JHON FLETCHER -ÓRGASMO- (COMPLETO)

CAPÍTULO 21

Sin tabú.

No logré enterarme si la fiesta había llegado a su fin, Carlos desapareció y no pude saber más nada de él, ni si quiera me esforcé en saber a donde había ido, supongo que estaría cogiendo con esa hermosa mujer que le coqueteaba, el orgullo fluye sobre mi de manera placentera.

Caminaba sobre una larga acera junto a Marnie, en el trayecto del camino recorrido hasta este momento había soltado mi mano,  las conversaciones variaban y eran de todo tipo, en mi mente divagaba la duda ¿por qué no está con ella su amiga sexologa? Pero prefería no hacer la pregunta, estaba disfrutando de su compañía, Marnie me trae paz mental, logré darme cuenta de eso.

Esta pequeña mujer lucia fascinante, llevaba un camison blanco que amarró a la mitad de su abdomen, con las mangas recogidas, una falda de pliegues negra un poco más arriba de sus rodillas, y zapatos deportivos. Se veía tan divina con esa vestimenta, el perfume que llevaba era una especie de droga adictiva de olor muy dulce, definitivamente ha tomado mi total atención esta noche, pero de nada vale esta atracción física que tengo hacia ella si es alguien a quien no le puedo brindar mis buenos actos, no hasta que haya perdido su virginidad.

En la caminata empezamos a divertirnos con anécdotas de todo tipo, las preguntas fuera de lugar que me hacía no faltaban, lograba sonrojar mi rostro y respondía de manera no tan directa, no quería crear una mala idea de mi en ella, pero parecía no importarle. Luego llegaron las preguntas sexuales.

—¿qué edad tenías cuando lo hiciste por primera vez?— preguntó Marnie mirándome fijamente a los ojos.

—no creo que deberíamos tocar estos temas— respondí luego de dudar un poco.

—¡anda!— exclamó sonriendo.
—el sexo es normal en la vida cotidiana, no te incomodes solo porque yo soy virgen.— golpeó mi brazo.
—no soy tan mogigata como crees— exclamó entre dientes.

No se que quizo decir con eso, mi curiosidad acaba de activarse, pero debo encontrar la manera de ser prudente.

—la primera vez que tuve relaciones sexuales, yo tenía 19 años— respondí a la pregunta que había hecho mirando el horizonte.

—lo dices muy serio— dijo entre dientes burlándose de mi.
—¿que tal fué?— preguntó.

—no fué tan bueno como creí que sería— respondí recordando ese trago amargo de aquella época.

—siendo tan guapo, perdiste la virginidad muy tarde— dijo Marnie caminando de espaldas poniendose frente a mi.

—no me veía de esta manera en aquellos tiempos— sonreí.

Marnie seguía caminando de espalda actuando como una niña, evitando pisar cada línea que separaba un bloque de concreto que tenía esta acera.

—¿tu no quieres hacerme preguntas? o te da miedo— miró mis ojos nuevamente.

—no quisiera saber que ha sucedido en tu vida e intimidades— respondí, siendo respetuoso y evitando un mal entendido.

Pasábamos un parque muy boscoso, muy hermoso y de césped muy bien cortado, algo iluminado y con un olor divino a naturaleza.

—¿cuál es el lugar más loco donde has tenido sexo?— volvió a preguntar.

Está clase de preguntas estaban incomodandome, me es imposible estar tranquilo teniendo conversaciones sexuales con Marnie.

—¿por qué haces este tipo de preguntas?— respondí con otra pregunta frenando mi paso.

—¿quieres hacer una locura?— seguían saliendo más preguntas que me dejaban en shock.