Piso 18 del calabozo ciudad de Rivera
Algo presionaba mi pecho sin saber qué era, traté de despertarme del sueño en el que me encontraba, podía sentir una suave calidez emanando de esa presión, no sabía que era, lo único que sabía era que me acosté a dormir después de venir hasta aquí, lentamente abrí mis ojos.
—¡ALFIA! —Exclame para mi mismo mientras tragaba salía.
Aquella chica que me había acompañado en el calabozo, estaba su pecho contra el mío, con solo unas pocas prendas qué cubrían las partes más íntimas de su cuerpo,
—Podrías por favor. —Mi respiración se entrecorta al ver esta escena frente a mí.
Mejor dicho verla sobre mí, nunca me imaginé con una bella chica sobre mi pecho de esta manera, esos ojos a dispar me miraban, trataba de mantener la compostura, mi ojos bailaban tratando de encontrar un lugar diferente al cual mirar, mis esfuerzos de permanecer en calma qué me caracterizaba como Guerrero de Odín, pero... realmente no sabía qué hacer, solo la semana pasada me encontraba matando dragones y ahora... me encuentro con una chica en el calabozo, nada mas irreal podía pensar, mi mente desvariaba, mis ideas no fluían hacia mi psique, poco a poco la indecencia arrastraba de los pies todo razonamiento en mi cuando por fin, ¿porque no había notado respiración?, ¿por qué al mover los labios ninguna palabra provenía de ella?, ¿era acaso mi habilidad surtiendo efecto en ella?, esas preguntas me salvaron de aquel camino de placeres por el cual estaba de transitar, de pronto y sin esperarlo por la ventana aquel ojo amarillo impregnado de odio rodeado de escamas negras se asomó ese ojo... ese ojo con el cual me he topado antes aquella fiera bestia por la cual nos cruzamos de niños yo y mi hermano... sin poder hacer nada, aquella bestia exhalo una gran llama azul violeta no, no a los dos... fue allí cuando por fin pude despertar de este sueño tan extraño lleno de satisfacción, placer y desesperación.
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Algunas horas antes mientras paseábamos en la ciudad de horario, después de habernos retirado del banquete que celebraban las familias Hera y Zeus, Alfia y yo recorríamos la torre de Babel viendo el armamento de la familia Hefesto de mayor calidad.
Pasamos rápidamente por la mansión de su familia, ella se colocó una armadura ligera, remplazando aquel vestido tan revelador que había robado las miradas de los hombres en el banquete, con solo un par de espadas, no, katanas, su atuendo me seguía pareciendo algo extravagante, solo unas hombreras, acompañadas de un par de botas y algo que cubría de su vientre hasta por encima de sus caderas era la única armadura que llevaba, en cuanto a sus prendas seguían siendo algo reveladoras, supongo que está bien debe querer mantener la ligereza para poder moverse, la notaba caminar y, a pesar del poco tiempo que habíamos platicado me pareció alguien agradable, por su forma tan serena y elocuente de expresarse, de cómo al caminar esos bellos ojos a des juego permanecían escondidos a la espera de ser bañados por la luz del astro rey y ser presentados como joyas, alrededor los aventureros expectantes pensaban lo mismo que yo, creo, no realmente, creo que pensaban cosas a un más lascivas, pero solo eso podían realizar al comprender que cualquier acto contra la dama junto a mi, solo seria refrendado con sangre.
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Alfia Memories
FanfictionHace poco más de 15 años, tres banquetes se celebraron, antes de las tres grandes tareas. Alfia una joven que reprime constantemente partes de ella, conoce a un joven de su edad el cual comparte un gran reflejo de su ruido. Ella es atacada hasta ca...