La mano en su hombro lo despertó de su profundo sueño. Abrió los ojos y vio que Mew aún dormia. Ken venía a ocupar su lugar en unas horas le darían el alta y a Gulf le hacía falta bañarse y descansar en una cama. No quería dejarlo, pero su amigo tenía razón. Tomó sus cosas, besó su frente y salió.
Afuera lo esperaban Tul y Max.
M- listo?... te ves fatal.
El susto había pasado,y ahora la fatiga se notaba en su rostro. Se detuvo de golpe. Respiró profundo y se subió al auto con los chicos.
G- Ve despacio. Necesito confirmar algo.
Max lo miró extrañado pero hizo lo pedido.
Ahora estaba seguro
G- el auto azul nos está siguiendo. Ahora ya sabemos en qué se mueve. No lo olviden.
Por el retrovisor ambos vieron de cual se trataba y apretando los puños asintieron. Harían lo que fuera por no volver a ver a Gulf sufrir otra vez.No había nadie en la habitación. El se había ido. Le dolió no verlo ahí con él. Sabía que había dormido a su lado. Pero le molestaba no saber cuando se fue.
K- buenos días amigo! Descansaste?... si buscas a tu otra mitad le pedí que se fuera a casa. Casi no se ha despegado de ti.
Necesita una cama.
En un momento vendrán Champ y Pui con tus papeles de alta.
Mew estaba agradecido por fin saldría de ahí.
M-... necesito un favor....hmm... podrías sacara la canasta del baúl de mi coche?.... la comida ya se habrá hechado a perder. Y de seguro apesta.
Ken lo miró alzando una ceja...
M- iba a llevar a Gulf a un lugar....y.. depaso... comeríamos.
K- ok ok... dalo por hecho.
Era gracioso que aun sin recordar Mew volviera a caer en los encantos de Gulf.
Dos ricitas cómplices entraron en ese momento. Olvidaron que tenían público.
Ch- hola!...emm... ya esta todo listo... podemos irnos.
El rosto de Pui estaba rojo. Aún no se acostumbraba a que la vieran con Champ así. Pero se sentía tan feliz. Jamás pensó que estaría saliendo con él. Tenía que agradecerle a Ken después, por no ir a la cena esa noche.
P- Quieres que me quede contigo esta noche?
M-... gracias por el ofrecimiento Pui, pero no, estaré bien. Extraño mi cama y realmente necesito una ducha. No te preocupes por mi, estoy bien.
Mew estaba contento que al fin volvería a su departamento y volvería a ver a Gulf.Dormia profundamente pero unos suaves pero insistentes golpes lo iban llevando a la realidad. Ya había oscurecido y su habitación estaba en penumbra. Se levantó con pereza sin encender la luz. Seguían golpeando. Un tanto enojado abrió la puerta y por poco no ve quien era ya que esta persona lo acorrala contra la pared y atacó su boca con hambre. No tardó en responder al beso. El también había extrañado esa boca y ya no había nadie que los interrumpiera. Pasó los brazos tras su cuello y se aferró a sus cabellos para hacer más profundo el contacto. Sus lenguas bailaban y se acariciaban con desesperación.
Estaba en su cuarto dando vueltas en la cama. Había estado atento al ruido en la habitación continua, pero no se oía nada. Hacía horas que había vuelto y solo quería tener a ese dulce hombre entre sus brazos. Pero parecía que no había nadie. Cuando no soportó más fue hasta al lado y comenzó a golpear la puerta. En el momento que está se abrió no perdió más tiempo y lo tomó entre sus brazos. Quería compensar el año durante el cual Gulf había sufrido por su ausencia. No se cansaba de su boca, estaba sediento. Empujó su cuerpo contra el otro pidiendo sentir como sus cuerpos volvían a la vida, movían sus caderas como pidiendo más. Estaban ardiendo. Necesitaba respirar pero a la vez tenía miedo de separarse.
Gulf no aguantaba mas quería sentirlo más contra él, una de sus manos abandono su cuello y buscó el borde de su remera para llevarla bajo esta y recorrer su piel. Era tan cálido y suave. Por momentos apretaba sus dedos contra la carne y la arañaba. Sabía que no debía, ahora no, poco a poco su conciencia iba volviendo, el quería volver a hacer él amor con Mew, pero no así. Quería que lo recordara primero. Necesitaba que lo recordara. Lentamente fue cortando el beso, apoyó su frente contra la de Mew mientras recuperaban la respiración.
G-... hola
M-... hola.... perdón...n.. no podía dormir. Que.. quería verte... no estabas... cuando des... desperté
G-... cariño... lo lamento... me obligaron a venir a descansar...
M-...mmm... adoro que me llames así.... puedo... puedo quedarme.. contigo esta noche?..
Gulf quedó sorprendido por esta petición. No sabia que decir. Las palabras no salían de su boca.
M- solo.. solo quiero dormir a tu lado... por favor?..
No podía negarse, no cuando lo miraba así. Tomó su mano y en silencio lo llevó hasta su cama. En silencio se acostaron y Mew lo rodeo con sus brazos como si tuviera miedo que volviera a escaparse.
G- no te preocupes... aquí voy a estar cuando despiertes..
Entrelazó sus dedos con los de Mew y poco a poco fueron cayendo rendidos ante el cansancio.
El sol como un bandido fue entrando de apoco por la ventana para encontrar a estas dos personas fundidas en un amoroso abrazo. Dormían apaciblemente como si no existiera nadie más a su alrededor.
Mew fue el primero en abrir sus ojos y ahí estaba él, con su cabello revuelto, acostado sobre su brazo y de cara a su pecho. No había palabras para definir lo feliz que se sentía. Prometió compenzar su larga búsqueda y sus noches de insomnio. Moría de ganas de recorrer su cuerpo a besos, era tan sexy. Quería volver a hacerle el amor, y lo haría y sabría que ya recordaba, ese sería el momento justo para volver a hacerlo suyo. Debía preparar un nuevo picnic. Y tenía que ser pronto, porque no sabía cuánto más podría aguantar.
G-.... Buenos días...
Sin abrir los ojos se acercó más a Mew escondiendo su nariz en su cuello...olía de maravillas... notando como su entrepierna también despertaba se levantó de un saltó, poniendo en su rostro todos los tonos de rojo...
G-... eeemm...yo... necesito.... voy al baño.
Y así corrió a ocultarse dejando a un muy divertido Mew recostado en la cama. El también lo había sentido. Pero no se imaginó que reaccionaria así.... sería un tormento pero a la vez divertido ver como Gulf lo evitaría y el no se lo haria tan fácil.
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El corazón en el espejo
RomanceSolo bastó una noche para poner su mundo al revez. Paso de ser alegre a malhumorado, los espejos estaban prohibidos y nadie sabía por qué. Día y noche buscando a esa persona que así como vino desapareció.