Verso de Guerra [Poema de Creación y Destrucción]

Emoli parte II

Ya solos, John siguió a Liam a la oficina, escoltado por el soldado John se sentó con un suspiro y miró la montaña de papeles que requerían su firma y al menos una leída rápida, Liam, con la seguridad del privado estudio, se sentó despreocupado al otro lado del escritorio, frente a John, cruzando la pierna decidido a pasar el rato divirtiéndose con el sufrimiento de John mientras acariciaba las orejas de Xenos quien ya confiaba en él y con un movimiento alegre de su larga cola se enroscaba entre las piernas de Liam y lamía sus dedos divertido, Galos permanecía a lado de su amo, sentado, majestuoso, intimidante.

Pasaron unos minutos, de John leyendo hojas y firmándolas con desgano, en silencio Liam sacó un sobre de su saco y lo lanzó como le era costumbre frente al General quien tardó un par de segundos en procesar el acto, de inmediato soltó las hojas y tomó el sobre abriéndolo rápidamente, Liam no dijo nada, solo sonrió mientras observaba al General atento a la carta.

—Hermano,

Leerás esta carta en tu cumpleaños número 17, habrán pasado 13 años desde el último cumpleaños que pasamos juntos, estaremos en el clímax de nuestros planes que nos permitirán una vez más estar juntos.

Quisiera aprovechar la intimidad de esta carta para expresarte lo orgulloso que estoy de ti, lo orgulloso que estamos, Richard y yo, de tí, sé, que tú menos que nadie has pasado momentos de felicidad y paz, así que espero, que así como nosotros nos mantendremos al margen hasta que pase este día, también ellos tengan al menos la decencia de mantener la paz durante este día, quiero decirte que estoy muy agradecido por lo que has hecho, lo que has sacrificado por nosotros, jamás he dudado de tí, sé lo fuerte e inteligente que eres, y sé que Madre y Padre se enorgullecerían de ver en lo que te has convertido, en un hombre leal y confiable, lamento no poder evitar tu sufrimiento de todos estos años, lamento tus cicatrices y culpas, tan solo permíteme asegurarte que como tu hermano, yo cargaré esos pesares contigo, y siempre será así, Richard siente lo mismo, sé que en tu última visita no lo pareció así pero él también se preocupa por tí, y te ama tanto como yo, como Madre y Padre.

Te escribo esta carta con la esperanza de que sea el respiro fuera de la marea, para recordarte que no estás solo, que nunca lo estarás, y sea lo que sea que pase con nosotros, nuestras almas siempre estarán unidas, esa noche logré tomar tu mano y jamás la solté.

Feliz cumpleaños.

Jim —

John tensó la mandíbula recordando a su familia, deshaciendo el nudo amargo en su garganta, Liam lo miraba curioso, inseguro de si era buen momento para comentar cualquier cosa.

John lo miró antes de respirar profundo.

—Gracias— se limitó a decir el General, Liam asintió en silencio mientras el rubio guardaba la carta dentro de su saco y continuaba el papeleo tratando de liberar su mente de las palabras de su hermano.

La tarde continuó tranquila, tal como Jim lo había indicado, no había disturbios por ninguna de las dos partes, John logró terminar el papeleo de Liam y se liberó con un resoplido de ese pendiente, ambos chicos salieron del estudio a tiempo para que Liam volviera a su hogar y John a su fiesta de cumpleaños.

—¿Necesitas algo del pueblo?— preguntó Liam antes de encaminarse a la salida de la mansión.

—No, todo lo que necesito está aquí.— respondió John llevando de manera inconsciente su mano al pecho, justo donde guardaba la carta de Jim.

—Bien— se limitó a responder Liam antes de partir, John quedó en el pasillo, pensando, melancólico, una voz lo sacó de sus pensamientos.

—Jonnas— Olivia lo llamó a su espalda, el chico salió de sus pensamientos y regresó su expresión dura al rostro antes de volverse a Olivia.