~4~

4 3 0
                                    

Dos semanas habían pasado desde aquella tarde en la tienda de antigüedades sin señal alguna de Liana. A lo largo de la primera y mitad de la segunda me encontré a mí misma llamándola varias veces al celular sin obtener respuesta, realmente me preocupa que sería de ella quizás los hombres trajeados la habían vuelto a seguir. En los últimos dos días ya pasaba disimuladamente por el centro comercial mirado a su tienda para encontrarme un cartel de cerrado estampado en la puerta.

Hoy era por fin el esperado día del partido, las gradas se encontraban repletas de personas, con vestimentas azules y rojas, los dos colores predominantes en el uniforme de los dos eternos rivales. Las animadoras nos paseábamos de un lado a otro frente a las gradas exhortando al bullicio y la voz de los comentaristas retumbaba en todo el estadio anunciando los nombres de los jugadores de ambos equipos.

Nos retiramos a los primeros asientos dando paso al partido. Ya pasada una hora me sentía observada, una de mis reacciones más usuales en los últimos dias.

-voy al baño un momento- le dije a Clara a mi lado que ni siquiera se inmuto gritando y vitoreando a Jack porque había realizado un gol

Salí del estadio apresuradamente recibiendo algún que otro empujón y me coloque en la parte posterior a todo desde donde podía escuchar el retumbar de las gradas en emoción. Apoye mis manos en las rodillas inclinándome hacia adelante, tratando de calmar mi lado paranoico cuando de repente sensación de unos ojos clavados en mi espalda se intensifica.

-que haces tú aquí, no deberías estar con las demás- una voz masculina, un poco grave y que no había escuchado jamás se pronunció  detrás de mí.

Me gire sobre mis pies muy lentamente recuperando una postura normal, y me encontré con unos ojos de una oscuridad inmensa que me observaban fijamente. Era un chico probablemente de mi edad, significativamente alto, delgado y con un delicado rasgo musculoso que se remarcaba a través de sus ropas oscuras y grises. Y su rostro, que decir de ese rosto de fracciones perfectas, labios ligeramente carnosos que se pronunciaban en una sonrisa burlona y un cabello oscuro y desordenado que cubría parte de su frente y orejas.

-hola?-me dijo sacudiendo una mano delante de mi cara

-ho-hola-me garraspe la garganta- amm que decías-

-que haces aquí tan sola, deberías estar con las demás animadoras, tu escuela está arrasando- me comento

-mi escuela?. Eres del lado norte?- pregunte con una nota de nervios

-si, soy el encargado del periódico escolar-

-ahh-solo pude pronunciar

El chico se quedó observándome por un segundo más, me examino descaradamente y de repente fui consciente de mi vestimenta. Mi uniforme azul constaba de un top de mangas cortas y una falda de tachones que me llegaba poco más arriba de la mitad de los muslos, mi cabello castaño se encontraba recogido en una coleta alta, y no sé por qué me sentí demasiado expuesta, tanto que las palmas de las manos comenzaron a sudarme mientras pasaba su inspección visual.

-creo q tu equipo acaba de marcar otro gol- su mirada viajo hacia la parte posterior de las gradas que ocupaban nuestro campo de visión

-somos buenos-respondí

-sí, eso veo- me miro de arriba abajo nuevamente y sentí el calor en mis mejillas

Iba a hablar cuando el teléfono comenzó a vibrar, ni siquiera era consiente de el en el bolsillo de mi falda. Era un número desconocido

-alo-

-Samy- la voz de liana- samy donde estas se escucha ruidoso-

-Liana!!- reaccione- Liana donde estas, estas bien, porque no me contestabas el teléfono estoy preocupada- las palabras salían atropelladas de mi boca

Sombras en el lagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora