Duelo de mafias - Chaesoo - Jenlisa g!p

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Minutos después Lisa salió de ahí, atónita por lo que había hecho. Su celular comenzó a sonar, era Yang.

- ¿Ya hiciste lo que te pedí?

- Ya esta listo, tus hombres pueden corroborarlo

- Perfecto Lisa, acabo de mandarte la ubicación de donde esta Jennie, ve por ella

Lisa revisó sus mensajes, efectivamente, Yang mandó la ubicación de donde se encontraba Jennie, así que de inmediato subió a su camioneta para ir por ella.

Llegó a una casa pequeña en el campo, bajó de su camioneta y entró. Ahí estaba Jennie atada a una silla.

- Ya estoy aquí mi amor. - Le dijo yendo hacia ella para desatarla

- Lisa. - Sonrió al verla. - Vámonos por favor, no quiero estar más aquí

- Todo estará bien Nini. - Acarició su rostro y dejó un beso en sus labios. - Te amo y no sabes cuanta falta me hiciste

Jennie y Lisa salieron de ahí.

Días después

Los hombres de Kim habían atacado a Yang. Pero al entrar a la casa, no estaba Jisoo. Los hombres le habían dicho que estaba muerta, pero el solo lo tomó como un mal comentario por parte de Yang Hyun Suk. Estaba seguro de que su hija seguía viva y la iba a recuperar. Tenía a todos sus hombres buscando a Yang a lo largo y ancho del país, tenía que encontrarlo.

- Estoy tan desesperada. - Decía Rosé llorando al señor Kim, Lisa y Jennie. - ¿Dónde esta Jisoo?

- Rosé te aseguro que la voy a encontrar. - Dijo el señor Kim tomando su mano. - Voy a encontrar a Yang y lo voy a matar

- Señor Kim tenemos noticias. - Informó uno de sus hombres. - Me gustaría que habláramos en privado, es algo delicado

- Si se trata de Jisoo yo también quiero saberlo. - Dijo Rosé de inmediato

- Estoy de acuerdo con Rosé, papá. - Apoyó Jennie

- Esta bien, habla. - Dijo Kim

- Lo siento mucho señor Kim, señoritas. - Dijo triste. - Encontramos un cuerpo a las afueras de la ciudad, todo parece indicar que se trata de la señorita Kim Jisoo

- ¿Estás seguro de lo que me estás diciendo? - Preguntó Kim

- Sí señor. - Respondió. - Se trata de ella

- ¡No! ¡No maldita sea esto no puede estar pasando! - Gritó Rosé llorando desesperadamente. - ¡Jisoo no puede estar muerta!

- ¡No Jisoo no! - Decía Jennie llorando. - ¡Papá dime que no es cierto! - Lisa la abrazó

- ¡No! ¡Mi hija no! - El señor Kim comenzó a sentirse mal, sentía un dolor intenso. - ¡Maldito Yang! - Se tocaba el lado izquierdo de su pecho

- ¡Papá! ¡¿Estás bien?! - Fue Jennie hacía el. - ¡Papá responde! - Al parecer al señor Kim le había dado un infarto

- ¡Llamen a una ambulancia rápido! - Ordenó Lisa

- Papá sigue conmigo por favor, papá, por favor te lo ruego

Más tarde

Rosé se encontraba junto con Jennie en el hospital, esperando a saber algo sobre el estado de salud de su padre. Lisa no estaba ahí, pues Jennie le pidió de favor ir a reconocer el cuerpo que habían encontrado, ya que ella no tenía el suficiente valor para hacerlo.

- ¿No ha hablado Lisa? - Preguntó Rosé

- No, aún no me llama

- Yo tengo la esperanza de que el cuerpo que encontraron no sea de Jisoo, es que ella no puede estar muerta. - Dijo eso comenzando a llorar nuevamente. - No puedo vivir sin ella Jennie

- Yo también espero que no se trate de ella, también tengo la esperanza

Minutos más tarde, un doctor llegaba con ellas para informar acerca del estado de su padre. Ya se encontraba mejor, por fortuna. Ya mas tarde, Lisa llegaba con ellas para informar lo que había sucedido.

- Lisa que bueno que llegas. - Dijo Jennie abrazándola

- ¿Cómo sigue tu papá? - Preguntó

- Mucho mejor

- Lisa por favor, ya dinos lo que pasó, el cuerpo que encontraron ¿se trata de Jisoo? - Preguntó Rosé

- Sí, se trata de ella. - Lisa las abrazó fuertemente. - Tienen que ser fuertes por favor

- No puede ser, no, no puedo creerlo. - Decía Rosé llorando

- Ya me encargué de todo, en unas horas podremos ir a la funeraria y despedirnos de ella. - Comentó Lisa

Más tarde

Habían pasado ya un par de horas, se encontraban ya en el funeral. Rosé se levantó de su asiento y fue hacia el ataúd.

- Diles que abran el ataúd, necesito verla. - Pidió a Lisa

- No se puede abrir Rosé

- ¿Por qué? - Preguntó. - Lisa necesito verla por última vez, por favor

- A Jisoo la torturaron, aun después de muerta, no quiero darte los detalles, no quiero lastimarte más, pero lo mejor será que no la veas, espero que entiendas

- Esta bien, entiendo

- ¿A dónde vas?

- Iré a casa a darme una ducha, regreso más tarde

Rosé salió de ahí, abrió la puerta de su auto y subió. Se asustó al ver por el espejo retrovisor, en la parte de atrás de su auto, a Yang Hyun Suk.

- Sshh no grites. - Dijo Yang

- ¿Qué quieres? - Preguntó. - Ya me has destrozado arrebatando de mi al amor de mi vida

- Solo quería saber como estabas

- Destrozada ¿Acaso no lo ves imbécil? Mataste a la mujer que amo, me has quitado las ganas de vivir

- Ella se metió conmigo, si no hubiera pelado por ti, ella seguiría viva, a mi nadie me gana. - Yang abrió la puerta del auto. - Mi más sentido pésame. - Seguía burlándose

Rosé encendió su auto y condujo hacia su casa. Al llegar entró y comenzó a recordar todo lo que había vivido con Jisoo. Recordó aquella vez que llegó completamente borracha a su casa, diciéndole cuánto la amaba y le hacía falta, ese día fue inolvidable, Rosé manejando por la carretera junto a Jisoo, esa noche fue la primera vez que estuvieron juntas. Siguió caminando hacia su habitación, observó su cama y recordó todas aquella noches que hicieron el amor, de los besos, las caricias, los te amo. Continuó caminando, se sentó sobre la cama y del cajón de su buró tomó una fotografía que guardaba de ellas dos.

- Perdóname mi amor. - Decía llorando amargamente. - Todo fue mi culpa, estas muerta por mi culpa, debí hacer a un lado mi maldito orgullo, hacerte caso cuando me advertirtiste de Yang, ahora por mi culpa no estas aquí conmigo. - Besó la fotografía y la llevo a su pecho. - Te amo Jisoo, te amo, perdóname por favor mi amor, perdóname. - Continuaba llorando, estaba tan destrozada. - Nos vas a hacer mucha falta. - Dijo eso tocándose el vientre. - Aquella vez que coincidimos en la farmacia, yo fui por una prueba de embarazo. - Su voz se quebraba al hablar. - Dio positiva, estoy embarazada, te juro que te lo iba a decir, este bebé nos uniría de nuevo, perdóname por favor, por mi culpa no estas aquí conmigo, no vas a estar con nuestro hijo ¡No! ¡No maldita sea! - Seguía lamentándose. - Perdóname mi amor, perdóname

:(