CAPITULO CATORCE

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25 de abril
April Stone






El viento golpeaba a los árboles con una suavidad perfecta como para que se crearan sonidos relajantes y calmantes, lo cual era lo que más necesitaba en esos momentos. Adam apareció frente a nosotros con una velocidad impresionante, creí que en algún momento él estaba siguiéndome y le agradezco por hacerlo, ya estaba cansada de aguantar todas las cosas que Max hacía conmigo estaba cansada de oír sus comentarios hirientes, decía que me amaba, pero no lo hacía, descubrí al paso del tiempo que Max se había obsesionado de una forma enferma conmigo, y no era sano para ambos el que estemos juntos, trate de decírselo pero siempre me callaba, y eso fue lo peor que pude haber hecho, el aceptar sus golpes el aceptar sus palabras y el aceptar sus disculpas, fue lo peor que pude hacer.

-April? Te sientes bien- la voz de Adam hizo que saliera de mis pensamientos y lo viera de frente a mi aun sosteniendo la mano alzada de Max-

-está bien-respondió Max por mi-

-no te lo pregunte a ti Blake- zanjo Adam de manera fría y seca-

-si estoy bien- hable limpiando mis lágrimas, Adam bajo el brazo de Max luego me tomo de la muñeca y comenzó a arrastrarme hasta llegar a la enfermería

-necesitamos irnos- hablo no respondí nada aun no sabía que pasaba haci que me limite a asentir y negar con la cabeza para que haci no me soltara a llorar por el nudo en la garganta que traía-

-señorita Stone, consumió algo que haya estado caducado?- negué con la cabeza ante la pregunta de la enfermera- ha estado ingiriendo algún tipo de toxina- negué- ha estado comiendo regularmente -negué, no había comido muy bien ya que por las noches solo me limitaba a comer cereal y los restos de la cena- tiene mareos- asentí- ha tenido sangrados nasales- negué- bien, necesita descanso señorita Stone además de beber líquidos está demasiado deshidratada-

-yo me ocupare de cuidarla doctora- ese sonido, esa vos, su voz, gire hacia la puerta con algo de dificultad y su mirada oceánica se cruzó con la mía su cabello castaño color miel aún estaba ahí, su sonrisa, todo de él estaba ahí a cuatro pasos de mi, estaba igual a como lo recordaba, igual a las alucinaciones que tenía de él cuando alguno de los golpes de Max me dejaban aturdida o inconsciente-

Él estaba allí, no había ocurrido nada con el, mi Jacky estaba bien...... estaba bien

-usted es su familiar- pregunto la doctora Conners posando su mirada en Jack escaneándolo de arriba hacia abajo-

-no- respondió con una sonrisa- soy su amigo-

-bien, la señorita Stone no puede seguir en las aulas, no hasta que se recupere está empezando a desarrollar un caso leve de anemia-giro hacia mí- no puedes regresar a clases durante una semana, tendrás baja médica-

-eso quiere decir que debe irse ahora? – pregunto Adam-

- haci es- recogió su teléfono de mesa -déjenme llamar a sus padres para ….-

-están trabajando -articule- talvez no puedan venir-

-no puedo hacer que te vayas a casa sola cariño-

-se irá conmigo -Jack camino adentro del consultorio de la doctora hasta quedar frente a frente con ella- yo conozco su casa a la perfección-

-eres estudiante? –

-no, el que está parado en la puerta lo es, solo vine a llevarme a April su hermanito tiene algunos problemas y la necesita-

-bien, entonces como eres su único conocido presente ¿puedes llevarla? –

-si-

La doctora me administro una receta médica y me pidió que siguiera sus órdenes al pie de la letra, y sorprendentemente al salir Jack no articulo ninguna palabra y solo me pidió que subiera a un auto el cual estaba parqueado enfrente de la entrada del instituto, no me imagine jamás verlo conducir un auto, aunque me limite a solo ver su reflejo no quería mirarlo, sabía que el notaria el maquillaje y no quería tener ese tipo de conversación con él, no ahora, antes de que pudiese terminar de pensar el auto se detuvo, al girar hacia los lados estábamos en el centro de la ciudad

-April, dame la receta por favor-

Tome la receta que había doblado y guardado en mi bolsillo para entregársela, entre cerro los ojos tratando de leer lo que decía en el papel, pero aun haci sabía que no había podido descifrar nada de lo que estaba en esa receta.

-son desinflamatorios vitaminas y somníferos- hablo al fin giro hacia mi mientras salía del auto me sonrió y hablo- espérame aquí Angelito no tardo-

Mis mejillas ardían jamás me había llamado de esa forma, me dedique a reír como toda una idiota mientras que por dentro las Abrils que vivían dentro de mi cerebro estaban vueltas locas.

-he vuelto Angelito, según lo que me dijo la enfermera lo primero que debes de hacer es relajarte lo que en otras palabras es que tomes una ducha caliente, luego que comas algo y luego debes tomarlas todas juntas y recostarte, ¡sencillo! – sonreí ante su ultimo comentario, el Jack divertido no se había ido, eso era bueno – Angelito? -

-uhm? – musite en respuesta-

-estas bien? –

El tono en el que pregunto hizo que algo dentro de mí se quebrara, que la muralla que me hacía aguantar las peores avalanchas se desvaneciera como si de polvo se trátase levante mi viste hasta sus hermosos ojos oceánicos y sonreí- no, no estoy bien- respondí tratando de no quebrar mi voz- no me siento bien, no estoy bien- las lágrimas que cristalizaron mis ojos cayeron una detrás de otra, baje la mirada ya que sabía que a él no le gustaba que yo llorara, hasta que sentí su mano sobre mi mejilla haciendo que vuelva a mirarlo-

-todo estará bien Angelito, yo cambiare todo lo que ese maldito te hizo- soltó mi mejilla y giro hacia la parte trasera del auto- ten te traje unas flores- me entrego un ramo de rosas blancas las tome y las pose sobre mi rostro- debemos ir a tu casa- hablo mientras se ponía el cinturón de seguridad y encendía el auto.

El auto se movía y los autos pasaban al lado nuestro rebasando a cada uno de ellos, las luces de las calles comenzaron a iluminarse cuando las nubes se posaron sobre nosotros, me quede viéndolo fijamente hasta llegar a mi casa, Jack giraba hacia mí y soltaba algunas sonrisas y carcajadas muy leves, y como si estuviera leyendo mi mente decía

-si soy real April, estoy aquí mi Angelito-

Yo solo giraba hacia cualquier lado cuando se volteaba a verme, no podía creer que estuviese aquí conmigo sonriendo y conduciendo, Jack había vuelto, pero, Max, el llegaría a enterarse tarde o temprano, el simple hecho de imaginarme lo que me esperaba al vernos hizo que mi estomago se revolviera y un escalofrió recorriera todo mi cuerpo, ¿estaba bien el tenerle miedo a alguien?, talvez. Pero ya no le tenía miedo, con Jack a mi lado todas mis fuerzas volvieron, todas mis ganas de desgarrarle la cara volvieron, mi sonrisa, mis ganas de seguir, mi salud mental, mi autoestima todo volvió cuando su mirada eléctrica se cruzó con la mía, entendí que nadie por más horrible que haya sido se merecía algo como lo que me hizo Max, nadie merece ser pisoteado, nadie merece que te traten como basura, nadie merece ser tratado como un objeto o como un trofeo, nadie merece ser lastimado, nadie merece un amor toxico ni dañino, todos merecemos a alguien que te ame con cada latido de su corazón, todos merecemos ser amados, merecemos sentir mariposas en el estómago, todos merecemos que aunque sea una parte de la vida que se está viviendo sea feliz y tranquila, todos merecemos ama y ser amados……….

Ocean Eyes 💙💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora