En la mansión Van Durguen, John se encerró en uno de los estudios, aquel que Olivia le prestaba regularmente cuando debía tratar con papeleo diplomático, estaba firmando todas las cartas de condolencias a las familias de sus soldados caídos, revisando la distribución de la compensación económica, así como contestando las invitaciones a los servicios funerarios a los que había sido invitado y a los que asistiría por mostrar respeto a las familias y así mantenerlas a su favor; después de un par de decenas de cartas y cuentas, John recargó su rostro en su puño, observando las hojas mientras aún sostenía su pluma sin tinta con gesto fastidiado.
— General —una voz familiar lo trajo de regreso de su viaje de aburrimiento, levantó la vista y vio a Liam recargado en la puerta cerrada tras de él con las manos en su espalda observándolo con algo de burla.
— ¿Hace cuánto estás ahí? —preguntó John.
—Un par de minutos, creí que estabas dormido con los ojos abiertos.—se burló Liam.
—Creo que pasaré todo el día en esto y no creo que logre terminar.
—Entonces, para que pueda terminar, le sugiero, General, que no duerma y siga firmando. —dijo Liam antes de sentarse en la silla al otro lado del escritorio frente a John quien lo miró con cansancio.
Por un momento ambos quedaron en silencio, John siguió firmando mientras Liam jugueteaba con un sobre bajo la mesa.
— ¿No me preguntarás qué hago aquí? —preguntó Liam, John levantó la mirada.
— Molestar, probablemente. —ambos rieron, Liam dejó el sobre frente a John, quien dejó de reír y tomó el sobre con curiosidad.
— ¿Cuándo llegó esto? —preguntó el General.
— Hace rato, lo sé me pareció raro también, pero parece urgente, y larga. — respondió Liam mientras John se apresuraba a abrir el sobre y leer la carta.
John la leyó con detenimiento, eran tres hojas de una larga plática de su hermano, James. Liam dejó que el chico terminara de leer.
— ¿Qué dice? —preguntó el chico.
— Sólo quiere saber si estamos bien, cómo están las cosas aquí o si sé sobre algún plan. —explicó John a grandes rasgos, Liam trató de leer las expresiones del ojiazul, el chico parecía preocupado, y eso preocupaba a Liam.
— Jonathan —llamó Liam, John evitó mirarlo, el chico se acercó más para poder hablar más aunque fuera susurrando— ¿Qué ocurre? ¿En qué piensas? —
— Creo que lo estoy arruinando... —confesó John con gesto triste, Liam lo miró en silencio recargando también su mejilla en su puño.
— ¿El plan? ¿Por qué? —John dudaba en decirle.
— Yo le dije a Reign sobre Jim, ahora lo reconoce, le dije que no fuera al Braikos y lo hizo, ahora Reign no va a parar hasta que lo encuentre, y no sé qué hacer. —Liam lo escuchó.
— Nada, no hagas nada. —respondió el chico, John lo miró extrañado.
— ¿"Nada"?
— Sí, nada, tuviste que tomar una decisión rápida para mostrar tu valía como General, él tiene que lograr sobrevivir con eso, y si no lo hace será porque él así lo quiso, nosotros solo debemos esperar la señal y cerrar las puertas. —explicó Liam mientras arreglaba su rizado cabello castaño en una coleta ante la mirada atónita de John— No has hecho nada malo, has trabajado más que nadie para estar en dónde estás, has soportado incontables pesadillas para ganarte las conexiones y lealtades que tienes, no tienes nada de qué arrepentirte. —
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Verso de Guerra [Poema de Creación y Destrucción]
FantasyEn el Inframundo una guerra se ha desatado, cuatro hermanos pueden detenerla, solo siguiendo un camino de sangre, traición y hermandad. Del Poema de la Creación y Destrucción