siempre fuiste mía (Mikey x Reader +18)

vas a lamentarlo

"Y/N, ¿escuchaste lo que te dije?"

Mueves la cabeza instintivamente hacia arriba y abajo al escuchar las palabras de tu hermano, mientras sigues lavando los platos. Dejas pasar unos segundos y te giras hacia él, no sin antes cortar el agua.

"Te escuché, pero...¿podrías repetírmelo?" la expresión de tu cara le hace reír. Ya está acostumbrado a que seas tan despistada y te pierdas fácil en tus pensamientos,

"Te decía que hoy van a venir los chicos a casa. Tenemos que ir luego a una reunión pero antes van a pasarse por aquí."

"Vale" le respondes mientras vuelves tus quehaceres para acabar de limpiar el último vaso que te quedaba.

"No te molesta, ¿no?. Me imagino que tú también tendrás planes y no estarás por aquí."

"Sí, tengo planes. Pero no saldré de casa hasta tarde"

"Si quieres les digo que no..."

"Draken, no pasa nada" te acercas a él, que se encuentra apoyado en el marco de la puerta "Ya sabes que tus amigos pueden venir siempre que quieran"

"Lo sé" te sonríe "Pero no quisiera molestarte ni que estuvieras incómoda con ellos pululando por aquí. No es que sean especialmente tranquilos"

Se te escapa una carcajada al pensar en cada uno de ellos y en los innumerables líos en los que se habían metido. Cuando los veías al principio solo podías pensar en lo dispar que era el grupo, pero una vez les ibas conociendo, te dabas cuenta de lo mucho que se compenetraban los unos con los otros. No eran solo una pandilla. Eres una familia. Y aunque tú solo fueras la hermana pequeña de uno de ellos, siempre te habían hecho sentir una más.

"Ya sabes que les quiero como si de mis hermanos se trataran"

"Todos te adoran. Quizás demasiado" el tono celoso de Draken hace que te pongas de puntillas para pellizcarle la mejilla.

"Por muchos hermanos mayores que tenga, tu eres el único que lleva mi sangre" le guiñas un ojo "es la condena que me toca"

Escapas corriendo y entre risas por debajo de su brazo, antes de que te pille. Aún escuchas al rubio alto maldecir cuando cierras la puerta de tu habitación.

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Escuchas el timbre mientras te encuentras tumbada en la cama leyendo, y unos segundos después las voces de Pah-chin y Baji llegan a tus oídos. Sonríes al escuchar la risa del segundo. Siempre has tenido muy buen rollo con él, ya que su forma de ser se compenetra muy bien contigo. Además, es el que más te protege siempre de todos.

"Por fin, sois los últimos en llegar" escuchas quejarse a Mitsuya.

"¿Y/N no está en casa?" escuchas decir a Baji y ya te imaginas el puchero que habrá puesto al dirigirse a tu hermano.

"Sí, pero no la molestes..."

"¡Y/N!"

No puedes evitar reírte mientras dejas el libro abierto encima de la cama y te levantas de ella. Abres la puerta y te asomas

"¿Quién me llamaba?" preguntas fingiendo la cara de curiosidad mientras ves a todos los chicos girarse. No te sorprende el no haber oído llegar a Kazutora, ya que es el que más suele estar en silencio. Hasta que coge carrerilla, claro.

Todos se te quedan mirando aunque cada expresión es completamente distinta y no te da tiempo a averiguarlas todas, pero no puedes evitar fijarte en el brillo de los ojos de Kazutora y en el ceño fruncido de Draken y Mikey.

Llevas puesta una camiseta de asas blanca, sin sujetador, y un pantalón de pijama corto que deja ver tus largas y esbeltas piernas. Tu pelo está recogido en un moño deshecho que deja caer alguno de tus mechones. Es verdad que ya te han visto miles de veces de esta manera, ya que llevan siendo amigos de tu hermano desde que todos eran pequeños, pero ahora que ya eres una mujer y estás desarrollada, parece que pilló a alguno de los chicos por sorpresa.