♚Reyes y Peones♔ #RP2

♚52♔

Alex

El peso de Cody es demasiado como para sostenerlo con un solo brazo, pero lo intento de todas formas. Ni si quiera sé si el perro sigue con vida pero lo que tengo claro es que, muerto o no, no voy a dejar que se quede aquí. Le ofrezco la otra mano a Niall, quien se apoya en mí buscando el apoyo necesario para ponerse en pie. Sigue presionándose el costado, intentando detener la hemorragia, pero la sangre escapa de entre sus dedos.

-Tienes que levantarte -le ruego, tirando de él con las pocas fuerzas que me quedan -, por favor.

Niall me mira, su cara blanca como el papel hace que el verde de sus ojos resalte más. Hay dolor bajo sus facciones, un dolor tan grande que, aunque se esfuerza por ocultarlo, no lo consigue.

Veo a Gabe, Jess y Trevor salir del edificio y respirar aliviados. Busco con la mirada a Max, pero al moreno no se le ve por ninguna parte. Pienso que es probable que se haya detenido a ayudar a alguien más, Max es así, aunque el tiempo no juega a su favor y debería abandonar el edificio ya.

Ni si quiera sé cómo han sabido que podían escapar pero ya no me importa, están aquí.

Noto sus caras de alivio, las miradas de horror que tenían se sustituyen por otras más esperanzadas. Entonces escucho los gritos de los demás RP, que siguen saliendo a oleadas del edificio, y vuelvo a conectarme con la realidad.

-¡Alejaos del edificio! -grito y Gabe, que parecía estar haciendo un recuento, sube la cabeza de golpe para mirarme - ¡Va a estallar!

Niall se agarra a mi muñeca y tira para ponerse en pie, cuando lo consigue se tambalea de forma peligrosa pero no llega a caer. La escopeta con la que disparó al Rey yace en el suelo, igual que el cadáver de éste.

-Vamos Niall -paso su brazo por encima de mis hombros y comenzamos a caminar a duras penas hacia una de las enormes furgonetas negras con las que el Rey pretendía huir de allí -, no debe de quedar mucho tiempo.

Escucho a las personas corriendo de forma descontrolada por toda la calle, gritando y llorando. Entonces un aroma a rosas lo impregna todo, y si todavía era posible, mi corazón se acelera aún más.

Trevor aparece a mi lado. Nuestras miradas se cruzan, gris con azul, pero ninguno de los dos dice nada. Trevor aprieta su mandíbula mientras coge el otro brazo de Niall y se lo pasa por los hombros también, cargando parte de su peso y ayudando a que avancemos más rápido.

Gabe y Jessie parecen haber tenido la misma idea que yo y se esconden tras otro de los furgones, agazapados tras el vehículo.

Justo cuando conseguimos llegar a la furgoneta un estruendo enorme se escucha a nuestras espaldas. En las ventanas de los edificios de enfrente puedo ver la ola de fuego que estalla cuando la cuenta atrás llega a su fin. Una nube de polvo, escombros y flama se alza hasta el cielo, como un látigo ardiente que pretende quemar las nubes, ni si quiera la lluvia es capaz de apagar el incendio.

Me cubro las orejas con las manos mientras fragmentos de lo que antes fue el Chill chocan contra el furgón o sobrevuelan nuestras cabezas. Un trozo de hormigón cae junto a mi rodilla y no puedo evitar soltar un grito de sorpresa.

La explosión se prolonga durante varios segundos, tiempo en el que todo es ruido, golpes y caos. Veo a personas arrastrando a otras, intentando salvarles de cualquier golpe; otras se desploman contra el suelo cuando algún objeto les golpea mortalmente.

No está bien, nada de esto está bien... Todas esas personas están sufriendo y muriendo porque nosotros desatamos la ira del Rey, todo esto es muy injusto.

Cuando la explosión cede lo único que soy capaz de escuchar es un interminable pitido. Una nube de polvo lo cubre todo y la garganta y los ojos me escuecen. Trevor me grita  algo, y aunque soy incapaz de escuchar lo que dice, por sus gestos distingo que se trata de Niall.