Parte Única

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Movía sus pies con agilidad, el electro swing no sonaba tan mal  después de todo, se permitió pensar, mezclaba su gran gusto por el genero del jazz  -entre otras- con las melodías electrónicas que dominaban en los noventa, años después de su muerte, claro.

Hace milenios no se sentía la emoción que ahora desbordaba por su demoniaco cuerpo, el salón del Happy Hotel lleno de parejas que danzaban al ritmo de la música post moderna, podia divisar a la princesa Charlie llevando el cuerpo de su novia Vagatha por toda la pista, sin una sola pizca clase, solo arrastrándola y elevándola desde la cintura por la alegría de la exitosa fiesta.

Cuando le dijeron que un encuentro de danza se llevaría a cabo en el hotel para atraer a posibles redimidos, surgió la pequeña alegría de encontrarse en uno de sus pasatiempos favoritos. 

Pequeña alegría que fue borrada casi al instante al recordar, lo ineficientes que eran todos esos aburridos demonios y su gran inutilidad para llevar a cabo un simple baile.

Siempre debía arrastrarlos, guiarlos y era aburrido en demasía. Incluso su gran amiga Rosie le había dado el pisotón de su vida -y muerte-, aun recuerda las terribles carcajadas que la modista le regaló en vez de una disculpa. Realmente esa mujer tenia suerte de haber tenido su amistad y de confeccionar tan bellos trajes para el.

No estaría viva si no fuera así.

Se había encontrado en la entrada del hotel recibiendo a los invitados, que cada vez se encontraban mas acostumbrados a su presencia, cuando antes huían a su sola mención ahora hasta algunos se tomaban el atrevimiento de saludarlo en las calles. 

Aunque no iba a admitir en voz alta que un saludo cordial y educado no le molestaba realmente. 

De todas formas, al terminar de recibir a cada uno de ellos su trabajo se trasladaría hacia sus adentros, vigilando que ningún idiota se atreviera a arruinar la diversión de su socia y dueña del hotel.

Ya en el salón principal reviso todo con ayuda de su sombra, sonriendo mientras movía su cabeza al ritmo de la agradable canción que los músicos invocados por el mismo tocaban para los invitados. 

Un ligero tic amenazó su ojo. El aburrimiento lo estaba carcomiendo. 

Giro su cuerpo hacia la barra, donde se encontraban sus compañeros de trabajo; Husk y Angel Dust.



— Oh vamos Kitty ¡Es solo un baile! No voy a morderte — canturreo el ex actor porno a el bartender, Husk por su parte lo miro por cortos segundos y sonrió mientras le mostraba el dedo medio. 

Angel bufo molesto, quería bailar pero no iba a invitar a algún desconocido que le pasara las manos por el culo cuando el solo quería divertirse sanamente por un rato. Diviso a Alastor y le sonrió mientras movía su mano amablemente, había aprendido -a veces a las malas- como tratar con el demonio de la radio, hace algunos años, después de que el pelirrojo rompiera el contrato que lo ataba a Valentino, se había comprometido para al menos, hacer sentir cómodo a su salvador.

No chistes sexuales -no tantos- no acercamientos sin consentimiento, no molestarlo y encender la radio cuando el se encontraba cerca en vez de usar spotify, sabiendo lo odiado que era por Alastor.


— ¡Oh mi afeminado amigo! ¿Problemas en el paraíso? — Sonrió mientras palmeaba el hombro del arácnido. 

— Como siempre Al, este gato huraño es incapaz de concederme una pieza de baile — Alastor ladeo su cabeza, pensó una o dos veces sobre lo que haría.

Extendió su mano hacia Angel con una sonrisa amable sobre su rostro. Lo miro extrañado, preguntándole sin hablar, con la mirada, si realmente iba a estar cómodo con que lo vieran bailando con el. 


— ¿Me concedería esta pieza, joven Angel? — preguntó con cortesía, el chico araña asintió suavemente mientras tomaba su mano y se dejaba guiar hacia la pista de baile.


The hit and the swing  resonaba con fuerza en todo el hotel, Alastor estaba dispuesto a llevar el control del baile el solo, grande fue su sorpresa cuando las manos de su acompañante lo guiaron a el. Ambos giraron sobre el centro de la pista, el overlord no tardo en mover sus piernas y pies en pasos mezclados con pequeños saltos, viendo con gracia a Angel ya que rápidamente le siguió el ritmo. 

Entrelazaron los dedos de sus manos y Angel Dust giro sobre los brazos de Alastor, y volvieron a sus posiciones moviendo sus caderas al compas de los chasquidos. El demonio radio tomo las caderas del mas alto elevándolo levemente, mientras este movía la tela de su vestido para que danzara junto a sus pasos.


Y ahí estaba Alastor, sonriendo sinceramente de felicidad al encontrar a su pareja de baile ideal, Angel poseía esa gracia al bailar que el tanto buscaba incluso en sus años vivo, su cadera se movía al ritmo de su pie, apreciando lo bien que le quedaba aquel vestido; el rojo escarlata de seda que cubría su cuerpo hasta unos centímetros antes de sus rodillas, el cinturón negro tipo corsé que apretaba con delicadeza su delgada cintura, las botas largas negras con tacón y los accesorios de perlas que adornaban su cuello y resaltaban aun mas su belleza angelical. 


— Tu eres...— lo miro a los ojos con una sonrisa, mientras Angel ladeaba su cabeza con duda.

— Soy... ¿malo bailando? — Alastor se alarmo, negando rápidamente mientras llevaba sus manos a la cintura de Angel, instintivamente el otro llevo sus manos a los hombros del pelirojo. 

— ¡Eres la mejor pareja de la existencia! Ooh Mon Angel ¿Dónde estuviste toda mi vida como humano y demonio?— el bailarín se sonrojo sin poder evitarlo, y Alastor no pudo evitar pensar lo tierno que se veía de esa forma.

Oh carajo, dijo la palabra con T. 

Desvió la mirada tratando de enfocarse en el baile, en su diversión y en lo bien que se sentía tocar a Angel y que el lo tocara de forma tan suave.

Le sonrió nuevamente girando su cuerpo mientras lo elevaban sus sombras, cuando el ritmo dio su compas final ambos ilustraron una pose asombrosa, con las piernas ligeramente extendidas y sus brazos estirados a sus costados, mirándose con asombro y un sentimiento que creyeron enterrado o perdido desde sus muertes.

Soltaron sus manos lentamente, ninguno admitiendo que querían quedarse junto a el otro. Otra canción empezó, y un demonio de alto rango se acercó a Angel extendiendo su mano.

Alastor suspiro sin dejar que lo noten, su compañero seria robado por otro overlord junto a ese sentir de pertenencia y felicidad inaudita.


— Oh, lo siento cariño, ya tengo pareja de baile ¿O no fresita? — Radio Demon vio con un pequeño brillo en sus oscuros ojos al ex actor, que lo tomaba suavemente del brazo y lo miraba emocionado también.

— ¡Claramente Mon Angel! ¿Seguimos? — tomo las manos de Dust entre las suyas.

— Hasta el fin de todos los bailes Sonrisitas. 

Ambos perdiéndose en la melodía de Vive Le Swing  con sonrisas en sus rostros, captando la mirada de Charlie, Vaggie, Husk y Niffty, siendo aplaudidos por la princesa y la ciclope de la limpieza.

Alastor al fin había encontrado a su pareja ideal.

Pareja de baile, claro, nada mas que eso.

¿No?

Pareja de Baile [OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora