Y qué sería de mí
sin los pequeños rayos de sol
que se cuelan por mi vida,
siendo fugaces como las luces
de los autos a través de mi ventana.Yo, que soy la flor más marchita
que me duelen las sombras
y me inundo en lágrimas,
hubiera perecido sin dejar semillas,
sin haber conocido la suavidad
del roce de un amor tan puro
como el que quiero aquí retratar
y que me avergüenza gritar.Qué hubiera sido de mí
sin la calidez de esos momentos,
envolviéndome como las olas
que llegan a la orilla
y me abrazan los pies,que me despeinan los rulos
como un viento huracanado y enfurecido
en el cambio de estación,que me entibiece el rostro
como si viviera en una tarde de verano,
arropada por un sol dorado;que me fortalecen
luego del llanto desconsolado.¿Qué sería de mí?