Capítulo 23: Capitana Vers

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Las flamas esparcidas por la ciudad subían la temperatura, haciendo del calor algo insoportable. Los aullidos de terror y dolor eran el nuevo sonido urbano. Caos era la única palabra que se podría utilizar para describir lo que ocurría allí, personas despavoridas intentaban huir de las llamas, pero estas ya habían consumido gran parte del lugar, haciendo difícil escapar. Era una ciudad escarlata titilante, donde sus habitantes sólo conocían el sufrimiento, era el infierno traído a la tierra.

Las personas abrasándose, asfixiándose en la niebla amarrilla, mientras a lo lejos, en la cima de una montaña, veían una figura negra. El causante de todo este mal. El heraldo del fuego. El espíritu de la venganza. La prueba de que, si existiese un Dios, este no sería bueno. El Nerón de su ardiente Roma.

Horas antes, en algún lugar del espacio

El agua salía a unapresión moderada de la regadera, recorriendo el pálido cuerpo, y al llegar alsuelo adquiría una tonalidad verde vejiga. La fricción que generaban las manosal restregar su rostro y cabello se escuchaba en todo el baño privado. Sucuerpo ya no mostraba rastros de lo que alguna vez corrió por las venas deNidolhorg, ahora volvía a estar limpia, ser la misma mujer que todos conocían,pero seguía restregando. No le importaba lastimarse, no le importaba cuántotiempo le tomará, seguía restregando. Su objetivo no parecía el limpiarse lasangre seca de su cuerpo, su objetivo había cambiado por limpiar todo rastro dela mujer secuestrada, la mujer que no sobreviviría en el espacio, la mujer quedebía morir. Dejando que el agua se llevase lo que alguna vez fue, y lo que alguna vez pudo ser, se sentó en el suelo y lloró. En silenciosos sollozos, dejó que el agua de la ducha arrastrara las lágrimas de despedida por la muerte de la mujer que conoció toda su vida, la mujer que siempre la acompañó, la mujer que la entendía mejor que nadie. Lloró por Alex Danvers.

No sabe cuánto tiempo pasó en la ducha, pero sabía que había sido mucho. Se dio un vistazo en el espejo y examinó el rostro que tenía al frente, cualquiera diría que se veía igual que antes, pero ella sabía que no, sabía que el reflejo era de una completa extraña. Suspiró reprimiendo el mal que le traía pensar en ello, se dio la vuelta y vio la ropa que le dio Julia para cambiarse: botas negras, pantalón del mismo color y una camisa vino tinto. Ropa de algún tripulante del Círculo Blanco, de igual manera no importaba, no las necesitaría. Se dio un último vistazo en el espejo para luego tomar aire y abrir la puerta, sabiendo que ahora comenzaría una nueva vida.

—Tardaste menos de lo que pensé —dijo Julia quien se encontraba sentada en la nueva cama de la humana—. Te dije que te tomaras todo el tiempo que quisieras —recibió una pequeña sonrisa.

—Gracias. Pero no hay tiempo que perder y lo sabes. Entre más esperemos, más corremos el riesgo de que se apacigüe el hecho de que tomaron la nave de Nidolhorg.

—Y yo ya te he dicho que eso es imposible, Nidolhorg era el segundo más poderoso del gremio. Su desaparición no será un tema olvidado —la humana se alzó de hombros.

—Prefiero no correr ese riesgo —la daxamita frunció el ceño.

—Alex, ¿qué está pasando? —se inició una guerra de miradas, en la cual la mujer de cabello corto no pudo aguantar por más tiempo y agachó la cabeza sentándose al lado derecho de su amiga.

—Tenías razón —la mujer del parche alzó una ceja—. Sobre porqué no volveríamos a la Tierra.

—Lo sé.

—Pero también hay otra razón, Julia —el ojo solitario estaba puesto en ella, prestándole toda su atención—. Lo que hice en el duelo, lo que le hice a Nidolhorg. Una parte de mí lo disfrutó, a una parte de mí le gustó lo que hacía —preocupación se reflejaba en los ojos avellana—. ¿Cómo puedo volver a la Tierra y encarar a Kara o Maggie? ¿Cómo puedo volver cuando me he vuelto en esto? —la daxamita solo la envolvió en sus brazos.

Danvers sisters (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora