—Usted tiene Sida.
—¿Qué? —Preguntó la señora Min, con perplejidad. Su corazón dió un vuelco al momento de ver al médico asentir.
—Lo siento mucho señora Min.
—Pero yo...—La mujer lo miró aterrada —. Yo fui violada... ¿Quiere decir que fue ahi que yo...—Ella cubrió su boca con su mano, no pudiendo decir más.
—Me temo que eso no es todo lo que tengo por decirle.
La mujer descubrió su boca lentamente, miró al médico y luego preguntó:
—¿No cree que ya me ha dicho suficiente? ¿Qué podría ser peor que eso?
—Usted está embarazada.
—No...—La mujer sollozó —. No quiero, no lo acepto.
—Señora Min...
—Mi esposo no querrá el hijo de otro hombre, y honestamente yo tampoco, saquelo.
—No podemos arriesgarnos, usted sabe que el aborto no está legalizado, por lo que la clínica no acepta realizar ese tipo de procedimientos, y con su problema...Bueno, está de más decir que no arriesgaremos a nuestro personal.
—¿Y entonces que sugiere?, ¿Qué lo tenga?
—Sugiero que veamos los medicamentos para tratar su enfermedad cuanto antes.
—Papi... ¿Por qué mamá está dormida? —Preguntó un pequeño Baekhyun, viendo en dirección a su padre.
El señor Min le dedicó una última mirada a su difunta esposa, antes de dirigirla al pequeño bebé que acababa de nacer.
—Ella decidió dormir, para que este niño naciera...
—¿No está muy pequeño?
Su padre asintió antes de dirigirse a la partera.
—Desaparezca a ese niño de mi vista por favor.
—Pero señor, no puedo hacer eso, este niño es...
—No te atrevas a decirlo. —El Señor Min la detuvo —. Te pagaré, pero llevate a ese niño lejos de mí.
—Pero, ¿a donde?
—No lo sé, un orfanato, o tal vez...
El niño comenzó a llorar y el señor Min frunció el ceño, se acercó al pequeño bulto que la partera traía entre sus manos y entonces se dio cuenta que había cometido un error al hacerlo. Recordando los días difíciles que había pasado su esposa al enterarse del embarazo, como había caído en una etapa de negación, hasta que vio al pequeño a través de un monitor y decidió no seguir con ningún tratamiento; pues se había enamorado de aquel pequeño que llevaba en su interior. Claramente, la enfermedad avanzó de manera rápida, y al momento de que el embarazo se había complicado, ella se había percatado de ello, que había llegado al final de sus días.
—Señor, ¿se encuentra bien? —Preguntó la partera preocupada.
—Llevalo a la recamara contigua.
—Entendido señor.
Un pequeño niño blanquecino de ojos grisáceos caminaba por el parque, mientras observaba a los pequeños niños jugar en los columpios. El había querido jugar ahí con anterioridad, sin embargo tenía muy presente las palabras de su padre; aquellas donde le decia que se acercara lo menos posible a las personas. Camino hasta un pequeño jardín que se encontraba en el lugar, y miró las flores, apreciando la belleza de estas.
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V I H || KT- MY || OS
RandomLas personas pueden ser bastante crueles cuando se encuentran ante aquello que les aterra o es desconocido. Cosas como investigar no es una opción, no cuando los prejuicios son el pan de cada día, sin importar a quien o quienes puedan lastimar en el...