Capítulo 5: Stalker

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El viaje en furgoneta estaba siendo una tortura para Tartaglia. La verdad era que tenía poquísimas ganas de enfrentarse a sus fans, estaba cansado y sentía el cuerpo pesado y extraño. Pronto podría acabar esa dieta del demonio y empezaría a poder comer algo más que manzanas, patatas y batidos de proteínas.


—Tartaglia —la voz de Scaramouche hizo que Ajax se girase en du dirección. Normalmente nunca le hablaba a no ser que fuera estrictamente necesario.

—¿Qué pasa?

—Primero, aquí tienes el horario para el mes que viene, iba a dártelo ayer, pero cuando fui a tu habitación estabas dormido. Y segundo, Ajax, aléjate del nuevo —su tono se puso mucho más serio en la última frase, haciendo que el idol riera.

—¿De qué hablas? ¿Cómo se supone que me aleje de mi guardaespaldas?

—Lo digo en serio. Me importa una mierda lo que te pase, pero desgraciadamente si despareces pierdo mi trabajo y no quiero. Ayer lo vi saliendo de tu dormitorio justo cuando yo toqué la puerta. En serio, da miedo, no me creo que no notaras los golpes.

—Mouche, por Dios, ¿te estás escuchando? —replicó molesto—. Sí, Morax estaba en mi habitación porque yo lo invité, él me trajo la cena. Me quedé dormido porque estaba muerto de sueño y él seguramente también se durmió después de mí y tú lo despertaste.

—¿Te hizo el batido? ¿Pero tú eres gilipollas? ¿Qué pasa si te ha puesto algo raro y no lo sabes? A ver, mírame fijamente —Scaramouche agarró la cara de Ajax, pero este lo apartó bruscamente. Estaba vez sí estaba empezando a cabrearse.

—Scaramouche —advirtió—. Está bien, no pasa nada. ¿Puedes tener un poco de confianza en la gente por una vez? Sigo sano y salvo.

—Tú eres el que confía demasiado en la gente, y después pasa lo que pasa —Tartaglia apartó la mirada—. Cuando el tío ese te haga algo malo o raro de verdad y te encontremos muerto o te secuestren verás como tenía razón.

—Joder, es que de verdad parece que estás loco. No todo el puto mundo son asesinos en serie o violadores en potencia. Mira, es mi guardaespaldas y por una sola vez en mi vida realmente me siento cómodo y seguro con uno de ellos, ¿podrías por favor intentar entenderme y escucharme? Morax no ha hecho nada raro en todo este tiempo y me ha tratado mejor que cualquiera de los otros imbéciles, ¿vale?

Scaramouche suspiró, finalmente su expresión ablandándose.

—Vale, lo que tú digas. Voy a confiar en él, pero a la mínima que vea un movimiento fuera de lo común no voy a dejarlo pasar.

—Que sí —rodó los ojos hastiado, no entendía por qué Scaramouche siempre veía a la gente con malos ojos, nunca confiaba en nadie—. Y ya te he dicho que si estaba conmigo es porque yo se lo pedí, no porque se haya colado sin mi permiso.

Quince minutos después ya habían llegado al lugar donde iba a tener lugar el fansign. Morax y el resto de equipo de seguridad ya estaban allí para revisar todo el sitio. Ajax lo saludó con una tímida sonrisa que Zhongli correspondió con un elegante gesto de mano. Llamaron al idol para darle un repaso a su maquillaje antes de que la hora de apertura llegase, y Scaramouche aprovechó para ir hacia Zhongli.

—Hola —saludó por cordialidad, pero estaba claro que no venía en son de paz.

—Hola, Scaramouche, ¿verdad?

—Sí. Oye, voy a ir directo. No sé qué rollo raro tienes con Tartaglia, pero me fío cero de ti. Me pareces raro y eres demasiado amable, la gente así da miedo. Como habrás podido notar, sí, te estoy amenazando. Mantén las distancias y no hagas que me despidan, Morax. No me importa si te lo follas, pero tengo la sensación de que no es lo único que quieres de él, así que voy a estar vigilándote. Que tengas un buen día —con una falsa sonrisa Scaramouche dejó a Zhongli en su puesto.

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