VIII

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Los niños al mirarnos fijamente en cualquier momento del día, piensan: "Compadezco el cansancio de aquel hombre adulto". Sí es la cruda verdad, veámoslo de dos puntos diferentes:

Uno que toca ser un ermitaño adicto al trabajo, vivir a diario las mismas escenas desde que amanece hasta que anochece , tener un sueldo que solo te sustenta para sobrevivir más no para vivir , comprando la felicidad más no felicidad, personas que actúan desde la violencia, carecen de perspectiva de juicio propio, acumulan resentimientos, la gran mayoría con depresión, cansancio, flojera, etc; una vida mecanizada.

Por otro lado, ser una persona completamente contraria al párrafo anterior, vivir sacando provecho a su día a día, teniendo una actitud positiva a las circunstancias, trabajar en lo que te apasiona, vivir el momento, tener una estabilidad emocional, y sobre todo sentirte que realmente disfrutas tu vida de muchas maneras, teniendo moral y virtudes.

¿Pero qué es lo correcto enseñar a un niño? ¿Oprimirlo para convertirlo en una persona de bien, cuando la sociedad influye en la adolescencia?, ¿hacer que camine solo y sé eduque solo?,¿o a causa de castigos y educación estricta garantizas su futuro financiero?, ¿enseñarle a vivir con el arte y música? ¿Qué es lo correcto? ...No se trata lo que el mundo te da, si no lo que tú le das al mundo.

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