Capítulo 16

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Algo que odiaba Kakashi eran las responsabilidades...aunque nunca lo demostrara ni lo admitiera.

Era algo que solamente su subconciente sabía ya que todos sus berrinches infantiles solamente ocurrían en la privacidad de sus pensamientos.

Ser responsable era una tarea muy difícil en su humilde opinión y siempre había tratado de evitar las grandes tareas que requerían una gran responsabilidad.
Pero dado su trabajo...eso era casi imposible.

Había sido un Chunnin y Jounnin al que le encargaban misiones difíciles, un capitán ANBU que tenía que dirigir un escuadrón y ahora era un sensei a cargo de un equipo.
Parece que las responsabilidades lo correteaban.

Pero esto...

Era demasiado.

-Por lo tanto, entre el Consejo de Konoha y yo, hemos tomado la decición de que una vez me retire, tú Hatake Kakashi, tomarás el mandato de líder de la Aldea como el quinto Hokage- dijo apasiblemente Hiruzen mirando fijamente a Kakashi.

-Me niego- respondió el peliplata sin siquiera titubear.

¡Claro que se negaba!
Si de a milagro podía cuidar bien de su propia familia sin que lo demandaran por exeso de entrenamiento ¡¿Como diantres iba a cuidar de toda una Villa?!

Un jadeo de indignación y sorpresa recorrió todo el lugar.

Kakashi barrió con su mirada los rostros y las reacciones de las personas que habían en la sala junto a ellos dos. Los Consejeros del Hokage tenían el ceño fruncido en un gesto de profunda indignación, Hiruzen lo escuadriñó con una mirada inquisitivan Gai solo parpadeó algo sorprendido, Asuma, Kurenai y los líderes de los clanes prestigiosos de Konoha lo miraba con cierta sorpresa pintando sus caras.

-¡¿Cómo te atreves?!- exclamó la anciana Koharu sonando indignada- ¡Ser elegido como Hokage es un gran honor y tu te has atrevido a negarte!- dijo arrugando su ya arrugada cara.

Muchos de los presentes estaban de acuerdo con ella asintiendo y hablando entre aquellos molestos murmullos que no hacían más que irritarlo.

Ser Hokage era el sueño de muchos ninjas desde que iniciaban la Academia, para todos el ser Hokage era un simbolo de poder y admiración al que todos le guardaban un profundo respeto.
Ser Hokage era mas que solo un título genial, se requería tener un poder suficientemente grande para poder proteger a la Aldea, tener suficiente conocimiento para administrar la Aldea y sobre todo era una enorme responsabilidad que cualquiera no estaba dispuesto a admitir.

Si ser líder de un clan era ciertamente difícil, ser Hokage era aún más difícil.

Ser Hokage significaba entregar todo por la Aldea, significaba estar dispuesto a sacrificar cientos de ninjas como simples peones por el bien de la villa.
De entre todos los Ninjas que habían en la Aldea, solo uno era seleccionado cuando llegaba el momento para tomar el poder como próximo líder de la Aldea. Un ninja que fuera de la entera confianza del anterior Hokage, un ninja que todos consideraran capáz de tomar el mando y de ser capáz de proteger a su pueblo.

Pero sobre todo estaba la responsabilidad, las deciciones difíciles, las reuniones diplomáticas, los aliados, los enemigos, los peligros y su mayor enemigo: ¡El maldito papeleo!

Volviendo al tema.

Si lo habían llamado aquí, significaba que ya el Consejeros del Hokage, el Hokage y el consejo del Señor Feudal de la Nación del Fuego ya lo habían elegido para ser el próximo Hokage. Y si los Jounnin y los Líderes de los Clanes estaban aquí, entonces significaba que todos habían elegido por él.

Team 7: Almas De FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora