Anemia
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—Sigma-kun, ¿alguna vez has usado un horno, verdad? —preguntó el ucraniano con pánico en su voz, intentando convencerse que todo no se ha ido a la mierda... aún.
—Sí, Nikolai-san. Es ese aparato cuadrado en el que metes algo, le das a la palanca y esperas a tu buena suerte. —Sigma respondió con una sonrisa, confiado de su conocimiento.
—Sigma-kun...
—¿Mmn?
—Eso de lo que hablas... es una máquina tragaperras.
—Oh... ¿no es lo mismo?
—¡No es lo mismo! ¿¡Cómo va a ser lo mismo!? ¡Sigma-kun, te prohíbo entrar a la cocina!
—P-pero... las galletas... ( ⚈̥̥̥̥̥́⌢⚈̥̥̥̥̥̀)
—Yo me encargo de las galletas. ¿Quieres galletas, no? No ojivas nucleares en forma de monedas bomba.
Con un pacto hecho en el que Sigma nunca tocaría la cocina por el bien del mundo (curioso viniendo de ellos, que precisamente quieren destruirlo), se dirigieron a la tienda más cercana a por ingredientes.
Tenían poco tiempo.
❛ ━━━━━━・❪ ☯ ❫ ・━━━━━━ ❜
Fyodor observó con detenimiento la pantalla de la computadora frente a él. El logo de La Ratas resplandecía en púrpura neón en medio de la oscuridad del cuarto, la sonrisa maquiavélica dándole un toque sobrenatural al rostro iluminado del ruso.
Todo iba saliendo justo como lo había planeado. Ahora ambas organizaciones —la Agencia y la Mafia—, estaban ocupados tratando de encontrar al jefe del otro para exterminarlo, para así salvar a su propio líder. Pero nada de eso funcionaba por arte de magia, sus elaborados y perfectos planes eran frutos de horas de análisis milimétrico.
Horas y horas pensando.
Analizando.
Perfeccionando.
A veces tan inmiscuido en su tarea, sin ser capaz de diferenciar el día de la noche. Trasnochando. Saltándose comidas. Sin bañarse. Hasta que llegaba el punto donde su cuerpo colapsaba y se desmayaba sobre el suelo del cuarto.
Y cuando eso pasaba.
Causalmente.
Gogol o Sigma siempre estaban cerca, entraban y se encargaban de ayudarlo.
Fyodor no tendría fuerzas para pararse por su cuenta en esos momentos, pero nunca pasaba por alto las miradas de preocupación que los otros dos le daban.
Y se sentía seguro, acompañado.
Sin embargo, hoy, todo marchaba bien. Terminó de analizar los últimos detalles de la siguiente fase: se dejaría encerrar en la jaula de cristal anti-habilidades. Pero se llevaría a Dazai Osamu con él.
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[In] Sensibilidad ☦ Fyodor Dostoyevski • Bungo Stray Dogs ☦
Fanfiction"El Demonio Fyodor" Así era llamado por civiles y militares; cómplices y amigos. Todos inferían que él era un genio; calculador, metódico y observador. Psicópata e incapaz de sentir empatía. Falto de sentimientos. Pero el caso es que nada era más di...