Ya no era lo mismo, nada lo era. Estar de vuelta en el espacio junto a una tripulación entera y mi familia abordo, era mucho más agotador que cuando sólo Voltron lidiaba contra el imperio Galra.
Había más responsabilidades que nunca, había más peso sobre nuestros hombros, peso que nos recordaba las "24 horas del día" las expectativas que tenían sobre nosotros.
No éramos simples cadetes que ayudaban a terminar esta guerra, no éramos simples soldados, éramos los paladines que controlaban a Voltron, la maquina más fuerte creada en todo el universo. Había demasiado que cumplir con esa responsabilidad.Por los pasillos, siempre que tratábamos de respirar, siempre aparecía algún cadete fan que nos felicitaba y agradecía el esfuerzo que hacíamos, unos pocos a veces nos maldecían de maneras extrañas pues habían perdido familia durante esta guerra. Pero no teníamos descanso. Lance constantemente era cuestionado, su valía y su compromiso era cuestionado ahora que era oficial que él y Allura salían juntos. No era extraño que mostrara más protección a su novia durante la batallas, pero eso parecía incomodar a parte de la tripulación, quejándose de que debería ser más neutral con Allura y que no debería preocuparse por ella. Con Hunk quien en sus ratos libres pasaba tiempo en la cocina para relajarse, las quejas llegaban haciéndolo ver como alguien flojo, decían que no entrenaba lo suficiente y que debería de olvidar cocinar para ser más atlético y estar más preparado para las misiones. Allura y Keith no se salvaron de las quejas, muchos alegaban que el mandato/órdenes que daban Keith y Allura eran demasiado frías y muy autoritarias, los castigaban de egoístas, sin saber que entre ellos y Shiro, eran quienes más responsabilidades tenían de toda la tripulación, ya que aquellas órdenes solo era parte de su trabajo, para mantener órdenes y protocolos dentro del Atlas. De mi claro que hubieron quejas, algo bobas, que referían a la computadora y el exceso de tiempo qué pasó en ella. Se que la mayoría de la tripulación piensa qué tal vez me la paso jugando o tonteando, pero solo hago mi trabajo, practicando y creando nuevos sistemas de cualquier índole. Eran quejas absurdas y lo sabíamos de antemano.
Aun así, era cansado tener que lidiar con ello siempre que estábamos despiertos. Por su puesto aquellas quejas no eran de toda la tripulación, el equipo MFE'S siempre fue respetuoso con nosotros, tal vez de alguna manera ellos también viven día a día bajo cierta expectativa y los hace más afines a lo que sentimos, nuestras familia dentro de la Atlas tampoco minimizaba nuestro trabajo. Los tripulantes principales en reparaciones, operaciones y ataque, también eran los más tranquilos al respecto, pero, los demás parecían haber entrado en algún tipo de colapso atacándonos.
Fue en uno de esos días que la Atlas parecía más problemática que nada, que el equipo había quedado encerrado en una sala de entrenamiento. En un principio habíamos decidido entrenar como cualquier otro día, pero después todos sentimos una sensación extraña que nos mantenía cautivos dentro de aquella sala. Estábamos aburridos y cansados pero, realmente tampoco deseábamos salir de ahí. Ahora todos estábamos juntos y se sentía como en los viejos tiempos, cuando solo éramos nosotros y Shiro.
Yacíamos sentados, con las espaldas pegadas a las paredes de aquella sala de entrenamiento, sin decir nada. Frente a mi lugar, podía ver con claridad cómo Lance y Allura se abrazaban de manera consoladora, como si ambos quisieran protegerse de todo. Paralelo a Allura, Hunk y Keith parecían charlar en voz baja, como si no quisieran interrumpir el momento de "silencio" que había en aquella sala.
Yo estaba cerca de la puerta, presenciando el silencio y a la vez el ruido de aquellos que pasaban fuera de la sala. De un momento a otro, sin saber si era por la falta de sueño o por ella falta de estímulos, me quede dormida.
Keith
Había pasado un buen rato desde nos quedamos juntos en aquella sala de entrenamiento. Pidge se había quedado dormida, la veía desde mi lugar. Lance y Allura habían decidió salir y seguir con la rapidez de la rutina, Hunk había aprovechado un momento tranquilo para escabullirse a la cocina. Nos habían dejado solos de nuevo, pero esta vez en un cuarto, con completa privacidad.
Aun así no planeaba hacer nada, a pesar de todos los pensamientos y sentimientos que tenía sobre Pidge, no me atrevería a hacer nada sin su consentimiento. Así que así me quede, viéndola mientras dormía, no me había movido en todo este tiempo y tal vez no me hubiera movido de no ser porque el cuerpo de Pidge parecía relajarse más, lo que provocaba que resbalara sobre la pared. Antes de que cayera y golpeara su cabeza yo ya me había levantado y acercado para sostenerla. Apenas logró rozar el suelo y eso sin haberse despertado. Lo tome como un claro logro y suspire de alivio.
Sin moverla mucho, me senté cerca y coloqué su cabeza sobre mis piernas. De alguna manera sentí un pequeño flash hack de aquella mañana en la que desperté y ella descansaba sobre mi pecho. Fue una buena sensación y emulaba a la sensación que tenía en este momento.
Estaba seguro de lo que sentía por Pidge, supongo que aquel sentimiento es incomparable y es único. Es ese tipo de cariño al cual sabes que es diferente, no es un cariño de hermandad como el que sentía por Shiro y Lance, tampoco era ese cariño de amistad como él que tenía con Hunk, Allura y Acxa, o el cariño familiar que sentía por mi madre y Colivan. Era diferente y lo sabía desde hace mucho.
Sin embargo, a pesar de saberlo, aún desconocía de maneras inimaginables a Pidge, desconocía lo que ella sentía por mi, desconocía mucho de ella y su familia, además también estaba ese asunto con James, quien parece estar enamorado de Pidge en la versión de ella de Katie. Eran demasiados factores por los cuales yo aun no había decidido confesar mis sentimientos por ella. Pero ¿qué podía hacer?
La única respuesta que había obtenido ante esa duda era forzarme a conocerla más. Y aquella decisión la había tomado desde que casi la perdíamos del equipo, cuando parecía querer ceder ante el dolor y ante sus heridas. Decidí que no me detendría más a pensar si lo que hacía era bueno, malo o una grandísima idiotez, yo solo estaría a su lado conociéndola más y tal vez, solo tal vez en el futuro, poder tener un futuro a su lado.
Dudaba de que yo era alguien favorable para Pidge, tenía mi pasado cruel con mi familia, con mis problemas de ira y mi nula capacidad de acatar órdenes. Sabia que Pidge podría encontrar a alguien mucho mejor que yo, alguien como James. Pero aun con ello, no desistiría tan fácilmente, y, dejando que ella me conociera, ella decidirá qué es lo que quiere en la vida.
Comencé a acariciar su cabello, tal vez en un intento de despertarla de manera amigable, después de todo aun había bastante que hacer y aunque adoraba ver su rostro lleno de tranquilidad cuando dormía, prefería terminar con esta guerra para que jamás tuviera que volver a preocuparse.
Nuestra siguiente misión sería Olkarion y también anhelaba ver su rostro lleno de felicidad al estar en un ambiente que la entendía al 100.
Continuará...
Nota:
Feliz navidad atrasada a todas y todos ❤️
Espero este 2022 venga con muchas bendiciones para todas nosotras y nosotros 🤍
Gracias a los pocos que aun siguen esta historia, me llena de felicidad ☺️
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No toques a mi princesa [Kidge].
FanfictionEl espacio es inmenso y sus sentimientos son complejos. Keith se ha dado cuenta que quiere a Pidge de una manera diferente, pero acontecimientos como viaje entre realidades, un baile, la espada de marmora y la batalla con Lotor lo hacen alejarse de...