Yoongi había accedido ir al cumpleaños de Hoseok, lo cual me ponía muy feliz. Esta época me gustaba, todo es más feliz y colorido, aquí daban ganas de vivir y sentirte pleno.
No podría haber mejor familia que esta, todos eran muy cariñosos y comprensivos, incluso Yoongi llegaba a serlo.
Y aunque no me gustaba admitirlo, se sentía bien dormir apoyado en su pecho toda la noche.
—Buenas tardes, familia. —dice Taehyung entrando al comedor con unas bolsas en sus manos.
Estar en tranquilidad junto a ellos me hacía pensar; Namjoon sabía cómo devolverme al pasado, pero la cosa era que yo no quería.
Esto era todo lo quería; una familia.
Tenía a Yoongi ahora, no necesitaba a nadie más.
Antes de esto no tenía a nadie, y si ahora me lo quitaran, yo no sé qué haría.
Yoongi pasó sus dedos por mi cabello; se sentía tan bien.
En mi época eso sería algo incorrecto, pero no estábamos ahí.
Me apoyé en su tacto, buscando más de él.
—Ya es hora de irnos. —menciona alejándose.
Ambos fuimos al cuarto en busca de nuestras cosas.
Yo estaba un poco distraído, necesitaba decirle.
—Yoongi…
—Dime. —respondió sin mirarme.
Me molestaba cuando no me miraba.
—Te he estado mintiendo en algo.
Él giró bruscamente.
—Sí recuerdo lo que ocurrió antes de llegar aquí.
—¿Qué?
—Me estaban persiguiendo unos policías, ellos querían llevarme a un orfanato —mi voz salió algo extraña—. Mi abuela acababa de fallecer hace unos días y mi padre murió en la guerra.
—¿No tenías a nadie?
Asentí y sentí su mano en mi espalda.
—Tranquilo, nadie te llevará a ningún lado. —acarició suavemente.
Sonreí, porque me encantaba recibir su atención.
Antes de irnos me miré en el espejo, nunca me había visto tan bien, la camiseta blanca combinaba con mis zapatos y el pantalón azul marino hacía contraste; Yoongi había elegido todo.
Llevé mi mano a mi oreja derecha y toqué el arete que llevaba puesto, era genial, porque no solo las mujeres podían llevarlo.
Sí, amaba esta época.
No podía dejar de sorprenderme este mundo; la casa de Hoseok era hermosa, y además todo estaba con luces de diferentes colores que al parecer eran comunes en las fiestas.
Le pedí a Yoongi que fuera por su camino, quería demostrarle que no siempre tenía que estar pegado a él.
Caminé a una de las mesas y serví en un vaso un poco de agua con gas; Yoongi dijo que no confiara mucho en las otras bebidas.
—¡Hola! —escucho una voz femenina detrás mío— ¿Jimin?
—Sí, Park Jimin, ¿y tú? —le dije muy contento porque estaba haciendo nuevos amigos.
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1940s. ➸yoonmin
Фанфик❝ Era un día horroroso y Yoongi no estaba de humor para un maniático drogadicto que aseguraba que las cosas eran distintas minutos antes. ¿De dónde demonios había salido un chico tan raro? Esa vestimenta tan... rara y anticuada.❞ ⓘ créditos a: @joer...