Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)

C A P Í T U L O 55

_____ Williams.

—¡Todos a sus lugares, por favor! Sé que esta un poco tarde y todos queremos descansar, serán las últimas escenas y nos iremos, ¿De acuerdo?—todos los chicos dieron un asentimiento de cabeza mientras hacían un mohin de cansancio.

Por un momento me quede viendo a la nada, la sonrisa y ojos de mi hermana aparecieron en mi mente, ¿Acaso la culpa volvía? No, no quería que lo hiciera, me da miedo caer de nuevo en ese vacío.

—¿____?—me llamó, parpadee un par de veces y la enfoque—¿Estás bien?

Mire a Dove con estupefacción y volví a la realidad.

—Todo esta bien, solo quiero descansar—comente mientras caminaba para adentrarme al set.

Ella me acompaño en silencio.

-

Estaba sentada en el suelo del estacionamiento, mi espalda está recostada en la puerta de mi auto, estaba temblando y sudando, sentía que mi pecho iba a estallar por sus latidos tan fuertes, a veces sentía que me faltaba aire y que me desmayaria en cualquier segundo. Las lágrimas decendían solas humedeciendo mis mejillas hasta mi mentón.

Ya casi todos se habían ido, estaba yendo al coche cuando me derrumbe, primero empezó como una punzada en mi pecho y después recuerdos de Allison y yo, de papá y demás, sentía miedo de perder el control de mi mente o de mi cuerpo y solo me tire en el suelo.

Me encogí, tenía mis rodillas a la altura de mi pecho, apoye mis antebrazos en ellas y escondí mi cabeza, trataba de tranquilizarme pero no podía.

—¿___?—reconocí de inmediato la voz de la rubia.

Levante mi cabeza poco a poco y la mire, sentí un escalofrío en mi cuerpo y el aire volvió a faltarme, intentaba respirar pero el aire no llegaba a mis pulmones, ¿Iba a morir? ¡No! No puedo morir.

—Dove...—arrase mis palabras con lentitud.

Al ver mi estado note como su rostro se contrajo de preocupación, se colocó en cuclillas.

—Hey, todo esta bien ¿si?—trato de hablar con firmeza pero no lo logro—Tienes que calmarte.

—Voy a morir—mi voz salió temblorosa—No puedo respirar.

—No. No vas a morir—demando.

—¡No puedo respirar!—brame aterra.

—¡Ya lo sé!—exclamo desesperada—Okeeeeey tranquila.

Dove puso una mano en mi hombro e hizo caricias intentando tranquilizarme.

—Todo esta bien, _____, estoy aquí, calma—negué con la cabeza y ella siguió—Tienes que tranquilizarte.

—¡No! ¡Voy a morir!—mi voz salió en un hilo.

Después solo pude pensar una cosa.

Madelaine.

—M-Mads...—titubee.

La rubia frunció el ceño.

—Madelaine, quiero a Mads—supliqué mientras lloraba.

—Sí, bien, voy a llevarte con ella—asintió.

Me ayudo a levantar y me guió hasta el asiento del copiloto, le di las llaves del auto y ella luego se subió.

Mi cuerpo aún temblaba y mi pecho dolía, mi mente jugaba con varios recuerdos que odiaba. Papá golpeandome, diciéndome lo inútil que era.

De repente empecé a escuchar susurros cerca de mis oídos, se oía como la voz fría y cruel de Chris Williams, me decía lo decepcionado que estaba de mí, que Allison estaba muerta por mi culpa.

Empecé a menear la cabeza, inconscientemente coloque mis manos en mis oídos intentando callar esos murmuros.

—Trata de no perder la cabeza, casi llegamos—artículo con su voz tembloroso.

Debería sentirme avergonzada por que ella me había encontrado en esa situación pero no podía estarlo...me sentía mal por mi y solo no quería morir u pensar más.

En minutos nos estacionamos frente al edificio, por suerte la pelirroja estaba saliendo de aquel, al ver mi coche se aproximo a nosotras con el ceño fruncido.

Dove se bajo rápidamente y hablo con ella tratando de explicarle, Madelaine corrió hacia la puerta del copiloto y la abrió.

—Cariño—su voz suave llego a mis oídos.

Con mis ojos enrojecidos la mire, ella me dio una sonrisa tranquilizadora.

Salí con dificultad del coche y me tire a abrazarla como si mi vida dependiera de ello. Sus brazos me dieron una tranquilidad y protección inigualables.

—Todo esta bien, estás bien amor—demando con firmeza.

—Duele...

Mads se separo un poco, puso sus palmas en mis mejillas limpiando algunas lágrimas.

—Tengo miedo—admití.

Me respiración volvió a fallar, ahora nada de aire llegaba, empezaba a hiperventilarme.

—Una respiración a la vez—mencionó mientras hacía círculos con su pulgar en mis mejillas.

—N-no p-puedo...—hablé colocando mis manos en mi pecho.

Sus iris marrones reflejaban seguridad.

—si puedes—demando—No estás sola ¿bien? Estoy contigo—sonrió con dulzura—Vamos a hacerlo juntas.

Madelaine comenzó a respirar lentamente, daba una inhalación y exhalaba por la boca con lentitud.

Con dificultad comencé a imitarla.

Poco a poco senti el aire llegar a mis pulmones, mi pecho subía y bajaba con más lentitud.

Logre estabilizarme.

—Mads...—arrase dándole con leve sonrisa.

Hay tanta paz en sus ojos que logra que mi caos se ordene en su mirada.

Ella no dijo nada solo me dio un beso con dulzura.

—Te amo—comente mientras volvía a abrazarla.

—¿Quieres hablar de qué pasa?—inquirió.

—Sí...vamos a dentro—mencione.

Me gire sobre mis pies y vi a aquella rubia que estaba apoyada en el capo del auto, jugaba con sus dedos tímidamente.

Me encamine hacia ella con mi mirada perdida tal vez neutra y hable con seriedad.

—Gracias por ayudarme, pide un uber y ve a tu casa.

Dove alzo sus ojos hasta chocar con los míos y me dio un mirada de: ¿Es en serio?

Agarre la mano de Madelaine y la guíe a dentro del edificio.

Cuando estábamos adentro de su departamento me tire en su cama.

Mis ojos se sentían pesados, Olive apareció en mi campo de visión, se me tiro encima y lamio mi rostro.

La salude y acaricié, Mads entró y se acomodó a mi lado, me acosté en su regazo y comenzó a acariciar mi cabello.

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