Ganadores

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Pasaban dos horas de la medianoche y los noctámbulos aún militantes nos encontramos sin un refugio en el que charlar.
Con astucia evitamos los disturbios de la entrada y nos acodamos en la barra de un pub de las afueras. Mientras pedíamos algún brebaje que mantuviera a raya la pereza, reparé en que, a dos copas de donde berreábamos, el camarero libraba una partida campal de ajedrez contra un cliente de mi edad.
Sorprendidos, mudamos los vasos al lado del tablero. Un caballo, una torre y varios peones asistían desde el banquillo a la batalla, ya avanzada, cuyo ganador no acertábamos a pronosticar. Nos incorporamos al juego en el rol de analistas, comentando las jugadas hasta que el barman soltó un "¡Jaque mate!" infundado y desapareció de nuestra vista.
Nos quedamos hablando con el supuesto perdedor, dándole la razón en que su contrincante había ejecutado un movimiento ilegal. Poco después, volvió el ganador de pega con dos copas y le alargó una, a modo de premio, a su adversario.
Así quedaba restablecida la justicia sobre el tablero, conscientes todos de la sabia treta del barman, ganador al alimón con su joven contendiente

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2015 ⏰

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