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Un hombre estaba sentado en su escritorio que estaba al centro de su habitación, sobre la repisa detrás de él, había varias fotos había de el junto a una mujer y del el con un niño de cabello  negro con piel pálida, aunque había más fotos de el con el niño de que él con la mujer. El hombre siguió revisando sus hojas hasta que un movimiento lo distrajo, una pequña sonrisa apareció en sus labios y empezó a ordenar las cuentas que ya había hecho.

—¿Porque no te acercas?— preguntó el hombre mirando a la puerta.

—Louise dijo que no te molestara— respondió una pequeña voz.

—Bueno Louise esta mal, no me molestas— dijo el hombre —Ven August.

El pequeño niño de no más de 6 años se acercó, sentándose en frente de su padre, Carl se paró y negó con la cabeza indicándole a que su hijo que se parara, tomó la silla donde se había sentado brevente y ponerla a lado de la suya.

—¿Qué tal si me ayudas?— preguntó Carl

—No soy muy joven?—preguntó August

—Un día serás el dueño de todo Årnäs, será mejor que aprendas antes que despues— respondió Carl mientras veía la cara de su hijo iluminarse.

Todo ese día Carl le enseñó a su hijo los conceptos básicos de cómo manejar Årnãs y pronto las visitas de su hijo fueron cada vez más frecuentes durante las vacaciones, aunque cuando tenía clases con sus tutores aún iba con su padre a pesar de ser solo unas horas, mientras más crecía su padre lo dejaba ayudar cada vez más, August prefería el papeleo que ir con su madre a ver a su prima donde mayormente solo estaba aburrido escuchando las conversaciones entre la reina y su madre o bueno eso fue hasta que conoció al príncipe Erick.

Wilhelm se paró fuera de la puerta de su primo, era el último día que estarían en Hillerska antes de irse, aunque en realidad solo seria la despedida y el coro, el príncipe tocó la puerta esperando que August aceptara su solicitud, unos segundos después apareció August adormilado, el rubio se sorprendió ya que nunca había visto a August así, el pelinegro se hizo a un lado dejándolo entrar.

-Wille- saludo August cerrando la puerta-¿Qué te trae aquí?

-Quería preguntarte algo-dijo Wilhelm, August tarareo acercándose acercándose su lavabo -Puedo quedarme contigo en vacaciones?

-La reina esta de acuerdo?-preguntó August abriendo la llave.

-No lo sabe- respondió Wilhelm

-Sabes que no estará de acuerdo-dijo August antes de lavarse la cara.

-No lo hará, pero tampoco me dejará ver a Simon- dijo Wilhelm

-Y crees que yo si?-preguntó August mirando a Wilhelm.

-Eso es un si?-preguntó en cambio Wilhelm.

August solo alzó una ceja, antes de que Wilhelm le agradecerá y saliera de la habitación. Después de un desayuno rápido Wilhelm camino hacia la parada de autobús para buscar a Simon, se puso sus audífonos mientras esperaba, poco tiempo después llego el autobús donde vio a bajar a Sara que lo ignoro completamente cosa que no entendió, y pronto llegó Simon, la sonrisa se Wilhelm se ensancho antes de que llegar y abrazar al chico que le devolvió el abrazo con gusto.

Ambos caminaron hacia la escuela tan pronto como llegaron, Wilhelm acompaño a Simon a donde estaba el coro, con un poco de persuasión Wilhelm pudo quedarse a ver el ultimo ensayo del coro ese año, pronto llego la hora en la que presentaran el ultimo show, Wilhelm se despidio de Simon y Felice antes de correr a buscar a August, lo enconto ya en la iglesia junto con Vincent y Nils. se sento a un lado de ellos pero antes de que pudiera hablar, el coro entró.

Amor InadmisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora