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Bienvenido a Columbia University.

































El avión recién aterrizaba en Manhattan, New York. El cambio de horarios sabía que no sería fácil de lograr pero puse mi mente positiva y tomé mi bulto de mano para bajar del avión. El sol brillaba sin piedad a pesar de que estuviera amaneciendo. Mis ojos pesaban y lo único que deseaba era dormir.

Me dispuse a caminar en busca de mi maleta y pedí un taxi. Estaba feliz de estar en Manhattan pero a su vez estaba exhausto. Solo quería dormir. Tome un taxi y de camino a la universidad le marqué a RenJun.

— ¿Que tal el viaje campeón? -contesta el móvil RenJun- ¿Donde estás?

Solo suspire pestañeando lentamente.

— Dormí pero aún así estoy cansado Junie. -dice Jaemin cansado-

— Lo entiendo. Te acostumbrarás. Recuerda que nada es para siempre. -dice RenJun sonriendo un poco- En fin, no hablemos de cosas malas. Más bien hablemos de nuestro futuro mi amor. ¿Que te parece si nos mudamos juntos? Puedo irme a hacerte compañía. No quiero estar ni un minuto lejos de ti. Te acabas de ir y ya te extraño. Como si fuera una eternidad.

— Lo se -dice Jaemin riendo- No te quiero aquí. Gradúate de enfermería primero Jun. Te veo aquí y te pateo el trasero y juro por mis difuntos padres que te mando a China sin necesidad de pasaporte.

— Eres tan malo conmigo. A veces pienso que estoy soltero. -dice RenJun molestando comenzando a reír-

Reí junto a él y luego de las risas hubo un breve silencio.

— Seguro hay chicos lindos por allá - dice RenJun riendo- Te voy a extrañar mucho.

— Es en lo que te acostumbras. -dice Jaemin sonriendo enamorado- A mi también me vas a hacer falta.

— Mentiroso. -dice RenJun riendo pícaro-

— Mentirosa tú madre. Me gustas. Mis ojos son solo tuyos. -dice Jaemin riendo también- Voy a extrañar eso de darnos mimos antes de dormir.

— ¿Crees que yo no? Ahora tendré que ver como no sentirme solo en el apartamento. -dice RenJun relamiendo sus labios- Te amo tanto, se siente el aura triste del apartamento sin ti.

— Lo siento. Iré de vacaciones a verte. -dice Jaemin sonriendo viendo el camino- Ya casi llego. Te voy dejando cielo. Hablamos en la noche. Prometo llamarte.

— N-No. No me cuelgues. Quiero escuchar tu voz mi amor. -dice RenJun asustado-.

Suspiré algo triste. Realmente no quería colgarle. RenJun es mi novio y vivía con el antes de venir a viajar a New York.

— Lo siento mi amor. Ya debo dejarte. Te llamo por videollamada más tarde. Chao. -dice Jaemin algo apenado colgando de paso-

Me baje del taxi con mis maletas y mi bulto. ¿Realmente estaba frente a la universidad de mis sueños? Era tan hermosa en persona que ni siquiera supe cómo reaccionar. Vi a muchos chicos fijando su mirada sobre mi discriminándome. Me sentí algo mal. Una de mis ventajas era saber el inglés, además de que no era el único asiático dentro de esa universidad. Había chinos, tailandeses, más bien personas de todo el mundo e incluso árabes. Estaba muy emocionado. Me dirigí a la cafetería a desayunar un poco sentándome en la ventana. Me gustaba mirar el paisaje. Pedí un latte y una tostadas para complacer a mi estómago que rugía por comida. Realmente ver la ciudad de New York desde lejos y en persona era increíble. La vista es increíble y el amanecer a su lado hacia qué todo se viera hermoso. Pasaron varios minutos y una joven entró a la cafetería. Era hermosa. Cabello lacio teñido de castaño, sedoso, brilloso con ojos oscuros y piel pálida. No era muy alta tampoco podía decir que era de mi mismo tamaño. Se sentó frente a la mesa en la que estaba sentado. Cruzamos miradas y me sonrío. Su sonrisa era realmente hermosa. ¿Me estaba gustando esa chica? No. Solo me parecía bonita. Mis ojos eran solo para RenJun.

Llegó la hora de entrar. Me dirigí a la oficina del director. La emoción y los nervios me dominaban.

— Buenas tardes. -dice Jaemin sonriendo dulcemente- Na Jaemin, mucho gusto. Soy uno de los becados. Vine a reclamar mi beca aquí y a inscribirme por supuesto.

— Mucho gusto Señor Na Jaemin. Con gusto lo atiendo en un momento. El director Lee aún no a llegado. Siéntese hasta que llegue el y lo atiendo. -dice amablemente la recepcionista del director-

— Muchas gracias. -dice Jaemin haciendo reverencia-

Me senté educadamente esperando aún con todo mi equipaje encima. Parecía un loco y todo el mundo me miraba como si fuera un bicho raro. Aún así no me importaba. Sabía que eso también formaba parte de la discriminación. La gente no soporta ver a un asiático y menos al otro lado del mundo. Espere un rato y luego de varios minutos entro el director.

— Bien. Mantenme al tanto Yeonsang -dice Jeno muy serio- Buenos días. -entra a la oficina sin mirar a nadie molesto-

— Buen día señor. -dice la recepcionista en tono asustado-

Parecía que el director no estaba de buen humor y sus empleados lo notaban. La chica me atendió amablemente y podía escuchar al director gritar de la rabia a las afueras de su oficina. Era incómodo. Pasó una hora y llegaron más estudiantes además de mí. Se suponía que pasara a ver al señor para la inscripción pero el señor estaba tan molesto que mandó hasta la recepcionista a la mierda. Me entregaron mi llave para la habitación y me dirigí rápidamente a está. Estaba feliz por tener un compañero de cuarto. Abrí la puerta y encontré a dos personas follando.

— ¿¡Que mierda!? -gritó la mujer tapándose rápidamente-

— ¿¡Que no sabes tocar idiota!? -se levantó el hombre rápidamente poniéndose su ropa interior.

Vaya que estaba sorprendido. El hombre tenía una tercera pierna.

— L-Lo siento. -dice Jaemin avergonzado- Soy Na Jaemin tú compañero de habitación-

— ¿Acaso te pregunté? Cállate y no molestes. -dice el hombre muy serio-

La mujer me miró con asco al igual que el hombre. Caminé hacia mi lado de la habitación y dejé mis cosas en su sitio tranquilamente. La pareja se dispuso a ignorarme y follaron conmigo dentro de la habitación sin vergüenza alguna. Salí de la habitación muy incomodó. Leí todo el prontuario que me entregaron. Eran muchas clases pero quería estudiar medicina así que debía poner mucho esfuerzo y empeño en estudiar.

Di vueltas por toda la universidad. Parecía que no tenía fin pero me deje llevar a la perfección por el mapa que venía en todos los papeles de inscripción. Me senté en un banco a descansar. Me propuse visitar la ciudad por fuera luego de conocer la universidad por completo, algo que no hice.

— Hola. -dice una chica sonriendo- ¿Eres coreano cierto?

Sólo asentí y hice reverencia.

— Pues... ¿Que te digo? Nos detestan. Mucho gusto, Im Nayeon. -hace reverencia- De Gangdong-gu, Seúl.

— Mucho gusto Nayeon. -dice Jaemin sonriendo- Na Jaemin. A tu servicio. -sonríe mirándola-

¿Ella no era la chica de la cafetería?

AT YOUR SIDE: lustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora