió la humedad nuevamente supo que lo había hecho llorar, paró y dejó que el albino bajara de sus brazos, volvió a mirarlo sintiendo la mano del contrario entrelazarse con la suya, viéndolo asentir y ejercer una pequeña fuerza en el agarre supo la respuesta. Nuevamente empezó a correr ahora junto a su Lila.

El pequeño lo miró y el plano cambió, el recuerdo de ver a un chico exactamente igual a el estuvo presente por unos segundos, su sonrisa, sus ojos, eran idénticos. Su pecho dolió y apretando el agarre miro hacia atrás notando la enorme oscuridad sin una figura fija, los señaló a ambos.

Olía terrible, sentían miedo y el dolor causado por el simple contacto de sus manos incrementaba.

El azabache sostuvo su pecho jalando al otro chico haciéndolo retroceder junto a el, al ver su expresión el dolor se hizo más fuerte, sabía de quién eran esos ojos, esa expresión... su mente no dejaba de jugar con un recuerdo inexistente...

Al ser señalados por la entidad sintieron sus cuerpos hundirse, fueron separados, la presión que sentían era mutua, la desesperación por querer encontrar al otro y enmendar el recuerdo que se presentaba al tener contacto, sabían que pasaría algo al ser consumidos, habían sido lentos al darse cuenta y eso aumentaba el terror que se encontraba en el ambiente.

Se miraron, la distancia los separaba pero hicieron el estúpido intento de alcanzarse, sus lágrimas manchaban de luz a la oscuridad que los consumía, la salvación del otro se había presentado junto al recuerdo inexistente de momentos junto al desconocido.

Afrontaban el querer vivir para saber la respuesta y eso fue más que suficiente para su miedo, rápidamente fueron consumidos entre tinieblas.

⭝

Y el albino al abrir sus ojos diferenció la habitación del hospital, miró sus brazos lastimados, llevó una de sus manos a su cabeza y se acomodó pensando en el sueño que había tenido, aquel chico y la figura.

-Fue tonto..-Se abrazó a si mismo recordando el brillo carmín de los orbes ajenos, lágrimas deslizaron por sus mejillas hasta manchar parte de la bata, aunque la mayor parte de esos momentos habían sido un misterio, aceptaba lo bien que se había sentido al escuchar las palabras del azabache.- Te fuiste muy pronto...debi sostenerte más fuerte..

El dolor en sus palabras era notorio, con lentitud seco sus lágrimas notando el brillo que estás habian dejado plasmadas en sus palmas, sintió su corazón latir rápidamente y al voltear.

En la camilla vecina, Kakucho lo veía, miraba sus manos para después devolverle la mirada a él y sonreir, alegremente sintió el alivio antes de sentir aquellos brazos conocidos rodearlo una vez más.

-Te encontré.