Capítulo 152: ¡Donde hubo fuego!

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"Eres lo que tú decides ser"

—Hogarth Hughes.


—Y bueno, esa es toda la historia —Yao se sentó sobre la barra pensativo.

El Xing long colocó sus pies sobre el asiento con los brazos apoyados en las rodillas y los dedos entrelazados. Su mirada sería caía totalmente sobre Shen.

—¿Por qué me cuentas esto ahora? —preguntó Shen cabizbajo —. ¿Qué sentido tiene?

—¿Por qué? —Yao meditó un momento —. Me parece que al menos mereces saber la verdad, Shen. Así podrás escoger tu camino sin arrepentimiento.

—¿Mi camino? —Shen mostró una sonrisa sarcástica —. ¿No has prestado atención? Mi camino ya se acabó. ¡Estoy muerto!

—Si, lo estás —respondió Acnologia fríamente —. Al igual que nosotros. ¡¿Y qué con eso?!

—No pareces haber ganado experiencia en veinte años de muerte —Shen giró su cabeza hacia el dragón negro molesto —. Una vez que mueres, te quedas muerto.

—¡Es cierto! —intervino Yao —. Lo muerto, muerto está. ¿Pero qué hay de las brasas? ¡Donde hubo fuego!

—Podría ser... —Shen lo pensó un momento —. ¿Qué con eso?

—¿Todavía necesitas escucharlo imbécil? —preguntó Acnologia de mal humor.

—¡No voy a volver si es lo que quieres escuchar! —respondió Shen —. No hay nada para mí atrás.

—¿Nada? —Yao se burló —. ¿Estás seguro?

—¡Completamente! Le hago un bien al mundo si me quedo muerto.

—¡Cobarde! —exclamó Acnologia.

—¿Qué has dicho? —los ojos de Shen cambiaron a dorado, luego azul.

Shen golpeó la barra, derribó a Yao y observó a Acnologia con enfado.

—Está bien tener miedo, todos lo tenemos alguna vez —comentó Yao para calmar los humos —. Sólo así podemos demostrar que tan valientes somos.

—¡No tengo miedo! —respondió Shen.

—Si no lo tienes. ¿Qué haces aquí? —el tono del dragón negro sólo conseguía irritar más al joven —. ¿Qué te impide seguir con tu camino?

—¡Eso quisiera saber yo! —bramó Shen —. Creí que se había acabado, creí que por fin sería libre.

—¿Libre? ¿Por eso te dejaste derrotar tan patéticamente? —Acnologia echó a reír —. Las cosas no son tan fáciles niño.

—¡Natsu me derrotó limpiamente!

—¡Claro, como digas...! El hijo de Igneel te derrotó porque así lo quería tu corazón —respondió el dragón negro —. Te rendiste cuando viste la oportunidad.

—¡¡YO NO ME RENDÍ!! —Shen golpeó un columna furioso y esta se derrumbó.

—¡Si lo hiciste! —Acnologia dejó su asiento —. ¡Hace mucho tiempo! Estabas vivo, pero más muerto que nosotros.

Shen quedó sin palabras, su furia se desvaneció y bajó los brazos.

—¿Qué se suponía debía hacer? —Shen golpeó a Acnologia en el rostro —. Estaba completamente solo, no tenía nada ni a nadie, ninguna buena razón para vivir. Pero aún así seguí adelante maldición... ¡Ni siquiera yo sé porque seguí adelante!

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