Maldito imbécil, ¿cómo carajos se le ocurre que volveré a mi casa?
-Idiota,¿Qué rayos te pasó por la cabeza para no recargar la gasolina?-dije exaltada.
-Perdóna, reina.- dijo sarcásticamente, solo logrando hacerme enojar más.El estar borracho y en medio de la nada no lo hacía mejor. El idiota frente a mi solo tenía una sonrisa y en sus ojos tenía pequeños destellos de distintos sentimientos. Entre estos logré identificar la culpabilidad, el sarcasmo, la diversión y,por último, el deseo, pero este último siempre lo portaba desde que lo conozco así que no puedo decir mucho de eso.
Y sé que están pensando en ¿cómo llegamos a esta situación? Pues es una historia tonta de contar. Para hablar de ella primero tendría que decirles ¿quién soy? Y ¿quién es mi, ahora borracho, acompañante?
Pues déjenme presentarme, soy Evangeline Adler. Vivo en California junto con mi hermano y sus amigos. El chico frente a mi se llama Daemon y si es un verdadero demonio en persona. Su físico es imponente y altamente atractivo. Su piel bronceada, labios rosados, mirada color azul, largas pestañas y nariz fina hace que su rostro sea peculiarmente atractivo. También, el color negro azabache de su cabello, sus músculos que lo hacen tener un aspecto más fuerte y severo junto con su ropa hecha a la medida hace que sea una explosión de lujuria, deseo y desenfreno. Todo eso lo trae consigo un hombre de 27 años de edad. Pero más adelante hablaré de mi historia.
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Perfectamente Imperfecto
RomanceVivimos en un mundo perfectamente imperfecto donde queremos lograr nuestras metas, tener romances perfectos y amigos que duren y perduren. O ese es el pensamiento de Evangeline Adler. Una joven introvertida con un corazón de oro cubierto por un glac...