Cassian
A estas alturas de mi vida solo quisiera desaparecer y dejar todo atrás, tampoco importa mucho lo que sienta o haga hoy en día, no desde hace ya un año.
Flashback (hace un año):
Mi madre y yo íbamos caminando rumbo a la capital, uno de mis sueños más grandes era poder tocar en la orquesta nacional de Dublín, yo sabía tocar el piano, la guitarra, el violín, entre otros instrumentos, mamá siempre había trabajado muy duro para pagar mis lecciones, ella era mi arcoíris en mis días nublados, en mis días tristes, en mis días estresantes, básicamente en mis peores días sin embargo, también lo era en mis días buenos, mi madre siempre tan alegre y llena de vida como el arcoíris, hasta hoy.
Un grupo de hombres nos detuvo a mitad de camino y empezaron a robarnos todo, yo con tan solo 14 años estaba demasiado asustado, pero peleaba porque dejaran a mi mamá en paz, mi esfuerzo fue en vano, aquel día violaron hasta matar a mi mamá todo aquel grupo de hombres, dejándome ver la peor escena de mi vida mientras yo era golpeado por otros tres.
Cuando todo acabo mi madre ya no tenía fuerzas y me dijo con mucho esfuerzo.
-Encuéntrame al final del arcoíris-
Tan solo me limite a llorar y llorar por horas mientras sostenía el cuerpo que una vez estuvo lleno de vida en ella.
Fin del flashback...
Hoy en día vivo con mis mejores amigos, Margaret, Robert y Fred; ellos son hermanos (trillizos de hecho). Ha pasado un poco más de un año desde que mi madre falleció y durante ese tiempo he cambiado mucho la verdad.
Antes solía sonreír mucho sin embargo ya no, deje de tocar los instrumentos que tocaba, deje de lado todo lo que me gustaba, todo me recordaba a ella, a la persona que más amaba en el mundo a quien le dedicaba cada nota al tocar el violín, cada sonrisa al levantarme y ver el desayuno perfecto, hot cakes en forma de trébol, algo muy autentico y característico de mi mamá, lo que más me dolía era ya no ver de la misma forma aquellos arcoíris entre las montañas de Waterford, sin ella ya nada es igual, ya no hay alegría ni colores.
Hoy era sábado y Margaret no sé cómo, pero me convenció de salir a dar un paseo, según ella era un buen día para hacerlo sin embargo no me sentía de la misma manera, solo caminábamos sin decir absolutamente nada hasta que alguien llego hacia nosotros.
-Margaret!!! ¡¿Cómo estás?!- saludo una chica un poco alta de tez pálida y pelirroja, con una sonrisa enorme, vestía con una blusa amarilla y unos jeans de mezclilla, su cabello rizado y alborotado, demasiado alegre por un momento me recordó a mi madre, es nueva en la ciudad se nota, además jamás la había visto por aquí y conozco a casi todos aquí en Waterford, mi curiosidad estaba activa así que la observé en lo que Margaret y ella hablaban.
-bien bien, ¿tú qué tal Leith?, ¿te está gustando la ciudad? - (Margaret)
-ohh sí, me encanta el paisaje, las montañas y sobre todo los arcoíris!! (Leith)
- ¿Cómo te pueden gustar los arcoíris? - esta vez pregunte con mal humor, no soporto que hablen sobre los arcoíris de la ciudad, es demasiado doloroso recordar y darse cuenta que la persona a quien más amabas en este mundo ya no está contigo y no volverá jamás.
La chica se sorprendió un poco por mi manera de contestar y lo entiendo muy dentro de mi sabía que estuvo mal hablarle de esa manera y más cuando ella no tiene ninguna culpa y mucho menos sabe por la situación que pasé. Margaret me miró un poco molesta pero también entendía el por qué mi actitud.
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SHE IS A RAINBOW (completa)
Short StoryElla viene en colores por todas partes Se peina el pelo Es como un arco iris Colores que vienen en el aire Oh, en todas partes Ella viene en colores