STORM ✧ Bakutodo

✧. Capitulo IX

Tres dias no eran suficientes para hacer que el lazo entre dos personas se fortaleciera a gran escala, menos tratandose de dos personas con personalidades tan contrarias entre sí. 

Sin embargo, con una atraccion inconsciente como la que habia entre ambos, a Shoto no se le habia cruzado por la cabeza la idea de escapar para volver a su reino. Sentía que estaba bien asi, entre frescos y altos pinos, admirando a la bestia roja que dormía fuera de la cueva. 

Estaba bien con irse a dormir, sintiendo la mirada del rubio sobre él. Siempre solia fingir estar dormido unos instantes, curioso del por que la mirada carmesi lo enfocaba con tanta atencion, pero jamas obtenia una respuesta. 

Katsuki lo observaba, en silencio, paseando sus ojos desde sus cabellos hasta su blanquecino semblante, de tonalidad anaranjada por el color del fuego. Se paseaba por su rostro, por sus hombros, y por su cuerpo tembloroso por el frios. 

Bakugo solia pensar que ese chico era sin duda un principe, mimado y que nunca habria sentido frio. Para él, el ambiente aun era bastante soportable, tanto asi que se quitaba la capa de sobre los hombros, sin falta, para ponerla sobre el cuerpo del mas alto, viendo como sus temblores desaparecía. 

Anhela suerte, lindo bastardo.— solía pensar.— Y pidele a tus Dioses haberte ido antes del otoño.

Aun despierto, Katsuki reiria en su mente, pensando en como reaccionaria el principe a los frios vientos de otoño, o al crudo invierno en las montañas. Sin duda tendria que ir con su madre a pedir que le hicieran ropa mas calida. 

Aunque luego, su mente iba a algo mas apegado a la realidad: Shoto se iría antes de la llegada del otoño. 

No podría retenerlo todo el tiempo que faltaba hasta el comienzo del otoño. Tendría que pedir un caballo a su madre y verlo partir, para probablemente nunca mas regresar. 

Soltó un debil suspiro, pasandose una mano por el pelo. 

Tres dias no eran suficientes para hacer que el lazo entre dos personas se fortaleciera a gran escala, pero si era suficiente tiempo para hacer su pecho doler a la idea de verlo desaparecer en la lejanía. 

Y por supuesto, tres dias eran suficientes para que la familia Real se estuviera cayendo en pedazos. 

Rei estaba devastada cuando Hawks llego al palacio sin su hijo, derrotado, herido y avergonzado. La pacifica reina desaparecio, congelando una habitacion entera en cuestion de milesimas de segundo, gritando a Eiji que eso era su culpa por forzar esa tonta caceria. 

Los guardias del rededor esperaban que el Rey sometiera a su rebelde esposa, como era costumbre habitual entre los hombres del reino, pero el gran hombre acepto los gritos, los insultos, la culpa. Aguanto que su esposa colocara su helada mano sobre su piel ardiente, congelando sus brazos sin querer, y dejando escarcha sobre su mejilla tras darle una bofetada. 

Eiji lo aguanto, por que sabia que era su culpa, y se sentia ahogado en ella. Su hijo jamas quizo ir a la caceria, aun si los poderes de Natsuo y Fuyumi le parecian impresionantes.

Habian perdido otro hijo, y era su culpa de nuevo. 

Rei exigio que se fuera, aunque pronto se deshizo en llanto sobre sus brazos, exigiendole una solucion, mientras una debil neblina de vapor salia de entre ambos. La helada reina y el Rey de fuego, que curiosa union. 

El hielo de la habitacion se deshizo poco a poco, pero la desolacion continuo por el resto del dia, y el dia que le siguió. 

Caminando por los lujosos pasillos del castillo, Hawks avanzaba con gesto preocupado, culpable, poco inusual a su sonrisa vibrante y atrevida. Endeavor lo habia citado en uno de sus estudios, y el rubio casi podia asegurar de que se trataría dicha reunion.