Rin se cambio de ciudad luego de un incidente critico en su vida. Tal y como cualquier adolescente pensaba que la vida estaba en su contra y tarde o temprano esos errores e incidentes la alcanzarían a su nueva vida.
Pero un giro inesperado aparece...
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"¡Me viste volar ¿verdad?!" _____________________________
Kuroo
Su mirada era distante. Casi como si no estuviera escuchando una palabra de lo que estamos diciendo a pesar de que su cuerpo seguía presente con nosotros.
La conozco hace tan solo un par de semanas, pero aún no logro ni conocer el 15% de ella. De cierta manera me recuerda a Kenma a decir verdad. Ambos callados y siempre intentando reprimir sus emociones sin importar la situación, preferían evitar conflictos y mirar desde lejos, pero a pesar de ser tan parecidos a la vez había una gran diferencia entre ambos y eso era lo que no me permitía acercarme por completo a ella.
Quería ayudarla. Ella es parte del equipo ahora y como el capitán de Nekoma necesito que todos los integrantes estén al 100% incluida nuestra mánager, quien debe tener su mente al tanto de nuestros juegos y debe estar conectada con nosotros.
Pero la verdad es que Rin hacía un buen trabajo.
Eso no era eso lo que me preocupaba, si no el hecho de que aún no dejaba de pensar en lo sucedido ese día... ese día que con Kenma decidimos hacer una promesa.
☆⋆ 𝐟𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤 ⋆☆
- Esta dormida – dije cerrando la puerta tras de mí.
La había subido a su habitación mientras ella seguía diciendo incoherencias y riéndose de algunas cosas, sus ojos estaban somnolientos dándome a entender que no tardaría en caer rendida a penas tocara su cama, y no me equivoque. Sentí el olor a vodka desprender de ella. a pesar de haber ido a algunas fiestas de secundaria, no era un fan del alcohol debido al deporte pero si había presenciado a algunas personas bajo el efecto de este.
- ¿estás seguro de que estará bien? - pregunto Kenma, era capaz de notar el nerviosismo en su voz.
- Si no te preocupes, no pareciera que fuese la primera vez – dije con una mueca.
Mis ojos volvieron a recorrer la casa. El espacio no era pequeño, pero se sentía solitario, desde mi lugar era capaz de ver las gavetas vacías en la cocina y con tan solo una rápida mirada de Kenma comprobé que casi no había comida en este lugar.
- ¿crees que su madre este de viaje? – pregunto Kenma acomodando su polerón, ya que Rin se lo devolvió al entrar a su casa.
- No lo sé, pero es raro. A penas se mudaron hace unos días y ella ya desapareció – dije colocando una de mis manos en mi barbilla – no hablaremos de esto a menos que ella nos pregunté ¿de acuerdo? – Kenma solo asintió y metió las manos en su bolsillo.
