Adiós ángeles [JiTzu]

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La luz brillante del cielo quiere separarnos para siempre. Le digo al silencio, cuando duermes tranquila, que nos dején de asechar.

Sigo susurrandote a escondidas, quiero que se vayan de una vez por todas. No importa lo que la salud me diga, yo se que siempre estarás bien cuando me sonrías cara a cara.

Nuestro amor es tan fuerte que veo y siento como la vida te fortalece. Quiero que cuando despiertes me digas...

Tzuyu — Estoy aquí, mí amor. Buen día.

Esta etapa es la peor que hace convertir mis pensamientos en el desafío más dificultoso de mí vida. Aquí yo soy la valiente, tú mi única objetivo.

Les pido, les grito, les imploro a estos ángeles que te dejen vivir en paz. En mis sueños no paran de querer arrebatarte de mis brazos. Es ahí cuando despierto asustada y lo único que pienso es tenerte en mis brazos en secreto, veo cuando me miras a los ojos y me dices...

Tzuyu — ¿Todo esta bien, Jihyo? —

Nuestro primer beso fue a los veinte años, desde entonces dejé de creer que besar a una chica era algo erróneo en este mundo, nunca puse las importancias del resto sobre nosotras, todavía tengo mucho por dar y por recibir de nuestro honesto amor.

Me lastima el hecho de que nadie esté apoyándonos en este momento tan crítico, acaricio, obedezco cuidadosamente nuestro querido y magnífico amor.

Tengo todo lo que formamos juntas alrededor, fotografías, obsequios que intercambiamos, pequeños objetos que son todo para nosotras, al final en esta vida es lo único que nos acompaña, nuestros recuerdos de amor, nuestros recuerdos felices. ¿A dónde fueron esas personas que tenían mucho de que dar para ayudar...?

Las palabras se las llevó el viento...

Pero...

...nunca dejaré que nada te lleve a ti. Cuando despiertas por unos minutos es otra victoria para nosotras y una derrota para el ángel que quiere llevarte lejos de mi vida y no traerte nunca más.

Conozco la persona más fuerte de este mundo y eres tú.

No importa si mi vida se desperdicia, según los demás, por un año más, por dos, por cinco, por todo el resto. Yo sabré que vivimos el momento plenamente.

Te ves hermosa cuando descansas en todo este silencio que sobra afuera.

Tu cabello suelto castaño, tus labios unidos en esa respiración profunda y el sonido de tus latidos hacen tranquilizar mí cabeza, son mí recuperación, esa recuperación como la tuya, que fluye lentamente y a su debido tiempo acabará.

Ignoré los costos de lo que valdría la salvación en tu vida, no tengo problemas, por mí lo dejaría todo con tal de volver a ver tus ojos abiertos nuevamente y tu sonrisa durante todo el día y poder decirte que...

Buen día. ¿Dormiste bien? —

Mi mundo se paraliza cuando tomas mi mano y me levanto detrás de ti.

Leo tus libros favoritos mientras me miras en silencio, no paro de guardar estás ansías siempre que te duermes para esperar aquel día siguiente y seguir leyendo únicamente para ti. Hacernos saber que ningún momento difícil podrá hacernos tener un semblante sin esperanzas.

Y si algo aún más difícil se nos aparece, podremos superarlo juntas como este preciso instante.

Afuera nos espera el canto de los pájaros para decirnos que la mañana es fresca y hermosa, nuestras canciones favoritas dentro del estéreo de nuestro auto, nuestras caminatas juntas en esas alegres escapadas por la noche.

Por eso, peleo contra éstos ángeles que quieren tener la respuesta correcta en tu vida, queriéndome hacer entender que la mejor opción es que te vayas lejos de mí, lejos de todo esto que construimos hasta ahora, lejos de mi conocimiento por lo desconocido en donde podrías estar, pero nunca te soltaré la mano, porque el día que tengas el milagro que esperamos, tú y yo saldremos juntas de aquí.

Iremos a donde nadie nunca planeó, a donde nadie nunca encontrará lo más bonito que hay que explorar en este mundo.

Y cuando llegue ese día...

Ya no...

Ya no lloraré, ya no pasare en gran parte de la noche derramando lágrimas en esta habitación donde el silencio me acompaña mientras tú estas descansando en tus sueños más profundos, donde le lloro a la nada, deseando que el bien nunca te deje, pidiendo que nunca me aleje de ti, haciendo que estos ángeles me escuchen, me entiendan, me obedezcan por más que tengan que romper sus reglas.

Ya no haré que mis ojos por las mañanas se noten hinchados de tanto llorar y que tenga que mentirte una vez más, ya no quiero seguir pensando que debería escribirte una carta si algún día no esté cuando llegue la hora de que por fin tengas tu recuperación y que salgas tomada de la mano conmigo.

Sigo llorando en lo más alto de este edificio, donde la brisa enfría mi rostro pálido y que se ahoga entre estas lágrimas con la vista nublada buscando alguna respuesta a lo de esos edificios, ¿porqué la vida me golpea tan bajo? ¿Porqué duele demasiado como si fuera a tratarse de un puñal en medio de mi corazón? Que quiere partirse en dos...

Quiero ser fuerte, como tú. Gracias a ti Tzuyu.

El día que te separaron de mí para trasladarte a otra parte, mi corazón, mi emoción por saber que siempre estaré a tu lado, mis gritos para que me oigas dentro de tu sueño intencional por quienes te atendieron, me sentía distanciada de ti, más que nunca.

Los minutos se volvieron grandes, las horas infernales, caminando de un lado a otro, esperando que alguien me haga saber de tu salud. Espantando a que cualquier voz de aquellos ángeles no me hagan entrar en una razón envuelta de ilusiones que no acepto en mí vida.

Ahí estabas, mi hermosa chica, la princesa de mi vida, la mujer con quién elegí estar, a quién le ofrecí mi amor y me aceptó sin ningúna maldición.

Ahí salías, en esa silla de ruedas, una semana después, que mi cuerpo parecía petrificado por no sentirte a mí lado, por no poder tocar tu cara, tu rostro, ayudarte para que comas y te acomodes en la cama. Ahí salías, con una bonita sonrisa cuando me encontraste a lo lejos y oí tu voz más fuerte que nunca.

Tzuyu — ¡Jihyo! —

— ¡Tzuyu! —

Corrí como esa vez que nos salvamos juntas. Para poder abrazarte, llorarte y agradecerte por lo fuerte que fuiste y eres para mí.

— ¡Estas bien! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡GRACIAS! —

Mis lágrimas volvieron a nublar mi vista, pero esta vez volvieron a ser felices, llenas de felicidad por ti, cuando siento tus manos atrapar mi rostro. Aquí está el significado de lo que es sentirse totalmente viva en esta vida por la mujer, dueña de mi corazón.

Llamada...

...Chou Tzuyu.

>> FIN <<

TWICE ONE SHOTS [ Vol. 1 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora