Cuore Diviso||°a Luberto vs Giuluca fanfic°

prologo

El hermoso y tan familiar paisaje de Portorosso ya se empezaba a distinguir  a través de las ventanas del tren, sus verdes montañas y las casitas multicolores se asomaban muy a la distancia listas para darles una vez más la bienvenida a ese par de jóvenes estudiantes de Génova. 
En ambos chicos se podía notar la  alegría de que finalmente habían llegado esos meses del año en donde volverían con sus seres queridos para disfrutar de sus vacaciones de verano junto a ellos.

Luca cerró los ojos y dejó que el aire de ese nuevo verano inundara sus fosas nasales, una bonita sonrisa se extendió en sus labios al reconocer la brisa del mar de su hogar, pues aunque Génova también tenía una bonita costa, nada se comparaba con los recuerdos y emociones que despertaban en él al recordar las aguas de su lugar natal.
Además que esa brisa  hacía que su mente pensara en él.
 Siempre le hacía recordar a ese alguien tan especial, a su mejor amigo, el cual siempre lo estaba esperando con una gran sonrisa y cálidos abrazos en la estación de trenes de Portorosso. Ya quería llegar y verlo. Tenía tanto por contarle.

 Sus rizos castaños danzaban al ritmo del viento y sus mejillas rojas, por el calor del verano, se asemejaban al color de cabello de su linda amiga, quien iba sentada a su lado y sonreía al ver esa felicidad que el rostro de su amigo reflejaba.

Un nuevo verano comenzaba y consigo traía nuevos cambios en la vida de los Relegados. Cambios que los tres amigos desconocían totalmente.
 Los cambios son para bien, ¿cierto? Podrían traer cosas buenas o simplemente cambiar todo lo que ya se había  construido con esfuerzo y las cosas jamás volverían a ser como antes. Es difícil enfrentarse a lo desconocido, sientes miedo, ansiedad y tristeza. Nos sentimos mal porque estos cambios nos empujan a rehacer nuestra vida, por más mínimo que el cambio haya sido, y no podemos hacer nada al respecto.

Luca y Giulia habían finalmente terminado la preparatoria, habían estado tan felices en su fiesta de graduación porque toda aquella gente que les importaba había estado presente para acompañarlos y compartir esa felicidad con ellos.
María (la mamá de Giulia), Massimo, los papás y la abuela de Luca, y por supuesto Alberto habían estado presentes. 

Los Relegados recuerdan haberse divertido demasiado ese día.

Giulia y Luca habían ido como pareja de amigos al baile.  Los dos jóvenes daban sonrisas y miradas alegres cada vez que hacían su mejor esfuerzo por seguir el ritmo de la canción que sonaba en ese momento. Ciertamente Luca no era muy hábil bailando o dirigiendo, pero Giulia jamás había sentido tanta alegría y calidez en su corazón al ver a ese castaño tomándola de las manos y darle suaves vueltas que hacían que los tablones de la falda de su vestido se elevaran en una bonita onda de tela. Luego sus ojos se volvían a encontrar y ambos se dedicaban una risa. La risa de Luca era el sonido más suave que alguna vez la joven había escuchado, estaba muy segura de eso. Su mirada castaña mirándola con alegría y cariño provocó sensaciones extrañas que venían desde lo más profundo del corazón de la linda chica.
Sensaciones que aunque eran extrañas… no eran tan desconocidas para ella. Ya las había experimentado alguna vez hace mucho tiempo cuando conoció a Luca. Sólo las había sentido con él y parecía que ahora habían decidido estar de regreso. 

Siempre había pensado que Luca era un chico encantador, agradable y muy atractivo. Su curiosidad por el mundo de la superficie, por el cosmos o por básicamente cualquier cosa, le daban un aura muy tierna a su mirada y a su forma de ser. Giulia varias veces se encontró perdida en sus nobles y cálidos ojos, en su tez pálida de mejillas rosadas. Lo veía como un buen amigo claro, era su mejor amigo… pero no iba a mentir que no lo había visto como algo más en varias ocasiones en las que se encontraban juntos compartiendo bellos momentos. Como lo estaban haciendo ahora mismo al ser pareja de baile en esa noche tan especial de su graduación.