Estaba sentada en la roca favorita de mi jardín, mis hebras color cobre danzaban con el viento, eso me impedía ver bien, así que las aparte molesta, ya que mi cabello estuvo todo el día rebelde y la brisa no ayudaba.Estaba molesta, ya que había peleado con Frank por la mañana cuando vino a verme, fue una tontería supongo, pero su actitud me hizo enfadar mucho, porque siempre suele estar de acuerdo con lo que digo y hoy no fue el caso.
Me dijo que era egoísta y una mala amiga y eso no es verdad, no era mi culpa que el no pensara con la cabeza y actuará sin razón.
El viento tiro abajo la casita de ramas que estaba haciendo desde la mañana y que habia dejado de lado cuando mi supuesto mejor amigo vino a visitarme.
—¡Ahhhhhhh! —Patee lo que quedaba de ramas apiladas y me tire de los pelos con nerviosismo.
—¡Eva! ¿Que haces?
—¡Todo me sale mal! —Grito furiosa, porque estuve todo el día queriendo construir esa maldita casa. —¡Frank es un tonto y estoy cansada de su amistad de mentira!
—Evangelina no voy a permitir que por una discordia llames así a tu amigo. —Habla con el ceño fruncido y un delantal lleno de harina.
—Pero abuelita, es un tonto. —Digo volviéndome a sentar en la roca. —Me dijo que no podía jugar conmigo en el columpió porque Mildred lo había invitado a tomar un helado. Entiendes abuelita. Un H-E-L-A-D-O. Por un helado rompió nuestra promesa del columpio. —La mujer de pelo colorido, entre blanco y rojo se puso en cuclillas a mi altura y limpio las lagrimas que se escapaban de mis ojos.
—Frank tiene todo el derecho de hacer nuevos amigos Eva, pero jamás dejará de ser tu mejor amigo, solo tendrá más, como de repuesto cuando tu no puedas jugar con el. —La sonrisa sincera de mi abuelita me hizo alzar el rostro a ella.
—Pero ahora si puedo jugar y el se fue.
—Para tener amigos de repuesto, necesitas conocerlos un poco más pequeñita. —Dice mirándome a los ojos. —El siempre volverá a ti, porque eres como su hermana.
—No me dices mentiritas ¿Verdad? —Digo intentando contener el sollozo.
—No mi princesa, jamás te mentiría. —Ella me dió un gran abrazo. —Ahora ven a comer, que la tarta ya va a estar lista. —Se levanta y me da la mano. —Pero primero té irás a duchar. Estas llena de tierra. —Dijo comenzándome a hacer cosquillas y yo patalee riendo a todo pulmón.
Mi abuelita me ayudo a bañarme y a vestirme para la cena. Me puso un vestido rosa lleno de pequeñas margaritas blancas y desenredó mi largo cabello.
—Creo que ya esta muy largo, debemos cortarlo un poco. —Dijo cuando termino de peinarme.
—Pero a mi me gusta así. —Dije observándola a través del espejo de mi cómoda.
—Solo las puntas Eva, ya están feas y si las dejo comenzarán a crecer, subiendo para arriba, hasta que tenga que cortarte la mitad del cabello. —Dijo tomando las tijeras del cajón.
—¿Por que crecen para arriba? ¿Y no para abajo? —Comenté confusa.
—Porque las puntas feas van intoxicando todo tu cabello mientras las dejes ahí. Es como la fruta podrida del cajón dé verduras, si las dejas contaminan a las otras y en vez de tirar una, terminas tirarando todas. —Sus ojos buscan en mi rostro mi aprobación y sólo asiento. —Sabes pequeña, las personas también son así, algunas están sanas y bellas, en cambio hay otras que son malas y están podridas como la fruta. Créeme que esto lo entenderás cuando crezcas, pero siempre, todo lo feo y podrido, tienes que quitarlo de raíz, sino jamás serás la manzana mas bella del cajón dé verduras. —Finaliza y me da un beso en la coronilla. —Ahora vamos a comer.
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Pandora: Lealtad, Orgullo y Seducción. © (#2) [ ✔️ ]
Novela Juvenil🔥Advertencia, contenido para (+21) 🚫🔥 SEGUNDA PARTE DE SEDUCCIONES PELIGROSAS. Pasaron tres años, desde que Evee y Dominic sé casaron. Nada es como antes, ahora ella es parte del ejército Alemán y tiene otra identidad, ya que la triada cree que e...