Megumi no puede creer lo que escuchó, su mente se niega a procesar la frase de sólo cinco palabras que acaba de salir de los labios de Tsumiki. (– Yo siempre te he odiado).
(Su frágil corazón, se niega a aceptarlo).
Porque no era posible, era mentira. Era una vil falacia lo que estaba diciendo, no podía ser cierto y no podía aceptarlo tampoco.
Porque, Tsumiki es una buena persona. (Demasiado buena, casi una santa). Y ella no era una persona que guardara malos sentimientos hacia los demás, Tsumiki no era así.
Además de que, fue Tsumiki quien se quedó a su lado cuando la soledad parecía acecharlo como una bestia hambrienta y la tristeza, dolor y decepción raspar con sus largos dedos y filosas uñas su interior para comérselo de a bocados lentos.
Ella lo eligió cuando todos lo dejaban a su suerte, fue ella la razón y su motivación para convertirse en hechicero. El peor de los trabajos en el cual se bailaba en el filo de un cuchillo en un vals con la parca.
Tan cerca, que su gélido aliento daba escalofríos.
Megumi estaba en shock mientras su corazón se estrellaba contra el pavimento bajo sus pies y este se regaba como un prístino cristal roto.
(Dejando un agujero sangrante).
Los labios le temblaron, su garganta se apretó y por primera vez en mucho tiempo, las ganas de llorar le inundaron como un río desbocado. Siendo sus sentimientos un tsunami en su pecho, azotándose y arrasando sin piedad su calma, su paz y su estabilidad emocional.
(Porque él era débil, Tsumiki siempre tuvo la daga para desgarrarlo si así quería–
Pero no contó con que ella realmente la usaría, nunca lo imaginó posible).
Las lágrimas-sangre ya estaban cayendo.
-... No... No puede ser verdad.
Ella no es así, no lo es. Tsumiki tú no eres así, tú no.
Tsumiki sonrió, tan tierna y dulcemente que le hizo sangrar –y morir– un poquito más. No había rastros de luz cálida con sabor a hogar en su mirada chocolate, sólo oscuridad fría, gotas de sangre en sus mejillas y burla en todas sus facciones.
- ¿Qué no puede ser verdad, Megumi? – Preguntó como si no supiera lo que había dicho anteriormente, con falsa inocencia –, ¿El hecho de que yo te he odiado todo este tiempo? – preguntando, como si desconociera que cada palabra que salía de su boca, era una daga más al estropeado corazón de Megumi Fushiguro.
Megumi se estremeció, sintiendo repulsión por todo.
Sus palabras.
Su sonrisa burlona.
Y lo mucho que esto, lo estaba matando con cada segundo que él yacía frente a ella. Frente a su hermana, frente a su familia, frente a su fuerza, frente a la persona que más amaba.
(La esperanza, se estaba muriendo como una vela frente a un fuerte viento).
- No me digas... ¿Tú de verdad creíste en lo que te dije? – una risa brotó de sus labios, llevándose una mano a la boca –. ¿Tú de verdad creíste que eras esa persona en la que pensaba como un ser querido e importante para mí? – su risa creció hasta ser una carcajada de auténtica malicia –. Oh Megumi...
¿Cuán estúpido e ingenuo puedes ser?
- Gracias por creer en mi actuación.
Gracias por ser un niño tan estúpido.
Megumi no respondió, ni siquiera se molestó en hacer algo o defenderse cuando Tsumiki atravesó su estómago con una sonrisa de niña alegre.
(Él ya estaba muerto-roto).
-Traumada Taisho
Esto es mero headcanon mío, hasta que Gege diga lo contrario.
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Siempre te he odiado [Tsumiki & Megumi]
Fanfiction[Drabble/Semi-AU/Headcanon] Megumi no puede creer lo que escuchó, su mente se niega a procesar la frase de sólo cinco palabras que acaba de salir de los labios de Tsumiki. (Angstober 2021, Día 28).