Varios países rodeaban una pequeña mesa, observando a la suerte actuar.
- ... Okay, si sale dos pares, éste pibe que está al lado mío,-Argentina agarra el hombro de Uruguay.- tiene que comprar facturas.
Los demás aceptaron y los dos dados fueron lanzados a la mesa, cuáles uno salió par y el otro, impar.
- Ja, perras.- Dijo Uruguay indiferente.
El juego siguió:
- Bien, si uno sale impar, y el otro par, México tiene que robarle un beso a Argentina.- Continuó Colombia.
Los recién nombrados sólo se miraron con vergüenza, sin decir nada.
- No se quejan, dale, tirá los dados.- ordenó el uruguayo.
Dicho y hecho, los cubitos cayeron sobre la mesa, una cara salió 6, y la restante, 3.
Todos los países empezaron con el típico "uhhh".
México decidido, dio un último mordisco a su manzana verde para luego tirarla al tacho de basura, tragó bien, se acercó al argentino y le plantó un pico algo rápido.
- ¡Ay el amor~! - Exclamó Perú.
Y siguieron jugando a las apuestas.
México y Argentina no se dirigieron la palabra por unos cuantos minutos después de aquel rápido beso.
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Based on real cases.