Capítulo 38 "Puedo acompañarte?"

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POV Seth

--Buenos días-dijo medio riendo, lo que provocó que sonriera aún más.

--Que tan has dormido?

--Bien, pero... porqué hemos dormido en mi cama, los dos juntos?

--Recuerdas que nos dormimos en el jardín? Pues me desperté y te vi temblar de frío así que te subí aquí y te tapé con el edredón pero seguías temblando así que me acosté contigo para que absorbiéras mi calor.

--Porqué eres tan cálido?

--Supongo que es lo que tiene haber crecido en un clima frío, al final te adaptas y terminas produciendo más calor que los que viven en un clima templado o cálido.

--Pero yo estuve estudiando mucho tiempo en Alemania y sigo sintiendo el frío de aquí.

--No lo sé... Alomejor tú tardas bastante más en adaptarte al clima.

--Puede ser...

--Que vas ha hacer hoy?

--Pues planeaba hacer galletas y un par de pastelitos e ir al bosque a dárselos a mis amigos.

--Tus amigos?

--Los animales. Es que desde pequeña he salido a alimentar a los animales y ahora somos amigos.

--Increíble, puedo acompañarte?

--Supongo que no les molestará a mis amigos, pero me vas a tener que ayudar a cocinar si quieres venir.

--Me parece justo, aunque te advierto que no se ni freir un huevo.

--Tranquilo es muy simple, yo te enseño.

--Hablando de comida, podríamos bajar y desayunar, no?

--Sí, la verdad es que tengo bastante hambre.

Nos levantamos, ella se puso sus pantuflas de conejito y se hizo un mono despeinado, yo me puse mis zapatillas y me revolví el pelo con la mano.

Bajamos las escaleras riendo de un chiste muy pero que muy malo que había contado yo justo antes de salir de la habitación y cuando llegamos abajo...

Mi risa se cortó en seco, igual que la de Lily.

Vimos a Paul, sentado en el sofá con los ojos rojos y la cara mojada de lágrimas.

Lily se acercó a Paul.

--Que te ha pasado Paul?

Pero antes de que Paul pudiera tocarla algo se encendió en mí, me tense y justo en el momento en el que él hizo contacto con la piel de ella gruñí.

--Que...?

--Am...perdón, es que me duele un poco la garganta...

Lily me miró para asegurarse que estaba bien, yo asentí y se volvió a girar hacia Paul, limpiando con su dedo pulgar el rastro de lágrimas que recorría las mejillas de Paul.

Me tense, mi sangre hervía y luchaba por no abalanzarme ahora mismo sobre Paul y arrancarle la cabeza de cuajo por atreverse si quiera a mirar a mi Lily.

Apreté los puños, tanto que mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos provocando que un hilo de sangre cayera de mis manos hasta el suelo.

--Dios mio Seth! Que haces?

--Seth, ven, vamos ha hablar un ratito-Sam me agarró del brazo y me arrastró hasta el patio trasero de la casa Uley

El dulce secreto UleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora